Las personas con esta rara condición cerebral no pueden contar ovejas para quedarse dormidas

De pequeño un truco que probablemente te diesen para dormirte cuando tenías un poco de insomnio era contar ovejas hasta que por fin consiguieses quedarte dormido.

La imagen típica que se te viene a la cabeza cuando intentas ponerlo en práctica es un rebaño de ovejas saltando una valla, algo muy fácil de imaginar que no requiere ningún tipo de esfuerzo.

Sin embargo, para algunas personas es prácticamente imposible, ya que sufren de una enfermedad muy como común denominada afantasia, según un estudio publicado en Cortex.

La afantasia se define como la incapacidad de evocar una imagen mental a través de la memoria, ya sea la cara de un ser querido o un lugar, es decir, no permite imaginarse cosas sin verlas realmente.

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Aunque ya se hablaba de ella en el siglo XIX, el término no se acuñó hasta 2015, cuando Niel Kenmuir habló de su experiencia padeciendo esta enfermedad en la BBC.

"No podía ver ninguna oveja saltando vallas, no había nada que contar", cuenta Niel Kenmuir.

Por regla general, las personas con afantasia llevan una vida corriente, ya que pueden describir o reconocer caras y lugares, lo que evidencia que su imaginación verbal y memoria espacial están en buen estado.

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Muchos de ellos incluso no se dan cuenta de esta afección hasta que son adultas, y otros hasta tienen sueños visuales.

El estudio en cuestión sostiene estas conclusiones gracias a una investigación realizada a 103 personas con y sin afantasia. En la prueba se les enseñó fotos de 3 salas de estar y se les pidió que las plasmasen en un papel, primero mirando las imágenes y luego de memoria.

Los resultados fueron reveladores, ya que cuando tenían la imagen como referencia, todos consiguieron buenas puntuaciones, pero cuando dibujaban de memoria las personas con esta afección tuvieron problemas.

Recordaban menos detalles visuales y sus ilustraciones tenían menos color y más palabras. Uno de los participantes escribió "ventana" en lugar de dibujar los detalles.

"Es importante destacar que no observamos diferencias significativas entre los participantes de control y afantasicos cuando dibujan directamente de una imagen, lo que indica que estas diferencias son específicas de la memoria y no están impulsadas por diferencias en el esfuerzo, la capacidad de dibujo o el procesamiento perceptivo", escriben los autores.

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Sin embargo, sí que mostraban una gran precisión espacial, pues sabían colocar los objetos en sus respectivos lugares y darles su tamaño lógico.

"Una posible explicación podría ser que debido a que los afantasicos tienen problemas con esta tarea, se basan en otras estrategias como la codificación verbal del espacio", dice la psicóloga Wilma Bainbridge de la Universidad de Chicago. "Sus representaciones verbales y otras estrategias compensatorias en realidad podrían ayudarlos a evitar falsos recuerdos".

A día de hoy hay muy pocas investigaciones al respecto, de los cuales muchas se basan en autoinformes, por lo que sería necesario indagar más en el tema para descubrir qué está sucediendo a nivel neurológico.

"Estos individuos tienen una experiencia mental única que puede proporcionar conocimientos esenciales sobre la naturaleza de las imágenes, la memoria y la percepción", escriben los autores.