Esta es la razón por la que tu cerebro rechaza el deporte, según la ciencia

Andrea Núñez-Torrón Stock,
Mujer corriendo en el gimnasio
Mujer corriendo en el gimnasio

Si alguna vez te has sentido mal por posponer tu práctica habitual de deporte, quedarte viendo un capítulo en el sofá en lugar de atarte las zapatillas para ir a correr o posponer tu rutina matutina de yoga por pasar cinco minutos más al calor de las sábanas, la ciencia tiene una explicación para ti. 

De acuerdo con los datos de la Heart and Stroke Foundation de Canadá, cada persona debería practicar de forma ideal 150 minutos de ejercicio moderado cada semana, pero la mayoría de nosotros no alcanzamos esa meta. Una de las principales razones puede ser que estemos programados a nivel cerebral para ser perezosos, tal y como muestra una nueva investigación científica publicada en la revista Neuropsychologia.

Para este estudio, el investigador post-doctoral de la Universidad de Columbia Británica Matthieu Boisgontier, PhD, reclutó a 29 participantes y les pidió que observaran imágenes de actividad o inactividad física mientras un conjunto de electrodos registraban su actividad cerebral. El equipo pidió a los participantes que movieran sus avatares en pantalla lo más rápido que pudieran hacia las imágenes activas y alejándolas de las imágenes inactivas en una prueba, y luego realizasen el ejercicio a la inversa, alejándose de las fotos activas y acercándose a las inactivas.

Boisgontier y sus colegas encontraron que los voluntarios se movían más rápido hacia las imágenes físicamente activas que hacia las imágenes inactivas. Sin embargo, los participantes también utilizaron mucha más actividad cerebral al alejar sus avatares de las imágenes inactivas que hacia ellos. En otras palabras, su cerebro se vio obligado a trabajar más duro para alejarse de la imagen sedentaria.

Instinto de supervivencia, en el foco de la pereza

¿Cuál es la razón que subyace tras dicha tendencia? La razón puede remontarse a los instintos de supervivencia más primigenios de la raza humana“Conservar nuestra energía física ha sido esencial para la supervivencia de los humanos, ya que nos permitió ser más eficientes en la búsqueda de alimentos y refugio, competir por parejas sexuales y evitar a los depredadores”, explicó Boisgontier a la publicación Medical News Today. “Estos resultados sugieren que nuestro cerebro se siente atraído de manera innata por las conductas sedentarias”, añadió

De este modo, la clave para sobrevivir a la pereza y moverse más podría ser tan simple como engañar a tu cerebro para que quiera hacer ejercicio. En un artículo en Current Sports Medicine Reports, el autor Daniel E. Lieberman explicaba que debido a que nuestra inclinación natural es ser perezosos, pedirle a tu mente más ejercicio a secas no funcionará, sino que necesitas incentivos y motivaciones.

Mediante la gamificación y la perspectiva intencional lograrás mejorar tus resultados en este sentido: concibe tu actividad física como un juego divertido, plantéate retos y metas a través de aplicaciones especializadas como Runtastic o incluye más ejercicio en tu rutina diaria sin necesidad de salir de casa.

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