5 razones por lo que es mejor utilizar la tarjeta de crédito cuando vas de viaje

Saber utilizar correctamente la tarjeta de crédito no está al alcance de todo el mundo. Sobre todo, para aquellos que no tienen nociones de finanzas personales y que no están acostumbrados a llevar correctamente un presupuesto y una planificación financiera. 

Hay momentos en los que se suele “tirar de tarjeta” con más asiduidad, como ese en el caso de los viajes. No obstante, suelen aparecer muchas dudas sobre si es interesante o no utilizar este producto bancario cuando sales al extranjero al gastar o no más dinero. Es decir, si conviene desde el punto de vista financiero para mantener los gastos más vigilados. 

La realidad es que este verano, por fin, la gente ha podido viajar de la UE tras muchos meses de restricciones por la pandemia del COVID-19. 

Así pues, una vez elegido el destino, puesta la vacuna y preparadas las maletas, ha sido el momento de tener previstos los gastos que realizas cuando llegas al destino y el formato más ventajoso para llevarlos a cabo. 

Como norma general, es recomendable que se lleve algo de dinero efectivo por cualquier imprevisto que nos pueda surgir. 

Por el contrario, hay motivos claramente definidos que demuestran que la tarjeta es la mejor opción para nuestras compras en el extranjero.

Mejor control del dinero

Pagar con tarjeta de crédito en vez de con dinero en efectivo te permite llevar un mejor control de tus gastos: cuando tú compras algo, se crea automáticamente un extracto con la compra y se guarda en tu cuenta.

Las entidades bancarias mantienen estos registros y puedes consultarlos siempre que quieras, de esta forma siempre sabrás cuánto dinero gastaste, en qué lo gastaste y cuando lo gastaste, todo ello sin trabajo por tu parte, sin tener que ir apuntando en una libreta o en un Excel o en cualquier otro software tus gastos.

Además no olvides que pagando con tarjeta de crédito tus compras al quedar registradas como movimientos en tus cuentas puedes luego estudiarlas.

A ello hay que sumarle que puedes utilizar alguna app de control de gastos.

Préstamo gratuito siempre disponible

Si pagas tu saldo completo cada mes, es decir, no realizas compras mediante pago aplazado, sigues disponiendo de ese dinero desde la fecha de la compra hasta la fecha de pago de la tarjeta, esto al menos son unos 20 días en que tienes este dinero disponible para cualquier emergencia o gasto imprevisto, sin coste ninguno para ti.

Este préstamo a corto plazo puedes liberarlo y pasarlo a tu cuenta de ahorros y ganar unos euros extra, pero claro, luego no te olvides de tener dinero suficiente cuando llegue la fecha de pago de la tarjeta, para no incurrir en deudas y tener que pagar el tipo de interés de la tarjeta.

Facilidad de uso

Sin una tarjeta de crédito o débito es realmente complicado ir de compras online: sí, hay maneras, pero son mucho más complicadas y sin la seguridad que te aporta pagar con una tarjeta de crédito.

También, una tarjeta de crédito puedes usarla en cualquier lugar del mundo y a través de cualquier medio, ya sea a través de internet o en tiendas o establecimientos y son muy cómodas de usar.

Compras en el extranjero sin comisiones por cambio de divisa

El tipo de cambio también nos puede jugar una mala pasada si viajamos fuera de la UE y el país de destino tiene una divisa diferente al euro. 

Algunas tarjetas pueden cobrarte una comisión específica por este concepto, por lo que es muy recomendable que la tarjeta no aplique comisiones por el cambio de divisa.

Seguro de viajes con las mejores coberturas

Una de las grandes ventajas del uso de la tarjeta de débito para tus compras en el extranjero es poder beneficiarse de un seguro de viaje. 

No obstante, no todas las tarjetas de crédito incluyen el mismo tipo de coberturas y es importante tener en cuenta el importe de cada cobertura. 

Lo ideal es que, además de la indemnización por fallecimiento o invalidez por accidente del medio de transporte, tu tarjeta cubra los gastos médicos y la asistencia de urgencia en el extranjero, el retraso en la entrega de equipaje, la pérdida de vuelo y conexiones y la cancelación del viaje por hospitalización o fallecimiento de un familiar.