Grecia sale del rescate: estos son sus tres mayores retos económicos

• El Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) ha anunciado que Grecia ha salido "con éxito" del último programa de asistencia financiera de tres años pactado entre Atenas y sus acreedores internacionales en 2015.
• A pesar de este anuncio, Grecia todavía tiene por delante grandes retos económicos como la mejora del PIB o la reducción de la deuda. 
• La tasa de desempleo (de 20,8%) sigue siendo uno de los principales problemas del país.

Ocho años y tres rescates después, Grecia empieza a ver la luz al final de un larguísimo túnel: El Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) ha anunciado que Grecia ha salido "con éxito" del último programa de asistencia financiera de tres años pactado entre Atenas y sus acreedores internacionales en 2015. 

El país heleno ha desembolsado 61.900 millones de euros en tres años para financiar el ajuste macroeconómico y la recapitalización bancaria en el país. El MEDE ha informado de que los 24.100 millones de euros restantes disponibles en virtud del volumen máximo del programa de 86.000 millones de euros no han sido necesarios para Grecia. 

El Eurogrupo, formado por los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona, dio el visto bueno a finales de junio de una última inyección de 15.000 millones de euros para aliviar la deuda pública del país, que el pasado abril ascendía al 178% del PIB de Grecia.

Grecia sale de su tercer rescate, pero sus datos económicos están todavía lejos de ser un referente. Reducir la abultada deuda sigue siendo uno de los grandes retos a los que se enfrenta Atenas junto con una mejora del crecimiento del país y una reducción de la tasa de paro (a la cabeza de la UE). 

Los datos son esperanzadores, ya que durante el primer trimestre de 2018 Grecia creció a un ritmo del 2,3% respecto al mismo período del año anterior, el mayor en la última década, según los datos ajustados estacionalmente de la oficina helena de estadísticas (Elstat).

Un dato que, por otra parte, representa el marco de crecimiento que Alexis Tsipras se ha comprometido a cumplir en los próximos años: el gobierno griego pretende mantener un superávit primario —sin tener en cuenta el pago de los intereses de la deuda— del 3,5% del PIB hasta 2022 y de un 2,2% desde ese año hasta 2060.

La tasa de desempleo sigue siendo la más alta de la UE

Además, la tasa de desempleo continúa bajando y, según el último dato de marzo, se ha reducido hasta el 20,1%, dos puntos menos que en el mismo mes del año anterior.

Sin embargo, en comparación con la media de la Unión Europea, Grecia sigue siendo de largo la que mayor tasa de desempleo presenta, justo por delante de España e Italia.

Eso sí, desde 2013 la tasa de desempleados no ha dejado de bajar desde el 27,4% hasta el 20,1% actual, y las previsiones de creación de empleo del país apuntan a un reducción progresiva del número de parados.

Qué hacer con la deuda 

Antes de llegar a ser primer ministro, Alexis Tsipras basó su estrategia electoral de 2015 en la reestructuración de la deuda de Grecia con la Troika. De hecho, llegó a promover ─y perder─ un referéndum para aceptar o no las medidas impuestas desde la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.

El problema estribaba en que el nivel de deuda en 2010, cuando Grecia fue rescatada por primera vez, se situaba en el 146,2% del PIB. A pesar de las ayudas de los organismos internacionales y de los recortes económicos que llegaron a afectar a servicios públicos como la Sanidad o incluso al sueldo de los funcionarios, esa deuda no sólo no decreció, sino que aumentó a niveles preocupantes.

En 2016, Grecia registraba su peor nivel de deuda histórico, con un 180,6% sobre el PIB. De hecho, este aumento coincidió con el corralito que había impulsado Tsipras para evitar la fuga masiva de capitales del sector bancario.

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El nivel actual de deuda (178%) mejora ligeramente aquel dato, pero sin duda supone un severo escollo para el crecimiento de Grecia. Por eso, el Eurogrupo ha pactado una reestructuración de la deuda, incluyendo una extensión de diez años de los vencimientos de los préstamos y una moratoria también de una década para empezar a devolverlos y a pagar sus intereses.

"No es un momento banal, es un momento excepcional, es un momento histórico. La crisis griega se acaba esta noche en Luxemburgo", se congratulaba este viernes el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici. Ahora queda por ver si, sin la Troika, Grecia es capaz de alcanzar al resto de Europa.