He probado el Realme 5 y tengo claro que es un auténtico matagigantes: tiene una batería sencillamente asombrosa y una cámara muy interesante
- El Realme 5 destaca por su batería, capaz de aguantar hasta 2 días de uso intensivo, además de por la rapidez de desbloqueo de su reconocimiento facial.
- Viene con 4 cámaras traseras (principal, modo macro, gran angular y retrato) y aunque en algunos fotografías destaca, en otras hubiese preferido menos lentes y una mayor atención a las que se hubiesen quedado.
- El teléfono costará 169 euros — 159 en oferta por el Black Friday — y por cómo se comporta en el día a día me parece un auténtico matagigantes.
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De un tiempo a esta parte hemos visto como muchas compañías desembarcaban en todo el mundo para ofrecer teléfonos a precios realmente rompedores y con unas características dignas de un teléfono de una gama mucho más alta. Tenemos a Xiaomi, Honor o la compañía de este Realme 5, OPPO, que viene con la clara intención de comerse una gran parte del pastel.
El smartphone, que cuesta 169 euros — 159 en oferta por el Black Friday en PC Componentes —, se enmarca dentro de la gama media, pero tras un par de semanas de uso tengo muy claro que es un auténtico matagigantes. Además, para celebrar el lanzamiento, tendrán el dispositivo a 159 euros en su web desde el 27 de noviembre hasta el 2 de diciembre.
Lo mejor, sin lugar a dudas, es su asombrosa autonomía que se nutre de una batería de 5.000 mAh, el rapidísimo reconocimiento facial que me ha sorprendido gratamente y su cuádruple cámara trasera. De este último punto, de todas formas, hubiese preferido menos objetivos y una mayor atención a la lente principal y a la frontal.
Estos son los motivos que me hacen creer que el Realme 5 va a ser un auténtico éxito.
El diseño del realme 5 se basa en los cánones actuales y luce realmente bien
El diseño del realme 5 no destaca en este apartado, ya que se basa en lo que hace la práctica totalidad de las marcas. La ubicación del notch, en forma de gota de agua ubicado en la parte superior del teléfono, logra ofrecer un 89% de pantalla en la parte frontal que luce francamente bien gracias a su resolución HD+ de 1.600x720 píxeles.
El teléfono, eso sí, me ha parecido francamente grande
El teléfono cuenta con una pantalla realmente grande, concretamente de 6,5 pulgadas. Un tamaño perfecto para poder disfrutar de cualquier serie o vídeo de YouTube pero que igual se hace un poco grande. Tiene unas dimensiones de 164,4 x 75,6 x 9,3 mm y al sentarme o incluso al moverme se me hacía un poco incómodo llevarlo encima, pero al final esto es una cuestión de gustos.
Eso sí, a pesar de su tamaño sorprende su peso. Se me ha hecho muy cómodo manejar sus 198 gramos y pesa prácticamente lo mismo que móviles más pequeños.
Donde destaca especialmente el realme 5 es en su parte trasera gracias a lo llamativo de sus colores
Para la prueba he tenido la ocasión de probar el Crystal Blue (azul) y sobre todo cuando hay sol y se produce algún tipo de reflejo llama poderosamente la atención. La otra versión es el Crystal Purple (morado), pero no lo he podido tener en mis manos.
La cuádruple cámara del teléfono tiene una presencia imponente
Una de las principales características del teléfono es su cuádruple cámara trasera que ofrece una principal de 12 megapíxeles de Sony, un gran angular de 8MP, un macro de 2MP y de otro también de 2MP que cumple funciones de ultra macro.
En este sentido, la cámara cumple bien en muchos aspectos, pero hay ciertas lagunas y tengo claro que hubiese apostado por una cámara con menos objetivos y mayor atención en sus puntos fuertes.
En la parte trasera también se encuentra el sensor de huellas que no he utilizado prácticamente para nada (y la razón está en el siguiente punto).
Una de las mejores funcionalidades del terminal es su reconocimiento facial que me ha sorprendido muchísimo
El trabajo realizado con el reconocimiento facial es digno de admirar, sobre todo en un teléfono de estas características y precio.
Como teléfono principal tengo un iPhone 11 del que destaqué en mi análisis esta funcionalidad y sinceramente me ha parecido asombroso lo bien que se desenvuelve este realme 5 en este apartado.
Hice la prueba de utilizar el reconocimiento facial a la vez y el iPhone quedaba en primer puesto (pero con una diferencia inferior a 1 segundo).
Además, el teléfono detecta cuando lo levantas, se enciende la pantalla y prácticamente al momento se desbloquea. Simplemente fantástico.
También he probado el sensor en condiciones de poca luminosidad y ángulos imposibles, así como también el desbloqueo con gafas de sol, y me ha respondido a la perfección salvo ocasiones muy puntuales.
Tengo muy claro que es uno de los puntos que más me han gustado del teléfono.
El notch es discreto y permite tener una sensación de pantalla casi total
Este realme 5 sigue los mismos patrones de los teléfonos modernos con ese notch en gota de agua, pero gracias a sus dimensiones pasa más desapercibido que en otros terminales y da la sensación de estar ante móvil con una pantalla total.
Aquí se integra la cámara frontal que ofrece una resolución de 13MP y arroja resultados muy logrados.
El teléfono unos altavoces discretos y todavía cuenta con puerto Micro USB en vez de USB C
En este apartado el realme 5 palidece un poco frente a terminales de la misma gama. Todavía apuesta por la conexión Micro USB, aunque como señalo más arriba tiene posibilidad de carga rápida y el altavoz no es muy potente. De todas formas esto se soluciona con su conexión jack para auriculares. Un añadido fantástico para amantes de la música.
En cuanto a la autonomía el resultado es ES-PEC-TA-CU-LAR
En sus tripas el realme 5 tiene un absoluto tesoro: una batería de 5.000 mAh que sin duda es el gran reclamo del teléfono. La autonomía del teléfono es simplemente asombrosa pudiendo alcanzar los 2 días — e incluso 3 — de uso.
Además, he estado poniendo a prueba al terminal con juegos de gran carga gráfica, música prácticamente a todas horas y con la pantalla encendida durante buena parte de la jornada.
Habituado a cargar el teléfono cada día o día y medio esto me ha parecido un salto en todos los aspectos.
Además, permite carga rápida con un cargador de 10W, pero no he podido comprobar cuanto tardaba ya que no estaba en la caja y se compra por separado. La carga normal, por su parte tarda bastante, pero la solución siempre pasa por conectarlo antes de dormir.
El rendimiento me ha parecido muy notable aunque con ligeras ralentizaciones puntuales
Gracias a su Snapdragon 665 y un procesador octa-core de 11nm el teléfono responde a una velocidad fantástica. He probado a tener el móvil con todas las aplicaciones abiertas en segundo plano y aún así el realme 5 no se ha resentido en ningún momento.
Además, si te gusta jugar con el teléfono tampoco encontrarás problema al mover los juegos más exigentes. Una cosa que me ha encantado es la utilidad de la aplicación Espacio de juegos que permite configurar ciertas características para potenciar algunos aspectos de los mismos, así como activar un modo No Molestar mientras estás jugando.
Me ha llamado la atención que al hacer fotos tardaba más de lo normal en procesarla y tenía que esperar unos segundos hasta tenerla lista y poder verla en el teléfono. Salvo esta pequeña falla que seguramente se arregle con alguna actualización y algún cuelgue puntual, el rendimiento del teléfono es fantástico.
En cuanto a conectividad tiene todo lo necesario pero le falla no tener NFC
Llevo ya desde hace unos años pagando con el teléfono y encontrarme con un teléfono que no tenga esta posibilidad ya que prescinde de esta funcionalidad sinceramente es un enorme paso atrás. En este sentido hubiese preferido un terminal un poco más caro pero que integrase el NFC ya que a día de hoy es algo absolutamente necesario en mi día a día.
Por su parte, el sistema operativo cumple, pero no he visto nada que me haya llamado la atención que merezca la pena destacar
Este realme 5 viene con Android 9 Pie con la capa de personalización ColorOS 6, un habitual en los teléfonos de OPPO pero con ciertos retoques. Si estás familiarizado con Android vas a encontrarte con un teléfono que no tiene nada de sorprendente pero cumple a la perfección. Ofrece la posibilidad de reducir o aumentar la cuadrícula de aplicaciones para que tengas más apps en una misma página o esté menos cargado, la opción de ponerlas donde quieras de la pantalla sin que haya ningún tipo de restricción, animaciones para el paso de página o la integración de Widgets de todo tipo, entre muchas otras cosas.
Además, viene con la posibilidad de utilizar un modo de pantalla partida que se activa deslizando con tres dedos hacia arriba que se me ha hecho muy cómoda utilizando el teléfono en modo horizontal gracias a su enorme pantalla.
Otro detalle que me ha gustado es su tienda de temas gratuitos que permite personalizar los iconos a tu gusto, pero como siempre hay aplicaciones que no han contemplado y quedan menos estéticas que las propias del sistema operativo o las clásicas como Facebook, Instagram o Twitter, por citar algunos ejemplos.
Más allá de eso no incluye ninguna otra funcionalidad destacada más allá de las conocidas que pueda tener otro teléfono con Android, pero eso sí: me ha gustado bastante y cumple con creces. El comportamiento es fantástico y navegar por el teléfono es realmente sencillo.
La cámara da muchas alegrías, pero también falla en ciertos puntos
Una de las novedades principales de este realme 5 es la cuádruple cámara trasera que incorpora una lente principal, una macro, un gran angular y un ultra macro. Además, dentro del notch tiene otra para los selfies. En cuanto a su comportamiento, hay muchos apartados en los que la cámara cumple con creces, pero existen ciertos puntos donde palidece.
Las fotos durante el día o en exteriores arrojan resultados buenos en donde destaca especialmente la lente ultra macro que me ha parecido sensacional. Durante la noche es cuando vienen los problemas, ya que el teléfono deja bastante que desear con fotos mal definidas en ciertos aspectos y otras que quedan muy artificiales.
Como he apuntado al principio del análisis, hubiese apostado por reducir el número de lentes y priorizar algunos puntos flojos de las demás como un modo noche o mayor fidelidad en el modo retrato.
A continuación unas cuantas fotografías de todo tipo.
Lo que más me ha gustado sin lugar a dudas es la lente ultra macro. Fíjate por ejemplo en la telaraña de la foto de la izquierda o de lo detallado que queda el elemento de la derecha
Para que te hagas una idea, esta es la foto tomada con la cámara principal de uno de los fotos tomadas con la ultra macro
En exteriores y con objetos la cámara principal funciona bien, aunque en modo retrato me ha dado cierta sensación artificial. Los colores, además, tampoco estaban tan bien definidos como me había esperado
Aquí tienes un ejemplo de cómo funciona la cámara principal, el angular y el gran angular y aunque en tema de profundidad me ha encantado, la fidelidad de los colores no tanto
El modo retrato del modo selfie, por su parte, queda un poco artificial, mira como está recortado el árbol de detrás, por ejemplo. En cuanto al modo foto, el resultado es bastante más satisfactorio
Si nos vamos a interiores, el resultado es bastante mejor y el desenfoque está más logrado
Y llegamos al punto negativo de la cámara: la noche. Hice la misma foto con cada uno de los tres objetivos y los resultados hablan por sí mismos
En cuanto a detalles u objetos más grandes la cámara deja colores muy apagados, mucho grano y poca definición
De todas formas, no todo es negativo en la oscuridad: la cámara frontal arroja buenos resultados
Este Realme 5 es un teléfono realmente fantástico candidato a superventas y con un precio de derribo dadas sus fantásticas prestaciones
Con este teléfono, se consagra como una compañía capaz de rivalizar de tú a tú con Xiaomi e incluso con teléfonos mucho más costosos que tienen funcionalidades más reducidas.
Concretamente, el realme 5 fantástico, ya que dadas sus características tiene un precio de derribo y tengo claro que será un auténtico superventas.
El smartphone tiene un diseño muy atractivo gracias, sobre todo, a su parte trasera que le dota de un aspecto curioso y atractivo. Además, cuenta con un reconocimiento facial capaz de ponerle las cosas complicadas a Apple ya que su tiempo de respuesta y ángulo para captar nuestra cara es realmente similar.
Por su parte, el sistema operativo no destaca en nada especialmente, pero cumple de manera sobrada y se hace muy fácil e intuitivo manejarse con él.
Como punto a destacar, solo puedo hablar maravillas de la duración de su batería. Los días de más uso durante la prueba el teléfono se me iba hasta los casi 2 días de uso prolongado sin pasar por el cargador y en aquellos en los que únicamente lo utilizaba de vez en cuando, la vida útil sobrepasaba con facilidad los 2 días y medio llegando incluso a los 3 días de autonomía.
En cuanto a la cámara, una de cal y una de arena. Durante el día la cámara se desenvuelve realmente bien, sobre todo en su modo ultra macro que ofrece unos resultados maravillosos, pero durante la noche las fotografías no cumplían del todo. Creo que la clave hubiese sido reducir las lentes para apostar por incluir un modo noche o mejorar la fidelidad del modo retrato.
Hablando del rendimiento, la nota es de sobresaliente aunque con ciertos matices. No han existido cuelgues de ningún tipo y todo iba realmente fluído a excepción de la carga de las fotografías tras tomar una instantánea o cierto retraso al abrir un par de aplicaciones de manera puntual, pero nada negativo especialmente destacable.
Por último, destacar la ausencia de NFC, algo que para mí ya es un básico y una de las primeras cosas que miro antes de decidirme por un nuevo terminal.
Sumando todos los puntos, el realme 5 se perfila como uno de los teléfonos más interesantes de la gama media y tengo claro que no tiene nada que envidiar a teléfonos más caros y de una gama más alta. Cumple con lo que se espera de un teléfono de estas características y además ofrece ciertas funcionalidades que no son propias de esta categoría.
Precio de derribo, brillante autonomía, cámara notable y rendimiento sobresaliente. Lo tengo claro: el realme 5 es un auténtico matagigantes.
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Descubre más sobre Carlos Ferrer-Bonsoms Cruz, autor/a de este artículo.
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