El realme 8 pro acerca las prestaciones premium a la gama media con un sensor de 108 megapíxeles por bandera y una autonomía casi infinita

En un escenario tecnológico cada vez más competitivo, realme, una compañía fundada hace casi 3 años, ha aparecido con el objetivo de revolucionar aún más el mercado existente y hacerse con su trozo del pastel. 

Y parece que lo está consiguiendo.

La joven marca china fue la que experimentó un crecimiento más rápido en Europa durante 2020, según datos de Counterpoint. En concreto, la empresa multiplicó por 10 sus ventas respecto a 2019 en un contexto marcado por la crisis sanitaria. 

El fabricante superó el millón y medio de ventas en dicho mercado durante el año anterior, frente a los 100.000 del periodo previo. Así, su market share en 2020 en Europa se estableció en un 1%, lejos aún de Samsung (32%) o Apple (22%), pero alcanzando a otros como OnePlus (1%) y situándose cerca de Oppo (4%). 

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Los expertos señalan que su sólida apuesta de valor le ha llevado a un crecer de forma exponencial en los mercados que, tradicionalmente, están más preocupados por los precios, por ejemplo, Italia, España o Europa del Este. 

De hecho, España es la región más importante para realme en ventas, ya que es uno de los países donde la gama media es el segmento más potente, al igual que Italia. 

La tecnológica basa su estrategia en una seña de identidad bien definida basada en un portfolio que no deja de crecer con terminales que incluyen especificaciones relevantes, pero que no comprometen el precio y con un foco puesto en el consumidor más joven. 

Con la mirada puesta en estas líneas directivas, la compañía ha anunciado hoy el lanzamiento de su nuevo smartphone, el realme 8 pro, que viene a revolucionar la gama media al ser el primer dispositivo de la marca que incorpora un sensor de 108 megapíxeles en toda su historia. 

Esta decisión coincide mucho con los valores de la empresa, que ha decidido incluir por primera vez esta prestación en sus terminales en uno que pertenece a este segmento y no a la gama flagship, como sería habitual. 

¿Quieres saber cuáles son las características principales de este smartphone? Sigue leyendo... 

Un diseño ligero, bonito y cuidado que llama la atención

 La compañía decidió presentar este dispositivo de una forma poco habitual. Realme hizo una rueda de prensa virtual a principios de marzo donde hablaba de las novedades fotográficas que incorporaría su nueva serie de smartphones. 

Durante la misma, se iban mostrando los diferentes modos fotográficos (de los que te hablaré más adelante) mediante pruebas con el realme 8 pro. En alguno de esos planos se mostró de forma breve cómo iba a ser este terminal por fuera. Los fans de la marca estaban eufóricos. 

A primera vista, el dispositivo no podía dejar mejor impresión, pero, ¿la mantiene cuando lo sostienes en tu mano? Un rotundo sí. 

El dispositivo mide 160,6 x 73,9 x 8,1 y pesa 176 gramos, es decir, es bastante ligero al cogerlo, una característica que sorprende por varios motivos. 

En primer lugar porque el gramaje es bastante inferior al de los smartphones habituales, que terminan por superar ampliamente los 200 gramos, como en el caso del Xiaomi Mi 10T Pro (218 gramos) o los rozan, como el Mi 11 (196 gramos), el Vivo Y0s (192,3 gramos) o el POCO M3 (198 gramos). 

En segundo porque, como ya he comentado en alguna review anterior, el peso del los teléfonos móviles suele depender, en gran parte, de la calidad de la batería que lo acompaña. Así, si quieres que tu smartphone tenga una autonomía elevada, esto supondrá que será más pesado, mientras que si prefieres que sea ligero, esta disminuirá. Pues bien, la sorpresa es que en este terminal una cosa no compromete necesariamente la otra porque incluye una batería de 4.500 mAh (de la que también te hablaré más adelante). 

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En definitiva, es uno de los terminales más ligeros que podrás coger, algo que es de agradecer cuando, seguramente, estarás utilizándolo todo el día a todas horas. A la vez, es muy manejable y cómodo, ya que en centímetros también es de los más pequeños del mercado, en comparación con otros como el Vivo Y20s (164,41 × 76,32 × 8,41), el POCO M3 (162,3 x 77,3 x 9,6 mm), el Mi 11 (164,3 x74,6 x 8,06 mm) o el Mi 10T Pro (165,1mm x 76,4mm x 9,33 mm). 

Estas medidas dan como resultado un terminal fino, bastante ligero y que es agradable al tacto. Nada que objetar al sostener el realme 8 pro. 

El dispositivo está disponible en 2 colores en España: Infinite Blue e Infinite Black. En mi caso, estuve probando este último, con un diseño predominante en color negro y algunos detalles en plateado.

En la parte trasera se encuentra el módulo de cámaras en la esquina superior izquierda delimitado por un cuadrado negro. Realme apuesta, así, por disponer esta herramienta en un lateral del dispositivo, lo que genera el temido efecto balanceo habitual en este tipo de teléfonos móviles al depositarlos sobre una mesa, pero sin llegar a ser algo demasiado molesto (como si ocurre con otros como el Mi 10T Pro). 

Siguiendo con la parte posterior, también destaca el lema de realme Dare to leap en el lateral derecho, de abajo hacia arriba, impreso en otro material distinto al de la cubierta, lo que genera una especie de efecto brillante al incidir la luz. Más pequeño, en el lado contrario, se sitúa el nombre de la compañía y otra serie de especificaciones y certificaciones. 

Todo ello sobre un material acabado en mate con un poco de brillo que evita que se queden las huellas en la superficie al cogerlo, todo un acierto por parte de realme y un soplo de aire fresco después de ver cómo el mercado se colpasaba con decenas de dispositivos con acabados resplandecientes. 

Por otro lado, en el borde inferior se sitúan el puerto de carga a través de USB-C, el altavoz y la entrada jack para auriculares. Esto último deja claro que realme continúa apostando por los cascos a través de esta conexión, en vez optar por eliminarlo y sucumbir al encanto de los inalámbricos, como han hecho otras compañías como Xiaomi, tanto en su Mi 10T Pro como en su Mi 11. 

En los bordes laterales se encuentra, en una de ellas, la botonera relativa a subir y bajar el volumen, así como el tradicional botón de desbloqueo, y en otra el tarjetero para la SIM. 

Por su parte, la parte frontal cuenta con la cámara en un pequeño agujerito (notch) en la esquina superior izquierda, al mismo estilo que el Mi 10T Pro y alejándose de la situación centrada de otros como el POCO M3. 

La relación entre el grosor de los bordes y el tamaño de la pantalla está bastante conseguida, salvo en el inferior, donde aumenta de forma considerable respecto a los otros 3. 

Una pantalla de 6,4 pulgadas que te acompañará en el día a día

Siguiendo con la pantalla, el realme 8 pro incorpora una con tecnología Super AMOLED de 6,4 pulgadas, lo que se traduce en una apariencia más brillante, con mayor contraste, una reproducción del color más realista y, dado que se puede ajustar cada píxel, también en una eficiencia energética mejorada. 

El terminal suma una resolución Full HD+ (2.400 x 1.080 píxeles) y una frecuencia de muestreo táctil de hasta 180Hz, enfocada sobre todo para el segmento gaming. 

Además, incluye un modo de luz solar con el que se permite ver la pantalla incluso en situaciones de mucha luminosidad, así como otro de protección ocular para reducir la fatiga visual de forma eficaz. 

Todas estas especificaciones se traducen en la práctica en una experiencia bastante satisfactoria, tanto para ver series o contenido audiovisual en el teléfono como para utilizarlo en el día a día. 

La pantalla también es el apartado protagonista por otra razón, ya que el realme 8 pro incorpora un sensor de desbloqueo en el propio cristal, algo que hasta ahora estaba relacionado con las gamas más elevadas (por ejemplo, el Mi 11). 

Una experiencia fluida casi perfecta gracias al Snapdragon 720G y al realme UI 2.0

El realme 8 pro incorpora el Snapdragon 720G que, junto a la frecuencia de muestreo táctil de hasta 180Hz, da como resultado una sensación de fluidez y de potencia que responde a prácticamente a todo lo que le pidas, incluso a algunos de los juegos más exigentes. 

En comparación con la última generación, Snapdragon 720G tiene un 10% de mejora en el rendimiento de la CPU, un 75% de mejora en el rendimiento de la GPU y en la pantalla, según datos de la propia marca. 

El terminal será el primer teléfono que salga al mercado con realme UI 2.0, basado en Android 11, la capa de personalización "más rápida, fluida y segura" de la compañía hasta la fecha, según anunciaron. Y vaya si lo es. 

La verdad es que he quedado muy sorprendida de la cantidad de cosas que se pueden editar al gusto en el dispositivo, desde cómo quieres ver los iconos (más o menos grandes, con esquinas redondeadas o cuadradas, con el nombre o no de la aplicación) hasta los colores o el efecto que genere el desbloqueo por huella en pantalla. 

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Realme se posiciona así como el adversario directo de Xiaomi, cuyas capas sobre Android siempre han llevado por bandera la gran capacidad de personalización que ofrecían. La primera suma, además, una interfaz con menos aplicaciones preinstaladas (bloatware) como ocurre, por ejemplo, con el Vivo Y20s, algo que es de agradecer para no toparse de pronto con una pantalla hipersaturada. 

Siguiendo con el sistema operativo, otra de las prestaciones que más destacaría en el caso de este dispositivo es el cuidado a la privacidad que ofrece, ya que introduce funciones como 'Clonador del sistema', donde puedes definir 2 contraseñas distintas para 2 sistemas distintos que garantizan la seguridad de tus datos.

En la práctica no he tenido casi ningún problema en el uso diario, aunque sí que he notado un par de cierres puntales de una aplicación que estaba utilizando sin motivo ninguno, en concreto, Youtube (¡la gracia que te da cuando te cortan una canción a mitad!). No obstante, el resto del tiempo he disfrutado de usar el smartphone. 

Una batería de 4.500 mAh, carga rápida de 50W y un cargador de 65W: la combinación perfecta

Respecto a la autonomía, el realme 8 pro incorpora una batería de 4.500 mAh, a la que se suma una carga rápida de 50W.

Como ya te he adelantado, este aspecto es uno de los más sorprendentes del terminal, ya que tieneuna autonomía capaz de llegar hasta el día y medio, e incluso los 2 días en los usuarios menos exigentes, que no compromete el peso del dispositivo, al contrario que ocurre en otros. 

Por ejemplo, el Mi 11 de Xiaomi gasta una batería de 4.600 mAh y 196 gramos, mientras que la del realme 8 pro es casi equivalente, pero con 20 gramos menos. Puede parecer algo poco importante, pero ya te digo que con algo que vas a estar sosteniendo a todas horas, se nota. 

En caso es que el usuario que elija este móvil de realme no tendrá que preocuparse en exceso por la autonomía, ya que, aunque no es de las más altas del mercado (hay algunos que ya superan los 5.000 mAh como el Redmi Note 10 Pro de Xiaomi), lo compensa gracias a la carga rápida que incluye. 

Y es que este parece ser el must entre los fabricantes de teléfono móvil: situarse en una balanza entre la autonomía que son capaces de ofrecer sin que resulte en un dispositivo inmanejable compensándola gracias al fast charge. 

A nivel práctico, estos números permiten que en poco menos de una hora se haya cargado el terminal de forma completa y un tiempo de uso de  33 horas de llamadas, 82 horas escuchando música, 8 horas jugando, 22 horas enviando mensajes o 20 horas viendo vídeos de Youtube, según pruebas de la propia marca. Personalmente, puedo decirte que vas a llegar al final del día de sobra, incluso te va a bastar para utilizarlo durante un día y medio. 

Esta autonomía también se produce gracias al procesador que incorpora, así como a la pantalla AMOLED, que contribuyen al bajo consumo energético que lleva por bandera este smartphone. 

Por último en lo que tiene que ver con la autonomía, cabe comentar que la compañía ha incluido un cargador de USB-C de 65W en la caja, algo que ya no se da por hecho desde que fuese puesto en duda por marcas como Apple o Xiaomi (que, finalmente, reculó). 

La potencia de carga superior del cable permite que lo puedas utilizar para otro tipo de dispositivos que sí la soporten. Un acierto por parte de realme y una muy buena noticia para los usuarios. 

NFC y un audio con una calidad sorprendente, otros de sus puntos fuertes

Como ya he comentado en el apartado de la pantalla, el terminal incorpora el desbloqueo por huella en el propio cristal, algo que hasta ahora solo llevaban los flagship o las gamas más altas. Elegir una forma para activar el dispositivo no deja de ser algo personal, hay algunos que prefieren la huella, otros el pin y otros el facial. 

Personalmente, creo que la huella es el más rápido y eficiente y, aunque me ha costado acostumbrarme a hacerlo a través de la pantalla en vez de en un lateral, una vez lo haces es algo que echas de menos en el resto de terminales y que agradeces tener. 

Respecto al resto de aspectos relacionados con la conectividad, el realme 8 pro incluye NFC (al igual que su predecesor, el realme 7 pro), Bluetooth 5.0, así como la posibilidad de introducir 2 tarjetas SIM y una SD hasta 256GB. 

En el apartado de audio, el dispositivo cuenta con 2 micrófonos enfocados a la supresión de ruido y la  certificación Hi-Res Audio, lo que supone que garantiza una experiencia audiovisual alta. En la práctica esto se traduce en una calidad bastante destacable que permite disfrutar de escuchar música, ver vídeos o una serie de forma bastante satisfactoria. 

Un sensor de 108 megapíxeles como protagonista y modos fotográficos casi para cualquier ocasión 

Y llegamos a la joya de la corona: el apartado fotográfico con un sensor de 108 megapíxeles como reclamo principal. 

La compañía ha querido incidir tanto en este aspecto que realme organizó una presentación previa a la oficial donde solo hablaba de las prestaciones relacionadas con la cámara que iba a incluir esta nueva generación. No es para menos, ya que se trata del primer dispositivo de la marca que incorpora un sensor de estas características. Sin embargo, el sensor de 108 megapíxeles no llega solo, sino que le acompañan:

• Una cámara de 16 megapíxeles en la parte frontal.
• Un ultra gran angular de 8 megapíxeles.
• Un macro de 2 megapíxeles.
• Un sensor en blanco y negro de 2 megapíxeles. 

Personalmente, mi favorito es el ultra gran angular porque creo que puede dar mucho juego a la hora de hacer fotografías o vídeos originales, especialmente en los viajes. Es un sensor que echo mucho de menos en los terminales que no lo incorporan, así que creo que ha sido todo un acierto por parte del fabricante añadírselo a este realme 8 pro. 

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No obstante, las novedades fotográficas de este dispositivo no se ciñen solo a los sensores, sino que también tienen que ver con el software, ya que la compañía ha mejorado e implementado nuevos modos para capturar la realidad. 

Por ejemplo, podrás realizar fotografías del cielo estrellado con el modo constelación (Starry Mode), hacer capturas de paisajes que parezcan miniaturas con el efecto diorama o ampliar las imágenes sin comprometer mucho la calidad gracias a la tecnología In-sensor Zoom. 

En el apartado vídeo cuenta time-lapse, cámara lenta, vídeo dual, estabilizador para intentar evitar el bamboleo de la imagen cuando grabas mientras andas, un filtro que te permite capturar a una persona en color mientras el fondo permanece en blanco y negro o la mejora de la imagen a través de inteligencia artificial, entre otras herramientas. 

La verdad es que es una de las cámaras más completas que he probado, con modos que hasta ahorasolo había visto en los terminales más premium y que te van a encantar si te gusta la fotografía. A continuación, te enseño algunos ejemplos de mi trasteo con la cámara del realme 8 pro: 

Su gran reclamo no defrauda. Este es el resultado de disparar con el sensor de 108 megapíxeles, aunque no se aprecia del todo porque la imagen está remuestreada. Increíble.

Aquí puedes observar cómo la fotografía hecha con el sensor de 108 megapíxeles no pierde calidad aunque se amplíe drásticamente.

El modo noche es otro de los puntos fuertes de este terminal. Observa la diferencia entre la primera imagen (sin este modo) y la segunda (con él), se ganan multitud de detalles sin necesidad de utilizar si quiera el flash. 

En estas imágenes puedes ver la diferencia entre el disparo con la cámara frontal en modo normal o en retrato. El desenfoque en la segunda opción es bastante artificial, aunque puedes regularlo a tu gusto a la hora de hacer la foto. 

A continuación, algunos ejemplos más:

En este pequeño vídeo puedes ver cómo graba el realme 8 pro a través del time-lapse (y te doy una pista de cuál va a ser la próxima review).

¿Y por cuánto?

El realme 8 pro estará disponible a nivel global en 2 versiones distintas: 6GB +128GB y 8GB + 128GB.

La primera llegará a España en una versión exclusiva que solo se venderá a través de Amazon por 279 euros, aunque habrá un descuento de lanzamiento del 24 al 30 de marzo por 259 euros. 

Por su parte, la segunda estará disponible por 299 euros y se podrá adquirir tanto en Amazon como en el resto de distribuidores de la marca (MediaMarkt, Fnac, The Phone House o Aliexpress). Realme ha anunciado que también habrá undescuento en pre-compra para esta versión en todos los canales del 24 de marzo al 30 por 279 euros. 

El precio del terminal con mayor capacidad es exactamente el mismo con el que salió el 7 pro, pero una mejora principal notable, ya que la generación anterior incluía una lente de 64 megapíxeles, mientras esta se estrena con los 108 megapíxeles. 

La realidad es que cada vez es más habitual disponer de prestaciones relacionadas con los segmentos más altos por un precio más bajo. Desde hace algunos años, ya no es patrimonio de las gamas premium incoroporar herramientas como el NFC, la cámara de 108 megapíxeles o una batería que supere los 4.000 mAh. 

Ahora, la pelea está en hacer accesible este tipo de utilidades, algo que se refleja perfectamente en este dispositivo. 

Realme consigue aunar en un mismo teléfono móvil una pantalla de 6,4 pulgadas con frecuencia de muestreo táctil de hasta 180Hz que permite una experiencia fluida, un apartado fotográfico completo con un sensor principal de 108 megapíxeles como joya de la corona y una autonomía de gran durabilidad apoyada por una carga rápida de 55W, todo ello por menos de 300 euros y bajo un diseño cuidado y ligero. 

En definitiva, el realme 8 pro suma todas las características para convertirse en uno de los terminales más exitosos del año