El realme GT Master Edition apuesta por una configuración orgánica en todos sus aspectos y no deja nada al azar: por qué se convertirá en el 'matagigantes' de la gama media

El ascenso de realme parece imparable. 

La marca, que empezó a destacar en los análisis de cuota de mercado de Counterpoint a principios de 2019, desligándose del apartado Otros y ganándose su propio hueco en la clasificación, no para de crecer.

Con apenas 3 años de vida, el fabricante ha ido ganado punto porcentual a punto porcentual, trimestre a trimestre, hasta situarse en un 4% a nivel global durante los primeros 3 meses de 2021. 

La compañía empata en porcentaje con Huawei, que cae desde un 8% en el trimestre anterior (debido a la separación de HONOR), y recorta distancia con otras como vivo, que suma un 10% de market share u OPPO, con un 11%, sus 'hermanos', ya que estas 2 últimas y realme son subsidiarias de BBK Electronics. Por otro lado, aún lejos del top 3, con Xioami (14%), Apple (17%) y Samsung (22%) en la cúspide. 

En número de envíos, la marca ha alcanzado los 12,8 millones a nivel global durante los 3 primeros meses del año, un poco por debajo de los 14 sumados durante el inmediatamente anterior, pero casi el doble frente a hace un año, cuando reportó 7,2 millones. 

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De hecho, según Counterpoint, el fabricante chino, fue el que experimentó un crecimiento más rápido durante 2020, con un 65% interanual. En concreto, multiplicó por 10 sus ventas respecto a 2019, toda una sorpresa, ya que este ascenso se produjo en un contexto marcado por la crisis sanitaria derivada del COVID-19. 

Estos números se deben la estrategia firme de la compañía, basada en ofrecer un portfolio enorme, que no deja de crecer, con terminales que ofrecen especificaciones relevantes para el usuario, pero que no comprometen el precio. Esta sólida apuesta ha favorecido su crecimiento en mercados donde los consumidores otorgan más importancia al coste, como Italia o España. 

Precisamente esa última región, una de las más importantes para la marca en ventas, ha sido uno de los escenarios de lanzamiento de uno de los últimos modelos de la firma perteneciente a la serie GT. Se trata del realme GT Master Edition,un móvil enmarcado en la gama media, pero con vocación de alta. 

¿Quieres saber cuáles son las características principales de este smartphone? Sigue leyendo... 

Un diseño original y cuidado que sigue la línea de los dispositivos de la marca... 

No sé si es que llevaba mucho tiempo sin tener en mis manos un móvil que me impresionase tanto o forma es parte del efecto que busca la marca, pero lo cierto es que el realme GT Master Edition me ha parecido espectacular. Es, sencillamente, precioso. 

A primera vista, el smartphone ya destaca por contar con un diseño original y cuidado, algo que se va confirmando a medida que te vas dando cuenta de todos los detalles que lo componen. Vamos por partes. 

La cara posterior está diseñada en un elegante color gris conel clásico material rugoso (cuero vegano) que la marca ya ha introducido en otros terminales como el realme GT. En este caso, la compañía ha optado por elaborar un entramado de rectángulos sobresalientes a lo largo de dicha cara, con unos que van de lado a lado en el grueso del teléfono y uno más pequeño en la parte superior, al lado del módulo de cámaras trasero. 

El fabricante también ha introducido aquí su logo en color plateado, así como la firma del diseñador que ha formado parte de su elaboración, Naoto Fukasawa, que se inspiró en las maletas y en los viajes para definir la forma tan característica de este móvil. 

El realme GT es un auténtico matagigantes: espectacular diseño, potencia desmedida y una pantalla que es una delicia

Respecto a las cámaras, estas, sorprendentemente, apenas sobresalen, lo que evita el molesto bamboleo que sí introducen otros modelos como el Xiaomi Mi 10 T Pro o, en menor medida, su predecesor, el realme 8 Pro. Gran punto a favor. 

Una de los detalles que más me ha gustado de este dispositivo, es que viene acompañado de una funda que reproduce su diseño, de forma que no tendrás que perdértelo por llevar el móvil protegido. Todo un acierto dado lo bonitos y originales que tienden a ser las cubiertas de los terminales de esta marca. 

La parte delantera está protagoniza enteramente por la pantalla, de la que hablaré más adelante, así como la cámara delantera, situada en la esquina superior izquierda. 

Los laterales introducen el resto de elementos, entre los que destacan la botonera de la tarjeta SIM, los botones relativos a subir o bajar el volumen, el de desbloqueo, así como los puertos de carga (a través de USB-C) o el Jack de 3.5 milímetros para los auriculares, además de los altavoces y los micrófonos correspondientes. 

... al que pone la guinda la ligereza y la manejabilidad con la que cuenta. 

El dispositivo, disponible en 3 colores (el ya mencionado color gris emulando a una maleta, en blanco y en negro), suma unas dimensiones de 159,2 x 73,5 x 8 milímetros, es decir, las de un móvil medio habitual. Por comparar, su predecesor, el realme GT, cuenta con 158,5 x 73,3 x 9,1 milímetros, más o menos parecidas. 

Más allá de las medidas, el terminal alcanza un peso de 180 gramos en la versión diseñada por Fukasawa, algo menos que el de la serie previa, que cuenta con 186 gramos. No llega a los 159 gramos de los que presume el Mi 11 Lite 5G de Xiaomi, pero tampoco se queda muy lejos. 

Todos estos números se traducen en que el realme GT Master Edition es un dispositivo ligero, manejable y agradable de sostener porque se aleja de las dimensiones desorbitadas a las que nos tienen acostumbrados los últimos smartphones. Además, el material utilizado para su diseño favorece un agarre fuerte y seguro. 

La pantalla de 6,43 pulgadas destaca por sumar una tasa de refresco de 120 Hz que favorece una experiencia fluida. 

El realme GT Master Edition cuenta con una pantalla AMOLED Full HD+ 2.400 x 1.080de 6,43 pulgadas hecha por Samsung con una tasa de refresco de 120Hz y una tasa de muestreo táctil de 360 Hz, característica que comparte con el realme GT y que le convierte en uno de los mejores paneles de su rango de precio, según afirma la marca. 

La realidad es que compite muy bien dentro de su segmento. 

Entre sus puntos fuertes está la fluidez que destila en todos los movimientos, alejándose de los cambios bruscos o de las ralentizaciones, lo que genera una experiencia cómoda y agradable. Además, a la hora de visualizar contenidos en el terminal, verás que la representación de los colores es bastante extensa, lo que permite disfrutar de esta tarea. 

Mención especial si eres de los que usan el móvil para jugar, ya que esta configuración te permitirá trasladar de forma inmediata (o casi) las acciones que realices al juego, lo que ayuda a una mejor inmersión (y a no desesperarse). 

Por otro lado, cabe destacar que el agujero correspondiente a la cámara delantera del terminal, situado en la esquina superior izquierda, no molesta para nada a la hora de interactuar con el smartphone y la relación cuerpo/pantalla está bastante conseguida, reduciendo los márgenes al mínimo.

El combo entre el procesador y el sistema operativo se traducen en una experiencia fluida y personalizable: no habrá un móvil igual al tuyo.  

A nivel de procesador, el móvil de realme cuenta con el Snapdragon 778 5G que, según la marca, ve la luz por primera vez a nivel mundial, algo que en una época marcada por la escasez de semiconductores es toda una buena noticia. 

Esta elección, junto a las tasas de refresco y muestreo, favorecen la experiencia fluida de la que te hablaba antes, tanto a la hora de jugar como de navegar por internet o de la multitarea. Es de subrayar que, en los día que he estado probando el terminal, no he sufrido ningún lag ni cierre inesperado. 

Todo ello, además, sin calentarse en exceso, algo en lo que realme ha puesto especial foco, introduciendo un sistema de enfriamiento de 5 capas capaz de cubrir el 100% de las fuentes de calor del núcleo, lo que, según la marca, reduce la temperatura y mantiene el teléfono en un alto rendimiento. 

Esta novedad viene acompañada de hasta 8 GB de memoria y hasta 256 GB de almacenamiento junto al sistema operativo propio de la marca, realme UI 2.0, basado en Android 11, el mismo con el que cuenta el realme GT, su predecesor. 

La capa de la compañía incorpora un gran nivel de personalización, sin nada que envidiar a otros fabricantes que también inciden en este punto como Xiaomi. Si eres como yo y te gusta tener un terminal exactamente a tu gusto (variando, por ejemplo, el tamaño de los iconos, su apariencia o la distribución), disfrutarás navegando por todas las opciones que alberga. 

En conectividad no se puede pedir más: 5G, NFC y Wifi 6. 

En lo que tiene que ver con la conectividad, el realme GT Master Edition tiene poco que envidiar a los terminales de gama alta. En concreto, cuenta con NFC, 5G y es compatible con Wifi 6.  

Ahora que hacerse con un terminal que incorpora la conexión de redes de quinta generación parece indispensable, este dispositivo se posiciona como una de las grandes opciones del mercado debido a su precio y a que la suma de esta herramienta no compromete el resto de prestaciones. Todo un lujo para los que necesitan velocidad de conexión ultrarrápida. 

Lo mismo ocurre con el NFC, en un contexto donde los pagos a través del móvil están a la orden del día, especialmente tras la pandemia derivada del COVID-19, disponer de ello al precio de gama media es sensacional. 

Respecto a la seguridad del terminal, el realme GT Master Edition cuenta con varios modos de desbloqueo: código, huella dactilar en la pantalla (que se puede personalizar) y reconocimiento facial. 

Una batería que despunta por su carga rápida, superior a muchos modelos de gama alta.  

La autonomía es, probablemente, una de las particularidades donde más destacan los terminales de realme y, en este killer de gama media, como lo han llamado desde la compañía, no iba a ser menos. 

El terminal cuenta con una batería de 4.300 mAh, un poco por debajo de la de su predecesor, el realme GT, que suma 4.500 mAh y de otros modelos de gama media como Redmi 9T de Xiaomi, que incorpora hasta 6.000 mAh. 

Sin embargo, el punto fuerte de este smartphones su carga rápida, de hasta 65W, característica que comparte con el realme GT y que permite recuperar el 60% en apenas 20 minutos y completarla en cerca de media hora. Una de las mejores que he probado hasta la fecha y que ha conseguido dejarme sin palabras. 

La gran mayoría de los modelos de gama media que he analizado incluían una prestación básica, situándose entre los 18W (como el Redmi Note 9T o el POCO M3 Pro 5G) o los 33W (como el Xiaomi Redmi Note 10). Realme dinamita esas cifras y las dobla, ofreciendo algo que hasta ahora solo estaba disponible en las gamas más elevadas -y no en todos-.

Una apartado fotográfico equilibrado que apuesta por la calidad en la lente selfie. 

Y llegamos al apartado fotográfico.

Los teléfonos dentro de la gama media suelen batallar mucho con este apartado, ya que pueden optar por sacrificar las lentes en función de otras prestaciones como el procesador o elevarlas comprometiendo el resto de características. Muy pocos consiguen situarse en el débil equilibrio entre ambos. 

Realme, sin embargo, se acerca muchísimo con este GT Master Edition, que cuenta con 4 cámaras con la siguiente configuración:

Una cámara selfie de 32 megapíxeles con una apertura de f/2.45.  

• Una cámara principal de 64 megapíxeles con una apertura de f/1.8. 
• Una lente ultra gran angular de 8 megapíxeles con una apertura de f/2.3.
• Una lente macro de 2 megapíxeles con una apertura de f/2.4.

El dispositivo repite los números de su predecesor, el realme GT, pero incrementa la calidad de la cámara delantera, pasando de 16 megapíxeles a los 32 que contiene esta versión. 

Este lente es la protagonista del apartado fotográfico gracias a su sensor Sony IMX615, que suma calidad a las imágenes y permite una resolución más elevada, según la propia marca. 

Lo cierto es que es bastante difícil encontrar una cámara de tal calibre en la parte frontal de los dispositivos, ya que los fabricantes suelen dejar las lentes buenas para la parte posterior y solo centrarse en ellas cuando se trata de modelos flagship. Esto no se cumple en el caso de este terminal, que mantiene unos estándares de calidad tanto en lo que tiene que ver con el sensor principal delantero como con el trasero. Todo un acierto en una época donde los selfies están a la orden del día. 

A nivel de uso diario, el smartphone responde de forma bastante satisfactoria a todas las situaciones que te puedas encontrar a lo largo del día, incluso en aquellas de poca luminosidad gracias a su modo Noche. 

Entre los aspectos que más me han llamado la atención, cabe destacar el hecho de que cuente con un gran angular, un sensor que cada vez utilizo en mayor medida y que ya considero un imprescindible en las configuraciones fotográficas (y que hasta ahora solo estaba en los terminales de gamas más elevadas). Además, suma modos específicos como el de estrellas o el de calle, algo que ya he visto en otros terminales y que nunca está de más. 

En definitiva, no estamos ante un dispositivo fotográfico de gama alta, quizás echo de menos el sensor de 108 megapíxeles presente en otros terminales de la misma categoría, pero creo que realme lo compensa bastante bien con el resto de prestaciones y, sobre todo, en el precio. 

El sensor principal me ha dejado bastante sorprendida, los colores son bastante cercanos a la realidad y la calidad es indiscutible (casi no me acuerdo de los 108 megapíxeles). 

En esta serie puedes ver la progresión desde un ángulo más abierto hasta un aumento de 5 puntos. La verdad es que el móvil responde de forma bastante acertada y, hasta en el más cercano, se sigue apreciando la calidad de la imagen.  

Aquí puedes apreciar la diferencia entre los disparos con modo retrato y sin él. El primero permite tener un ángulo de visión más amplio, aunque no reconoce de forma perfecta el pelo, fíjate, se deja mechones fuera, lo que da un aspecto artificial. 

Por otro lado, aquí puedes ver la diferencia entre las fotos con modo retrato o sin él hechas con la cámara principal. Con el primero los colores están menos saturados, mientras que con el segundo hay un mayor contrastre. 

El Modo Noche es otra de las herramientas fotográficas que me ha dejado bastante sorprendida. Si disparas sin activarlo lo más probable es que la foto salga movida, pero con él mejora mucho la nitidez y recuperas mucha información. 

A continuación, algunos ejemplos más de mi trasteo con el realme GT Master Edition... 

Un terminal orgánico en todos sus aspectos por menos de 350 euros.

El realme GT Master Edition está disponible en España en la versión de 6GB de memoria y 128GB de almacenamiento por 349 euros, mientras que la de 8GB más 256 GB costará 399 euros como precio oficial de salida. 

Sin embargo, la marca ha sacado una oferta inicial, disponible del 23 de agosto hasta el 27 de agosto, por 299 euros y 379 euros, respectivamente. Además, AliExpress pondrá a disposición de sus usuarios cupones de descuento de 43 euros extra en el precio final del producto a las primeras 3.000 personas que compren el móvil, así que se podrá adquirir desde 256 o 336 euros. 

La compañía ha avanzado que, más adelante, se podrá adquirir en otros retailers como Amazon, así como en tiendas físicas. 

La verdad es que he quedado bastante sorprendida por lo orgánico que es este terminal. 

Normalmente, los teléfonos de gama media sobresalen en alguna característica concreta (ya sea la autonomía, el procesador o la conectividad) y comprometen el resto, por ejemplo, destacando en batería -hay terminales que suman más de 5.000 mAh-, pero sin 5G o NFC. No es el caso del realme GT Master Edition. 

Este smartphone consigue ofrecer una calidad constante en prácticamente todos sus aspectos, tanto en la pantalla -con la tasa de refresco de 120 Hz- como en el sistema operativo hiperpersonalizable o en la configuración de las cámaras, donde sobresale un sensor de cámara selfie por encima de prácticamente todos los modelos de su gama. Eso sin mencionar la extensa conectividad que incorpora. 

No hay duda de que realme ha cuidado hasta el último detalle de este terminal, que viene a competir en un segmento de precio complicado por la gran oferta existente, pero con grandes posibilidades.