Esta es la receta de cordero perfecta, según los expertos

El cordero es un clásico en los menús de los días festivos, aunque es una receta que también se puede preparar en cualquier otro momento del año.

Es una receta muy sencilla que saldrá perfecta mientras se cumplan ciertas reglas imprescindibles, como escoger una pieza de carne de elevada calidad y tener paciencia, ya que requiere al menos 2 horas de preparación.

Al ser un plato que no se cocina a diario, es normal que se olviden ciertos detalles importantes que harán que tu receta de cordero asado al horno salga perfecta y sorprendas a tus invitados.

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Este plato típico de la cocina castellana tiene en realidad una preparación muy sencilla, pero pillarle el punto es lo que hace que se complique. 

Una duda común a la hora de elegir qué parte del cordero cocinar es si escoger pierna, paletilla o costillar. Lo cierto es que eso va al gusto, pero lo recomendable es que se trate de cordero lechal.

Sin prisa en la cocina y paso a paso

Lo primero y más importante es que no te entren las prisas. Lo ideal es empezar 3 horas antes de servirlo como poco y así no irás con el tiempo justo.

1. Precalienta el horno a 180ºC durante una hora para que el calor se reparta bien.
2. Unta ligeramente de aceite de oliva la parte de la carne del cordero y echa sal gorda tanto por la parte de la carne como por la de la piel. 
3. Llena un centímetro de agua en la bandeja del horno, pon encima la rejilla y coloca sobre esta la pieza de cordero —con la carne hacia arriba—, asegurándote de que no toca el agua de la bandeja. Otra opción es colocarlo sobre una cazuela de barro o de cerámica.
4. Mete el cordero al horno durante alrededor de 1 hora a 180ºC. 
5. Pasado ese tiempo, saca el cordero y dale la vuelta para poner la piel hacia arriba. Si la pinchas con un tenedor, evitas que se hinche y acabe rompiéndose. 
6. Vuelve a meter el cordero otra hora a 180ºC hasta que la piel esté dorada.
7. Para acabar, sube la temperatura del horno a 200ºC durante unos 15 minutos más para conseguir el tostado y crujiente perfecto de la piel, con cuidado de que no se queme.

Ya está lista esta tradicional receta que puedes acompañar de una ensalada, una rica guarnición de verduras o patatas horneadas con un chorro de aceite y finas hierbas.