Las reclamaciones colectivas como recurso imprescindible para evitar los abusos de poder de las grandes corporaciones

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DEMANDAS COLECTIVAS - ARTÍCULO ESKARIAM - PORTADA
  • El número de demandas colectivas en 2021 superó en Europa todas las cifras anteriores registradas con un total de 110 reclamaciones. 
  • Un sistema de reclamaciones colectivas puede disuadir a las grandes corporaciones de cometer irregularidades, aumenta la eficiencia jurídica y brinda la oportunidad a que los afectados demanden a grandes organizaciones mediante un sistema económico más viable.
  • En tan solo cuatro años de vida, ESKARIAM ya figura entre las firmas más innovadoras de Europa gracias a su gestión 360º de las demandas colectivas.

Que la unión hace la fuerza es una de esas lecciones que tenemos todos grabada a fuego. Pero ¿siempre recurrimos a este mantra? Los datos dicen que no. Nos quejamos poco y, aún menos, acompañados. Y eso, en temas laborales y judiciales, acaba perjudicando a la sociedad. 

Las malas praxis y el abuso de poder en las organizaciones existen, pero la buena noticia es que, cada vez más, se penalizan y la población está dispuesta a plantarles cara. Es decir, ha llegado el momento en que la sociedad, pero también la justicia, se rebele contra estas prácticas. De hecho, debido a su impacto negativo en el buen funcionamiento de los mercados y en los propios consumidores, los abusos o infracciones de las normas de Competencia por parte de grandes compañías son hoy uno de los principales motivos por el cual está habiendo un auge en el mercado de las demandas colectivas de reclamaciones de daños.

Es cierto que en países como Australia o Estados Unidos, la cultura de reclamación está más instaurada que en España. Pero en Europa, la Comisión Europea trabaja concienzudamente por dotar de más y mejores herramientas a todos los afectados por estos tipos de abusos empresariales. Y los resultados de este trabajo empiezan a dar sus frutos, también en España, con un aumento en los juzgados de reclamaciones colectivas. 

Un sistema de reclamaciones colectivas aumenta la eficiencia jurídica

Según el Informe sobre Demandas Colectivas en Europa en 2022 de CMS, estas acciones judiciales están incrementando y mucho. Han crecido más del 120% entre 2018 y 2021. Solamente en Europa, y contabilizando únicamente el 2021, se interpusieron 110 demandas colectivas. En España, un ejemplo de litigio colectivo de gran relevancia (por el número de afectados, la larga duración del cártel y la relevancia económica) es el de miles de ganaderos afectados por prácticas ilícitas y acuerdos ilegales entre algunas de las principales industrias lácteas en España. El popular caso del Cártel de la Leche.

Pero ¿por qué se han posicionado estos litigios como una gran ventaja frente a otras acciones legales más tradicionales? Se ha demostrado que un sistema de reclamaciones colectivas, bien ejecutado claro está, es capaz de disuadir a las grandes corporaciones de cometer irregularidades. Pero no solo eso, también aumenta la eficiencia jurídica y brinda la oportunidad a que los afectados demanden a grandes organizaciones mediante un sistema económico más viable para ellos. 

Por tanto, uno de los grandes beneficios es que se puede llegar a reparar el daño a muchos afectados que de otra manera no podrían ni reclamar, ya que es posible que la indemnización recibida no llegara a cubrir los gastos judiciales que un solo reclamante tendría que soportar. Aun así, parte de la ciudadanía aún desconoce este tipo de herramientas para poder ejercer sus derechos. 

ESKARIAM - FOTO SESIÓN

La llegada de nuevos players especializados

Las estadísticas estiman que las demandas colectivas van a crecer en España a un ritmo del 120% en los próximos años. En este nuevo escenario, se están desarrollando además nuevos sistemas jurídicos y herramientas legales en España que impulsarán el mercado de las demandas colectivas. Esto va a suponer una alta demanda de empresas y profesionales especializados que puedan cubrir las nuevas necesidades de este nicho legal. Ha llegado, por lo tanto, la hora de los nuevos players jurídicos.

Esos nuevos players jurídicos trabajan en estructuras no piramidales y no suelen recurrir al sistema de facturación por horas. Todo ello acompañado de la necesidad de contar con fuentes de financiación especializadas.

Como ya sucede en Reino Unido, en España están surgiendo ya fondos de litigios así como players legales especializados. Es el caso de ESKARIAM, la primera empresa de servicios jurídicos en España especializada en reclamaciones colectivas y litigios de alto valor. Con un modelo de negocio y una metodología de trabajo innovadores, ESKARIAM ofrece servicios 360º en litigios complejos de larga duración.

Progreso, innovación y disrupción legal. Así es el día a día de esta empresa que se ocupa desde las campañas de comunicación y marketing para captación de afectados hasta la gestión documental, aportando una alta calidad jurídica, y realizando un cuidado seguimiento financiero hasta el pago de la indemnización al cliente. Todo gracias a los procesos estandarizados, una tecnología adaptada, a sus equipos especializados y a sus legal project managers.

Actualmente, ESKARIAM defiende los derechos de más de 7.000 ganaderos afectados por el Cártel de la Leche y está participando en dos acciones de clase (contra Apple y Google) en Portugal.

Foto de familia, con la plantilla que forma ESKARIAM.
Foto de familia, con la plantilla que forma ESKARIAM.

El futuro de las demandas colectivas

Como se indica, Europa está dotando de herramientas a los estados para impulsar sistemas adecuados de litigación en beneficio de los afectados por prácticas abusivas. Ejemplo de ello, es la necesidad que tienen todos los países europeos de adaptar antes de que finalice el año su sistema procesal a la Directiva (UE) 2020/1828, que permite integrar sistemas mucho más eficientes de reclamación colectiva. Con esto se favorece este tipo de litigios, dotando al sistema de mayor agilidad y seguridad. ¿El desafío? Tener un sistema de reparación de consumidores de demandas colectivas. 

Por lo tanto, España tiene hasta diciembre para trasponer la directiva y que las medidas adoptadas entren en vigor en julio del año que viene. Plazos que se antojan difíciles de cumplir dado el estado en que se encuentra actualmente la trasposición. Es una gran oportunidad para diseñar un sistema eficaz que evite el colapso judicial y ofrezca las máximas garantías procesales. Sin embargo, hasta la fecha no hay pistas de hacia dónde se encamina este proyecto. 

Por el contrario, países como Alemania o Irlanda ya están trabajando en ello. El país germano ya tiene su primer borrador de ley en el que se incluye, entre otros aspectos, que cualquier acción requerirá un mínimo de 50 afectados o que las acciones solo serán admisibles si las pretensiones de los afectados por la acción son del mismo tipo. Por su parte, Irlanda está ideando un proyecto de ley de recursos colectivos que, espera, marcará una de las reformas más significativas en el área de protección y reparación del consumidor. 

España, por su parte, tiene una oportunidad de oro para arbitrar un sistema eficaz que permita un resarcimiento de los daños a los afectados, evitando así el colapso judicial y con las máximas garantías procesales.   

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