Reconocimiento médico del carnet de conducir: estas son las novedades de la DGT para renovar tu permiso

El reconocimiento médico del carnet de conducir es un paso obligatorio para renovar tu permiso y poder utilizar el coche de manera segura y legal.

El carnet de conducir tiene que renovarse cada 10 años. Eso sí, los conductores que hayan cumplido los 65 años tendrán que hacerlo cada 5 años.

Otro aspecto a tener en cuenta es que si padeces ciertas enfermedades no podrás renovar el carnet de conducir hasta tener un justificante médico que acredite tu capacidad para utilizar un coche.

Puedes renovar el permiso hasta 3 meses antes de que caduque. Esto no supondrá un cambio en la fecha de la siguiente renovación, que será igualmente de 10 años desde que expira el actual.

También debes saber cuánto cuesta renovar el carnet de conducir. La tasa de la DGT es de 24,58 euros, y a esto hay que sumar el precio del test psicotécnico, que oscila entre los 20 y los 60 euros.

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El examen psicotécnico es la parte más importante del proceso, ya que es lo que determina que estás preparado o no para conducir.

La DGT ha introducido algunos cambios en este sentido que merece la pena repasar, ya que necesitas conocer las novedades si tienes que pasar el reconocimiento médico del carnet próximamente.

Estos son los cambios en el reconocimiento médico del carnet de conducir

La DGT ha introducido ciertos cambios en el reconocimiento médico que sirve para renovar el carnet de conducir. El objetivo es adaptarlo a las nuevas tecnologías que tienen los vehículos actuales y hacer este examen más efectivo.

Los Centros de Reconocimiento de Conductores (CRC) han de aplicar este nuevo protocolo para asegurar que las aptitudes psicofísicas de los conductores son las adecuadas.

Ahora el examen debe vigilar con atención el aspecto de los aspirantes, su aseo, la forma de caminar o el uso de ayudas, tal y como explica la DGT.

Para ello, el nuevo test incluye modelos para realizar la historia clínica, fórmulas para calcular índices, puntos de corte para criterios y el uso de códigos de restricción en función de una posible discapacidad.

“Se trata de mejorar los criterios y herramientas que usamos en los CRC, unificando los principios que deben regir la valoración de las aptitudes psicofísicas de los conductores. Los avances médicos y de la ingeniería del automóvil hacen que los criterios de riesgo vial varíen", cuenta a la DGT Enrique Mirabet, médico de un CRC.

Una de las grandes novedades del protocolo es que hace hincapié en los nuevos sistemas de seguridad de los vehículos (conocidos como sistemas ADAS). De modo que si un conductor tiene limitaciones o deficiencias puede compensarlo con dicha tecnología.

El protocolo también contempla la obligación de añadir de adaptaciones a los vehículos de estos usuarios, así como imponer ciertos límites, por ejemplo, la imposibilidad de conducir por la noche.