La recuperación global de la pandemia, en jaque por el alza de la inflación: así están aumentando los precios de consumo en España y las principales economías mundiales

Una mujer compra en un mercado
  • La inflación se dispara en las principales economías mundiales ante el aumento de los precios energéticos y los problemas en las cadenas globales de suministro, lo que podría dificultar la recuperación de la pandemia, según el FMI.
  • La tasa anual del IPC alcanza el 4% en España en septiembre, mientras que en EEUU se sitúa de nuevo en el 5,4%, que supone en ambos casos sus mayores niveles desde la anterior crisis económica.
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Desde el pasado marzo, un año después del estallido del coronavirus, la inflación ha iniciado una racha de incrementos en España que ya suma 7 meses consecutivos al alza y 9 meses en terreno positivo, tras haber registrado entre abril y diciembre del año pasado otros 9 meses en cifras negativas ante el impacto de la pandemia en el consumo y el ahorro a escala global.

Así, el INE ha confirmado este jueves que la tasa anual del Índice de Precios de Consumo (IPC) alcanzó en septiembre el 4%, lo que supone su mayor alza interanual desde septiembre de 2008 tras 7 meses consecutivos de aumentos respecto a los 12 meses anteriores. Este repunte coincide con la reactivación de la economía y con el encarecimiento de la electricidad, que está registrando sus mayores precios históricos en los últimos meses.

Sin embargo, el aumento de la inflación no solo afecta a España, como se refleja en la gráfica anterior. De hecho, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte sobre las consecuencias de este fenómeno en su informe de Perspectivas Económicas Globales de otoño, en el que afirma que la recuperación global sigue adelante, aunque ha perdido fuerza ante el surgimiento de nuevas incertidumbres, lo que ha provocado que el Fondo corrija a la baja sus previsiones.

En concreto, el FMI ha reducido una décima sus estimaciones de crecimiento global para este año y el próximo, hasta el 5,9% y el 4,9%, respectivamente, mientras que en el caso de España ha reducido medio punto porcentual sus previsiones para 2021 hasta el 5,7% y ha mejorado 6 décimas las de 2022 hasta el 6,4%, un año en el que estima que el país liderará el crecimiento económico en los países industrializados, superando a EEUU, China y a sus socios comunitarios.

La inflación debería moderarse en 2022 o los bancos centrales tendrán que actuar

Las incertidumbres que han provocado esta reducción de expectativas de crecimiento se vinculan, según el informe, a las disparidades en el acceso a las vacunas, al lento crecimiento del empleo, a la inseguridad alimentaria, al cambio climático y, de forma destacada, al alza de la inflación, que el FMI prevé que remita en torno a 2022 en la mayoría de países, coincidiendo con la recuperación de las economías avanzadas.

"Los riesgos de inflación tienden al alza y podrían materializarse si los desajustes entre oferta y demanda inducidos por la pandemia continúan más tiempo de lo esperado, incluyendo si el daño al potencial de suministro resulta peor que anticipado, provocando presiones más sostenidas en los precios y expectativas de inflación en aumento que provoquen una normalización monetaria más rápida de lo previsto en las economías avanzadas", señala el informe del Fondo.

Esas expectativas dan a entender que los bancos centrales podrían tener que poner fin a sus actuales políticas monetarias laxas en caso de que la inflación persista a lo largo de 2022. De hecho, desde la agencia de valores Portocolom advierten de que algunos bancos centrales ya están subiendo los tipos de interés, como en Noruega, mientras que el Banco de Inglaterra y la Reserva Federal dan señales de que podrían optar por esa medida próximamente.

Por su parte, Bruno Cavalier, economista jefe de Oddo BHF, señala a la relación entre la inflación y los precios de la electricidad y el gas natural. "Cuando la economía mundial se detuvo durante la primavera de 2020, los precios de la energía se desplomaron. Con la primera fase de la reapertura en el verano de 2020, y la segunda en la primavera siguiente, repuntaron. Esto era lógico y provocó un fuerte repunte de las tasas de inflación", explica.

Mientras, Samer Ajour-El Zein, vicedecano de programas de grado de EAE Business School se muestra optimista respecto al repunte del IPC en España. "A pesar del aumento ligero de los precios, la economía española todavía tiene un largo camino por recorrer hasta la recuperación total. Esta tasa de inflación es una buena noticia y fruto del crecimiento del producto interior bruto en España y la balanza comercial de bienes en España, es decir, las exportaciones de bienes menos las importaciones", afirma.

EEUU lidera el aumento de la inflación en países desarrollados

Como se refleja en la gráfica anterior, el aumento de la tasa anual del IPC en España en septiembre no es el más elevado entre las principales economías desarrolladas y se ve superado por el que experimenta EEUU, de un 5,4%, que iguala la tasa alcanzada en junio y julio de este año y que es la más elevada desde agosto de 2008, y por el alza de Alemania, de un 4,1%, que supone su cota más alta desde 1993, segúnDeutsche Welle.

Mientras, España se sitúa en tercer lugar, aunque a falta de conocer las cifras de inflación de septiembre de Reino Unido, que se publicará el próximo 20 de octubre. Como se muestra en la gráfica, los precios de consumo británicos se situaban en agosto solo una décima por detrás de los de España, aunque no se puede descartar que sus cifras de septiembre superen a las españolas dado que el mes anterior experimentaron su mayor repunte desde enero de 1997, segúnCNBC.

Por detrás del alza de la inflación en España se sitúan Italia y Francia, con alza en sus precios de consumo un 3% y un 2,7% superior a la de septiembre de 2020, respectivamente, que suponen sus incrementos más acusados en más de 10 años y que se explican por el alza de los precios energéticos, de un 14,4% en el país galo y de un 20,5% en Italia, segúnBloomberg, que destaca que la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha asegurado que este aumento es transitorio.

A mucha distancia de los datos de inflación en EEUU y la Unión Europea se sitúan China y Japón. En el caso del gigante asiático, los precios de consumo se moderaron a un 0,7% en septiembre, aunque esta situación podría cambiar drásticamente debido a que el país sufre también el encarecimiento de la electricidad y al aumento de un 10,7% en los precios industriales, que supone su mayor alza en 26 años, según el medio económico estadounidense.

Los sueldos están perdiendo un 2,54% de su poder de compra debido al incremento de la inflación

En el caso de Japón, a falta de que se desvelen sus datos de la evolución de precios de septiembre durante la próxima semana, su IPC continúa en terreno negativo respecto al año pasado pese a poner fin a 12 meses consecutivos de retroceso en lo que respecta a la inflación subyacente, que excluye a productos energéticos y alimentos sin elaborar, aunque sigue lejos del objetivo gubernamental de alcanzar el 2% en 2023, segúnReuters.

Comparando los datos de inflación del mes pasado con los de febrero de 2020, antes de la pandemia, destaca el cambio de tendencia de China, que lideraba el aumento interanual del IPC con una tasa del 5,2%, mientras que España se situaba hace 20 meses como uno de los países con menor inflación junto a Italia, una situación que ha cambiado drásticamente tras la apertura de la economía y el fuerte alza de precios energéticos de finales de verano.

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