Así se recuperó Tesla del peor error que cometió Elon Musk y se convirtió en la compañía de automóviles más valiosa del mundo

"La financiación está asegurada".

Con esas palabras aparentemente inocuas, tuiteadas en 2018, el CEO de Tesla, Elon Musk, hizo la apuesta más estúpida de toda su carrera como líder de la compañía de coches eléctricos más famosa del mundo.

Fue el primer paso de un intento de sacar a Tesla de bolsa. La compañía había realizado una Oferta Pública Inicial (OPI) en 2010 con la que recaudó poco más de 260 millones de dólares (212 millones de euros), pero en 2013 el precio de sus acciones comenzó a subir rápidamente cuando el fabricante de automóviles lanzó su sedán Model S y su Tesla Model X.

Sin embargo, cuando Musk dio a conocer su plan de sacar a la compañía de bolsa, Tesla había visto subir y bajar el precio de sus acciones en patrones tremendamente volátiles. Y su Model 3, un vehículo que suponía su intento de expandirse al mercado de masas, había sufrido numerosos retrasos.

Fue entonces cuando Musk tiró de ingenio para gastar una broma sobre el precio que tendrían las acciones de Tesla en caso de que la compañía decidiera abandonar la bolsa: 420 dólares (343 euros).

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Uno de esos momentos en que el corazón vence a la cabeza

No era la primera vez en la que Musk expresaba sus deseos de sacar a Tesla de bolsa. En una entrevista concedida en 2017 a la revista Rolling Stone ya había adelantado sus intenciones.

"Ojalá pudiese sacar a Tesla de bolsa. Que sea una empresa cotizada le resta eficiencia", afirmó Musk.

A veces, el corazón supera a la cabeza, y para el CEO de Tesla, un líder a menudo emocional, este fue uno de esos momentos, seguramente porque pensaba que podría obtener dinero de una importante fuente de capital, tal vez el fondo soberano de Arabia Saudí, para comprar las acciones de inversores minoristas e institucionales de Tesla.

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Aproximadamente 40.000 profesionales trabajaban para Tesla en aquel momento, y Musk estaba harto de que estuvieran expuestos a un constante escrutinio negativo. Algunos periodistas especializados habían etiquetado a Tesla como "estructuralmente en quiebra", y por cada bloguero o youtuber que defendía a la empresa, había un periodista de finanzas o tecnología que publicaba noticias negativas.

Musk pensó que sacar a Tesla de bolsa acabaría con esta vorágine, y que de paso también terminarían las críticas de los analistas de Wall Street, ya que muchos de ellos creían que la empresa iba a quebrar en cualquier instante. 

Pero se equivocó.

El tuit supuso una multa millonaria para Tesla

Poco después de que Musk tuitease aquel mensaje, las acciones de Tesla se dispararon. Sin embargo, durante los siguientes días y semanas, se empezó a considerar que aquella decisión era especulativa y que no tenía base real.

La Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) abrió una investigación, determinando que Musk utilizó su puesto como principal portavoz de Tesla para cometer fraude; la agencia los multó a él y a Tesla con 20 millones de dólares (16 millones de euros) cada uno y obligó a Musk a renunciar a su título de presidente de la junta directiva de la compañía.

Pero al final estos hechos no tuvieron importancia: Tesla sobrevivió a la terrible experiencia. En 2020 sus acciones experimentaron un repunte épico, subiendo más de un 700% y convirtiéndose en el fabricante de automóviles más valioso del mundo.

Musk admitió en diciembre que sacar a Tesla de bolsa en las actuales circunstancias sería "imposible", pero tampoco negó que la idea le seguía entusiasmando. Al igual que muchos directores ejecutivos de Silicon Valley, Musk detesta el impacto que la salida a bolsa puede tener en la capacidad de una empresa de apostar por la innovación.

Sus motivos son comprensibles, pero hay que considerarlo como una de las muchas veces en las que Musk se ha equivocado. Por suerte sus malas ideas, como el ensamblaje totalmente automatizado del Model 3, suelen olvidarse gracias a los aciertos, como reinventar el diseño de las celdas de baterías de iones de litio.

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Aquel tuit que insinuaba la salida de Tesla de bolsa fue un gran error. Y por una vez, Elon Musk, que hasta entonces nunca se había rendido, tuvo que sacar la bandera blanca. 

Musk salió airoso del movimiento más estúpido de su vida

Los grandes líderes toman malas decisiones todo el tiempo. Napoleón no debería haber invadido Rusia. Barack Obama permitió que el alto desempleo perjudicara al trabajador medio estadounidense durante muchos años después de la crisis financiera de 2008.

La clave está en saber descartar la mala elección a tiempo, asumiendo que no conduce a ninguna parte. Lo que no te mata te hace más fuerte, tal y como señala el célebre aforismo de Nietzsche. 

En el caso de Tesla, el mercado de los vehículos y sus acciones han terminado por demostrar una enorme confianza en lo que Musk ha logrado.

Aquel tuit fue una de las decisiones más desafortunadas de su vida, pero más o menos Musk se salió con la suya. Sin embargo, es de esperar que se lo piense 2 veces y que la próxima vez actúe con la cabeza y no con el corazón.