La reflexión de un futbolista millonario sobre el dinero que deberías seguir

Raheem Sterling
  • El sueldo de Sterling, futbolista del Manchester City, es de 300.000 libras semanales (unos 330.000 euros).
  • El deportista y su novia compran en Primark y otras tiendas low cost.
  • Sterling asegura que el problema no es dónde adquiere su ropa, sino dónde la gente espera que compre por sus ingresos.
  • El entorno influye en cómo gastas el dinero, es lo que se conoce como el efecto arrastre.
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Cobra 300.000 libras a la semana (330.000 euros al cambio) y una buena parte su armario ropero está lleno de prendas de Primark. Este es el perfil de Raheem Sterling, una de las estrellas del Manchester City, al que desde 2018 le llueven las críticas por ser un asiduo de la cadena de moda low cost.

La ‘culpa’ la tiene su novia, Paige Milian, que no tiene problemas en admitir que le encantan las gangas. “Compramos, literalmente, en cualquier sitio”, reconoce en su video blog. Así, es capaz de combinar unos zapatos de Gucci con la ropa de 2 libras de Primark.

Esta forma de entender la moda y también la vida, ha supuesto que la pareja reciba más de una crítica en redes sociales, así en la prensa sensacionalista. A pesar de ello, Sterling no se arruga y deja una reflexión que bien podría ser obra de un gurú de las finanzas personales.

"El problema no es que yo compre en Primark. El problema es que todos saben el dinero que gano y eso no me permite comprar donde quiera", señala el futbolista.

Luis Pita, CEO de Preahorro y autor del libro Ten Peor Coche que tu Vecino, lo explica de la siguiente forma: "Lo que se espera de una persona de su estatus y de su nivel económico es que compre en tiendas de lujo, tenga deportivo y una gran mansión”. Precisamente por eso tituló la obra de forma tan llamativa. Y es que muchos de sus amigos eran —y son— directivos de empresas con grandes salarios, pero una situación económica menos boyante de la que podría pensarse.

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“La razón es que ganaban mucho, pero también tenían muchos gastos y, cuanto más ganaban, más gastos tenían”, recuerda. "Si antes del ascenso tenían un Opel o un Volkswagen, con el nuevo puesto pasaban a comprarse un Audi, un BMW o un Mercedes porque el coche es uno de los mayores símbolos del status social”, explica.

Y no es el único. Lo mismo pasa con la ropa, los restaurantes a los que se visita o el colegio de los niños y sus aficiones, por poner varios ejemplos. Puede suceder incluso con la vivienda habitual y el traslado a un barrio “más pudiente”.

El entorno más cercano y sus expectativas sobre cada individuo influyen en su comportamiento y la forma en la que gasta su dinero. Es lo que en economía conductual se conoce como el sesgo de arrastre, que moldea las decisiones financieras sin que apenas te demos cuenta. La aversión a las pérdidas (perder nos duele 2,5 veces más que ganar), el sesgo del presente (es que hace que cueste pensar a largo plazo y aplazar las recompensas) o el sesgo de la confirmación (se tiende a buscar información que valide la opinión) son otros ejemplos.

¿Es posible combatir el efecto arrastre? “Sí, pero implica tener muy claras tus prioridades en la vida”, explica Pita. En su caso, sigue a rajatabla el consejo de su libro y por eso conduce un Seat Ibiza desde hace 15 años, ya que para él su coche es sólo un medio de transporte y su objetivo es tener más libertad financiera para poder trabajar en lo que quiera y cómo quiera.

"Para evitar caer en el efecto arrastre basta con que preahorres tus aumentos de sueldo o, por lo menos, el 80% de ellos”, explica. Si ya estás conforme con tu nivel de vida, es una forma de evitar gastarte ese dinero creando nuevas necesidades, algo que tu cerebro hará de forma automática gracias al sesgo del presente. Por eso mismo, cuanto más automatices tus finanzas, menos errores cometerás con el dinero y lo mismo puede aplicarse a tus inversiones en tiempos de crisis.

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