Regemat, la desconocida compañía granadina pionera en bioimpresión que comercializa su tecnología en 28 países

Biompresión 3D de piel

Reuters

  • Hace casi 10 años que una empresa granadina se convirtió en una gran pionera en el sector de la bioimpresión con las primeras máquinas personalizadas que ahora se venden en 28 países.
  • Jose Manuel Baena, CEO y fundador de Regemat, cuenta la trayectoria de la compañía y explica el potencial de la tecnología en el ámbito sanitario. 
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Recientemente, un equipo de la Universidad Carnegie Mellon creó el primer corazón bioimpreso en 3D a tamaño real, un éxito que definió como "otro importante marcador en el largo camino hacia la bioingeniería de un órgano humano funcional".

El sector de la bioimpresión está en alza ahora, pero hace ya casi 10 años que una empresa granadina se convirtió en una gran pionera con las primeras máquinas personalizadas que comercializa a 28 países. 

Jose Manuel Baena, CEO y fundador de Regemat, cuenta la trayectoria de la compañía y explica el potencial de la tecnología en el ámbito sanitario en una entrevista con Business Insider España. 

Baena, ingeniero industrial, entró en contacto con la impresión 3D en torno a 2008 trabajando para una compañía de productos médicos. 

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Allí conoció el potencial de la tecnología en el ámbito sanitario para implantes y prótesis y le hizo preguntarse por sus posibilidades en la regeneración de tejidos. 

Con esa idea en mente llegó a Oxford con una beca en 2011 y acabó creando su primera empresa, BRECA Healthcare, que sigue en marcha a día de hoy y se dedica a la impresión de implantes y prótesis.

En la Universidad de Granada conoció al Dr. Juan Antonio Marchal, que en aquel momento trabajaba en la regeneración del cartílago con células extraídas de células madre y le planteó a Baena la pregunta del millón: ¿sería posible imprimir células?

"Ese es el comienzo de Regemat 3D", recuerda Baena, que comenzó con una sola primera bioimpresora comercial y ahora está presente en 28 países.  

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La compañía comercializa para grupos de investigación y realiza todo el proceso de fabricación desde Granada 

Los clientes de la compañía son hospitales, universidades, empresas y grupos privados de investigación, explica Baena. Las impresoras de Regemat permiten imprimir células que replican de forma realista el entorno en el que se encuentran y también ayuda a los investigadores en las pruebas preclínicas que prueban fármacos. 

El modelo de negocio principal de la compañía es proveer e instalar los sistemas de biofabricación adaptados para los clientes. 

Y es que eso es lo distintivo de Regemat, que no produce en serie, sino que personaliza cada máquina a las necesidades de los clientes y a las aplicaciones para las que van a necesitarse. 

Todo lo realiza desde sus instalaciones granadinas, que llevan a cabo el proceso desde el inicio hasta el fin, y luego se distribuye a sus clientes internacionales. 

Además, la compañía está empezando a explorar una nueva línea de negocio y ahora suma también a sus servicios la comercialización de materiales fungibles de laboratorio que pueden necesitar también sus clientes. 

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La compañía ha aumentado sus ventas durante el confinamiento y prepara su salida a bolsa 

La crisis del coronavirus ha sido dura para Regemat, que ha visto cómo las restricciones han disminuido su capacidad de producción.

Sin embargo, las ventas de la compañía (que el año pasado fueron en torno a 682.000 euros) han aumentado por encima de lo previsto durante el periodo de confinamiento, señala Baena. 

El CEO explica que el miedo hizo que sus clientes liberaran más fondos para la investigación y, por tanto, se compraron más máquinas. 

Además, la compañía acaba de abrir una ronda de financiación para "seguir apostando por asentarnos en los países en los que ya estamos". 

En aproximadamente un año planean otra ronda y en 24 meses "una salida a bolsa en el mercado secundario", estima el CEO.

"Es una industria que está creciendo en números", asegura Baena. Según un estudio de Markets and Markets, el mercado de la bioimpresión alcanzará un valor de 1.647 millones de dólares en 2024. 

"Ahora hay más foco ahora en la tecnología, en el futuro será en la aplicación", cree el CEO. 

Para estar más preparados para ese futuro, Regemat planea tener su propio grupo de investigación interna que les ayude a comprender "las necesidades de los clientes". 

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