La AEMET alerta que esta semana se cumple la regla de los 30 (y el riesgo que conlleva)

Lo decían el mes pasado, y lo estamos constatando en carne propia: se decía que la primavera meteorológica será probablemente más cálida de lo normal en España, con mayor probabilidad en el este peninsular y Baleares, y más seca de lo habitual en el noroeste peninsular. 

Por ahora, la sequía aprieta y los termómetros baten récords a finales de abril, con el fantasma del retorno del fenómeno de El Niño sobrevolando el horizonte.  La falta de precipitaciones provoca estragos en el campo, y en el momento de escribir este artículo, los embalses españoles continúan descendiendo. Actualmente, están al 50% de su capacidad.

A la ausencia de lluvias se suma otro fenómeno para cerrar abril, un mes que no ha cumplido en 2023 con el sambenito de aguas mil: temperaturas extremadamente cálidas para esta época del año en comparación con la serie histórica iniciada en 1961. Serán más propias del mes de julio o de la segunda quincena de junio.

En concreto, “podríamos estar ante uno de los periodos cálidos más intensos, si no el que más, de los registrados en abril desde que hay datos”, señala Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Podrían registrarse máximas en torno a los 38°/39° y mínimas por encima de 20°, lo que equivale a una noche tropical. 

Se tratará de una anomalía brutal, entre 6° y 10° por encima de lo normal —15° en algunas zonas— en la mayor parte de España, valores de la segunda quincena de junio. 

Riesgo extremo de incendios: por qué se aplicará la regla de los 30

La cuenta oficial de AEMET en Twitter también advertía de un peligro extra para los próximos días: un riesgo extremo de incendios, que irá en aumento en consonancia con la subida de las temperaturas. 

Se cumple la regla de los 30, lo que quiere decir que se producirán las siguientes 3 condiciones de modo simultáneo: 

• Temperatura > 30°C
• Rachas viento > 30 km/h
• Humedad relativa < 30%

Quedará por ver si, pese al riesgo, el monte permanece intacto, así como qué temperaturas de récord registran los termómetros, cada vez más acostumbrados a la primavera prematura, a los episodios de calor anómalo fuera del verano o a las noches extremadamente calurosas debido al cambio climático antropogénico.