La relación comercial entre Rusia y Alemania, clave para evitar un shock financiero

Vladímir Putin, presidente de Rusia.
Vladímir Putin, presidente de Rusia.

Sputnik/Mikhail Klimentyev/Kremlin via Reuters

Rusia y Alemania son una de las claves para evitar una ruptura financiera que afecte a los mercados financieros globales. La relación entre ambos países está cada vez más tensa desde que comenzó la invasión y, de romperse, ese difícil equilibrio comercial podría afectar a otros muchos países.

"En un escenario a la baja... hay varias formas diferentes de jugar, pero creemos que la que realmente movería la aguja macro es algún tipo de ruptura comercial entre Rusia y Europa", ha dicho Paul Gruenwald en el programa Squawk Box Asia de CNBC.

"No se trata solo de cortar el gas, ya sea que Alemania deje de comprar o que Rusia lo corte", ha añadido.

Gruenwald ha comentado: "Tenemos el complejo energético, tenemos los precios de las materias primas, tenemos insumos industriales que Europa está importando, como el níquel y el titanio y otras cosas por el estilo".

Sin ir más lejos, hace unas semanas Berlín tomó el control de una filial del gigante ruso del gas natural Gazprom radicada en Alemania.

La medida se produjo después de que el Ministerio de Economía supiera que Gazprom Germania había sido adquirida por JSC Palmary y Gazprom Export Business Services LLC, pero no estaba claro quiénes eran los propietarios detrás de las dos empresas, según el comunicado. Una prueba más de la tensión entre ambos países.

"El Gobierno Federal está haciendo lo necesario para mantener la seguridad del suministro en Alemania", explicó el ministro de Economía, Robert Habeck, en un comunicado. "Esto también incluye no exponer las infraestructuras energéticas de Alemania a decisiones arbitrarias del Kremlin. Hay que garantizar el correcto desarrollo de los negocios en Alemania".

Una ruptura comercial entre Alemania y Rusia podría hacer mella en el sector manufacturero alemán, uno de los tres centros mundiales de fabricación además de Estados Unidos y China, según Gruenwald.

De hecho, la exigencia rusa de comprar el gas en rublos podría sumir a la economía de Alemania en una crisis económica con consecuencias globales. El país germano ya ha puesto en marcha un plan de emergencia para hacer frente a la posible escasez de gas después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, exigiera su pago en rublos.

Alemania se encuentra actualmente en la "primera fase de alerta" de su plan de emergencia. El gobierno ya ha pedido abiertamente a particulares y empresas que aboguen por conservar energía y reduzcan el consumo.

En el caso de que la situación empeore, la tercera y última fase del plan elaborado por el ministerio de Economía germano, contempla la posibilidad de racionar el gas.

"Ello se traduciría en un descenso del PIB, del empleo y de la confianza, lo que provocaría una especie de choque macrofinanciero. Ese es el tipo de escenario que nos preocupa y que podría mover la aguja", ha advertido.

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