La relación con los 'riders' no tiene que pasar por un contrato laboral, según el cofundador de Glovo, que advierte de las consecuencias económicas de limitarla

- El cofundador de Glovo, Sacha Michaud, defiende que la relación entre la compañía y los riders no tiene que pasar por un contrato laboral.
- Michaud cree que, de limitarse su modelo laboral “flexible”, el impacto económico se sentirá en todo el ecosistema: desde los riders a los restaurantes, los comercios o la propia plataforma.
- El directivo lamenta que "se entienda muy poco a plataformas como la nuestra. Se entienden muy poco las dinámicas y los beneficios que aporta, sobre todo al trabajador” y avanza que se adaptará a la legislación de cada país.
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La relación laboral entre las plataformas de entrega a domicilio y sus repartidores lleva tiempo en tela de juicio.
Son ya tres años de sentencias: unas dicen que los riders deberían ser asalariados, otras sostienen que deberían ser autónomos. Después de que los riders desempeñaran una función esencial durante la crisis del coronavirus, el Ministerio de Trabajo está elaborando un proyecto de ley que reconozca a este colectivo como trabajadores por cuenta ajena antes del final del verano.
“Hemos declarado desde hace tiempo que somos partidarios de que nuestros glovers (la forma en que Glovo denomina a los repartidores) puedan aspirar a tener más protección y más derechos sociales”, señala Sacha Michaud, cofundador de Glovo, en una entrevista con Business Insider España.
Sin embargo, respecto a la relación laboral con los trabajadores, deja clara su posición: “Creemos que no tiene que pasar por un contrato laboral. Plataformas como Glovo han crecido y han generado impacto económico en todas partes”.
El ejecutivo de Glovo resalta el dinamismo económico que se crea en torno a las plataformas de delivery. Por eso, advierte de que, al limitar su modelo laboral “flexible”, el impacto económico se sentirá en todo el ecosistema: desde los riders a los restaurantes, pasando por los comercios o la propia plataforma.
El cofundador de Glovo apela a abrir el diálogo social con todos los agentes implicados para ampliar los derechos sociales de los repartidores. A la vez, lamenta que "se entienda muy poco a plataformas como la nuestra. Se entienden muy poco las dinámicas y los beneficios que aporta, sobre todo al trabajador”.
A juicio de Michaud, resulta difícil que las plataformas de delivery lideren esta reforma laboral de los riders en España porque no encaja en el modelo de negocio de la compañía. Sin embargo, en una carta, la compañía catalana asegura que quiere reforzar la colaboración con el sector público como una forma de entrar en la regulación.
Si el cambio regulatorio fuera negativo para las empresas de entrega a domicilio, "lo que pasará es que este crecimiento que tenemos en cantidad de repartidores, comercios o volumen de negocio quizás se reduzca", pone sobre la mesa el cofundador de Glovo. “Lo que implicaría que estaríamos generando menos trabajo, menos impacto económico y menos flexibilización, que es la gran ventaja”.
El ejecutivo rechaza que el objetivo marcado por la compañía de ser rentable en 2021 pueda verse comprometido por un cambio de modelo laboral. “Adaptaremos el negocio donde tengamos que adaptarlo, como estamos haciendo en Italia ahora mismo”, matiza Michaud.
Aun así, no deja escapar la ocasión para señalar que “cualquier restricción o limitación afectará a todo ecosistema” en torno a la plataforma, que podría verse en riesgo en los países en los que entren en vigor medidas de este tipo.
En este marco, el ejecutivo no deja escapar la ocasión para detallar que la plataforma de entrega de pedidos cuenta con cerca de 60.000 repartidores en todo el mundo, lo que supone mucho volumen de negocio en poco tiempo. “Y es así por lo dinámico que es”, defiende Michaud al hablar del modelo de negocio de la compañía.
Glovo es una compañía fundada en Europa, “donde los derechos sociales y la protección es fundamental y están integrados en la sociedad”, subraya Michaud. De esta forma, evidencia las diferencias latentes con el modelo de competidores como Uber Eats, que cuentan con una perspectiva de negocio más liberal y propia del mercado estadounidense.
El crecimiento económico que ha aportado Glovo no sólo ha redundado en beneficio de la compañía o de sus socios, Michaud asegura que muchos de sus repartidores están más cómodos con el modelo de autónomo por la flexibilidad que les confiere para trabajar con diferentes plataformas de reparto y en el momento que mejor les convenga: “Seguramente es un tema económico, que ganan bastante más por las mismas horas de lo que ganaban antes”.
En cualquier caso, la empresa de reparto a domicilio se ha adaptado a la legislación de los países en los que opera y así seguirá siendo, defiende Michaud. “Estamos convencidos de que estamos actuando acertadamente”.
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