7 remedios caseros para la candidiasis y 5 soluciones peligrosas que debes evitar a la hora de tratar cualquier infección vaginal por hongos

Callie Tansill-Suddath,Olivia P. Myrick,
Lactobacillus, probiótico del chucrut y el miso, puede ayudar a tratar infecciones por candidiasis.
Lactobacillus, probiótico del chucrut y el miso, puede ayudar a tratar infecciones por candidiasis.Kseniya Ovchinnikova/Getty Images

Aproximadamente 3 de cada 4 mujeres experimentan una infección vaginal por hongos en algún momento de su vida, lo que la convierte en una situación común, pero no menos irritante por ello.

Con estas cifras, no debería sorprender que internet esté lleno de consejos sobre cómo curar la candidiasis, desde duchas vaginales con vinagre hasta espuma de yogur. Muchas de estas sugerencias no solo son ineficaces, sino que en realidad pueden dañar tu cuerpo.

Esto es lo que dice la ciencia sobre qué remedios caseros para estas infecciones son útiles y cuáles debes evitar.

¿Qué son las infecciones por candidiasis vaginal?

La mayoría de las infecciones por hongos vaginales son causadas por un crecimiento excesivo de un hongo llamadocandida albicans.

Este hongo está presente en todas las vaginas sanas y es controlado por otras bacterias. Pero, a veces, este equilibrio se puede alterar debido a causas como el uso de antibióticos y el desequilibrio hormonal, por ejemplo durante el embarazo. Esto puede resultar en un crecimiento excesivo, causando una infección.

Los síntomas típicos de una infección por hongos incluyen:

  • Picazón y ardor en la vulva y la vagina
  • Dolor al orinar
  • Hinchazón de la vulva
  • Enrojecimiento de la vulva
  • Secreción espesa

Lo mejor que se puede hacer antes de probar los remedios caseros para tratar la candidiasis es obtener un diagnóstico adecuado de un profesional de salud.

La aparición de estos síntomas es momento idóneo para acudir al médico. El diagnóstico también permitirá identificar los factores principales que podrían estar contribuyendo a la infección, como dolencias derivadas de un sistema inmunitario debilitado.

La forma más rápida de deshacerse de una candidiasis es un antifúngico

Si bien hay muchos remedios caseros que puedes probar, la forma más rápida (y comprobada) de tratar estas infecciones es mediante el uso de medicamentos antimicóticos.

Los medicamentos antimicóticos destruyen o retrasan el crecimiento de los hongos (incluida la candidiasis). Estos puede venir en forma de pastillas, cremas tópicas o supositorios en cápsulas. Los siguientes son los que se usan con frecuencia para tratar infecciones: clotrimazol, nistatina, ciclopirox y fluconazol. Mycostatin y Diflucan son algunos de los medicamentos que pueden recetarte.

¿Cómo saber si un medicamento necesita receta?

Según un estudio de 2019, una visita al médico es imprescindible para las personas con infecciones vaginales por hongo recurrentes o complicadas. Pueden prescribir un tratamiento a largo plazo complementado con una dieta que incorpore bacterias saludables.

Pero, para aquellos que prefieren tratar su candidiasis de forma natural, estos son los remedios caseros que pueden funcionar, y los que no.

Remedios caseros para las infecciones vaginales por hongos

Los siguientes remedios naturales han sido bien estudiados y existe evidencia suficiente de que pueden tratar una candidiasis en casa o al menos disminuir la probabilidad de que vuelva a reaparecer:

1. Probióticos

Ciertas cepas de probióticos, específicamente Lactobacillus, suministran bacterias saludables a la vagina. Esto puede ayudar a tratar la candidiasis y mejorar la salud vaginal al restablecer el equilibrio de las bacterias en la zona.

Un estudio de 2015 que involucró a 19 mujeres con infecciones recurrentes descubrió que el probiótico Lactobacillus previno efectivamente la recurrencia de la infección. 

Las participantes que usaron cápsulas vaginales con Lactobacillus durante 10 días además de la medicación vieron una tasa de curación del 89% un año después. Mientras que la tasa de curación de 12 meses para quienes solo usaron medicamentos fue del 70%.

Tamika Auguste, obstetra y ginecóloga del Medstar Washington Hospital Center (EEUU) considera que "en realidad, cuando alguien deja de tomar o elimina los probióticos de su alimentación, es cuando desarrolla una candidiasis". Por lo tanto, algunos médicos advierten que no se debe confiar únicamente en los probióticos como tratamiento. En cambio, podrían ser más una medida preventiva.

Algunas formas fáciles de integrar los probióticos en tu dieta incluyen comer más alimentos ricos en Lactobacillus como la kombucha, el chucrut y el miso. Los suplementos que contienen al menos 1.000 millones de unidades formadoras de colonias (UFC) también pueden ser útiles para mejorar la salud vaginal.

Los óvulos probióticos son cápsulas que contienen la cepa Lactobacillus que se introducen directamente en la vagina y restauran su equilibrio. También puede ayudar a tratar y prevenir la vaginosis bacteriana y las infecciones recurrentes del tracto urinario.

2. Ácido bórico

El ácido bórico es una sustancia en polvo con propiedades antifúngicas y probióticos como los lactobacilliales, lo que significa que equilibra las bacterias en la vagina y, por lo tanto, trata las infecciones por candidiasis. La evidencia preliminar de la capacidad del ácido bórico para tratar las infecciones por hongos es prometedora.

Por ejemplo, una revisión de 2011 en el Journal of Women's Health analizó 14 estudios separados en los que se comparó la eficacia de la sustancia con otros 9 antimicóticos como el fluconazol y el terconazol. La revisión concluyó que el ácido bórico curó entre el 40% y el 100% de las pacientes.

Los efectos secundarios pueden incluir ardor, flujo acuoso y enrojecimiento vaginal. Las mujeres embarazadas no deben tomar óvulos de ácido bórico, ya que la sustancia es tóxica para el feto. Lo adecuado consultar antes con un médico.

3. Yogur griego

Como se mencionó anteriormente, Lactobacillus ayuda a introducir buenas bacterias en el cuerpo para prevenir y curar las infecciones fúngicas vaginales. El yogur griego, que está más concentrado que el normal, podría ser un posible tratamiento para la infección vaginal.

En un estudio de 2015, se comparó la eficacia del yogur griego mezclado con miel con la eficacia del clotrimazol en el tratamiento de la candidiasis vulvovaginal. Se añadió miel por su capacidad de inhibir el crecimiento de hongos y la mezcla se aplicó en la vagina con un aplicador, que tiene forma de jeringa cilíndrica.

El estudio concluye que los efectos terapéuticos de la mezcla no solo fueron comparables a los de la crema vaginal de clotrimazol, sino que también tuvieron más éxito en el tratamiento de algunos síntomas de candidiasis vaginal.

Sin embargo nunca deberías hacerlo sin consejo médico, porque un especialista podrá darte una advertencia de posibles riesgos.

4. Aceite esencial de orégano

Según un estudio de 2017, el aceite esencial de orégano se ha utilizado como tratamiento tradicional para las infecciones durante siglos. Se ha utilizado para tratar heridas y se considera seguro para su uso. Cuando se trata de tratar candidiasis u otras infecciones fúngicas vaginales, se puede insertar una cápsula de aceite esencial de orégano en la vagina.

Según los resultados del estudio, el aceite esencial de orégano demostró ser efectivo en el tratamiento de ciertas cepas de infecciones causadas por E. coli, S. aureus, P. mirabilis y C. albicans.

 

Sin embargo, se necesitan más estudios para conocer su posible efecto tóxico en los humanos. Dado que aquí falta evidencia, es posible que quieras desechar este método y mejor hablar con un médico antes de intentar un nuevo remedio.

5. Un baño de agua salada

Si bien no trata las infecciones por hongos, un baño con una pequeña cantidad de sal de Epsom puede ayudar a aliviar sus síntomas.

Para prepararlo pon en agua tibia sal de Epsom y quédate en remojo durante 10 a 15 minutos. Permanecer más tiempo puede irritar la vulva, por lo que es mejor no extenderse en el baño. Después asegúrate de secar bien la zona.

6. Vitamina E

Los supositorios de vitamina E también pueden ayudar a aliviar los síntomas de una infección fúngica como la inflamación.

Un estudio también demostró su eficacia para reducir la inflamación causada por la cándida. Sin embargo, los resultados se basaron en un entorno de laboratorio controlado y se necesitan más estudios para ver su eficacia en el tratamiento de infecciones por hongos en un entorno normal.

7. Prueba la hierba limón

El aceite esencial de limoncillo o lemon grass también tiene efectos antifúngicos contra candida albicans, C.tropicalis y Aspergillus niger.

Cuando es aplicada tópicamente, las infecciones fúngicas y la inflamación de la piel se redujeron considerablemente. Sin embargo, se necesitan más evidencias para garantizar que no hay efectos secundarios dañinos en los humanos.

Por ello, ten cuidado antes de probar este método y siempre habla con un médico antes de intentar un nuevo remedio.

Remedios caseros que no tratan las infecciones por hongos

Los siguientes remedios naturales carecen de evidencia de su eficacia en el tratamiento de infecciones por hongos en el hogar:

1. Evita el ajo

Hay quien ha sugerido que el ajo es un buen remedio para las infecciones por hongos. Esto se debe a que la alicina, una sustancia que contiene, tiene propiedades antimicrobianas y antibacterianas bien conocidas que pueden dañar las levaduras bacterianas. Sin embargo, estos beneficios no compensan los riesgos.

Auguste no recomienda el ajo como tratamiento casero para las infecciones por hongos vaginales debido a los posibles efectos secundarios. Colocar ajo crudo en el canal vaginal no solo introduce un objeto extraño, sino que también puede causar que la piel del canal se queme e irrite.

Además, hay investigaciones limitadas que apoyen su efectividad sobre otros tratamientos. Por ejemplo, un estudio de 2010 analizó el efecto en infecciones por hongos de una crema medicinal a base de ajo y tomillo respecto de una crema vaginal típica de clotrimazol. 

Ambas mostraron resultados similares. Sin embargo, la población estudiada fue bastante pequeña y el grupo que usó el tratamiento con ajo reportó más efectos secundarios en general.

Según Auguste, "no hay pruebas de que un diente de ajo por sí solo prevenga o trate una infección".

2. Ten cuidado con el aceite de árbol de té

El aceite de árbol de té a menudo se comercializa como una sustancia natural para ayudar a controlar el acné y otras afecciones de la piel. Sin embargo, existe un debate sobre si puede ayudar con las infecciones por hongos. Por sí solo, ciertamente no curará una infección. Pero podría resultar útil cuando se combina con otros tratamientos en ciertos casos.

Por ejemplo, un estudio de 2015 examinó cómo reaccionaron al aceite de árbol de té 32 cepas de candida albicansresistentes a los antibióticos. Los investigadores concluyeron que el aceite de árbol de té puede reducir el nivel de resistencia de esta levadura. 

En otras palabras, el aceite de árbol de té podría aumentar la susceptibilidad de ciertas infecciones por hongos al fluconazol, el medicamento antimicótico que se usa a menudo para tratar estas infecciones.

3. Evita el aceite de coco

Si bien el aceite de coco a menudo se promociona como la panacea gracias a sus propiedades antimicrobianas, hay poca evidencia de que pueda combatir las infecciones vaginales por hongos.

Algunos estudios preliminares han descubierto que el aceite de coco puede ser efectivo para combatir el crecimiento excesivo de cándida. Sin embargo, estos estudios se realizaron en placas de Petri y ratones, por lo que no está claro si también trataría de manera segura las infecciones en humanos.

4. Nunca te duches con vinagre de sidra de manzana

Algunas investigaciones sugieren que el vinagre de sidra de manzana inhibe el crecimiento del hongo, lo que a su vez permite que los glóbulos blancos consuman las bacterias de la levadura. 

Sin embargo, el consenso general entre la comunidad médica es que las duchas vaginales con vinagre de sidra de manzana, o con cualquier otra cosa, causarán más daño que bien en lo que respecta a la salud vaginal.

Esto se debe a que pueden alterar el delicado equilibrio del pH en la vagina, lo que en realidad puede provocar más infecciones por hongos. Las duchas vaginales también están asociadas con la enfermedad inflamatoria pélvica y problemas para quedar embarazada.

"En el pasado, las duchas vaginales con vinagre [de sidra de manzana] eran muy comunes. Y algunas mujeres en ese momento pensaban que era para ayudar a limpiar la vagina. Eso no es necesario", enfatiza Auguste.

En casos raros, el vinagre de sidra de manzana ha ayudado. 

Por ejemplo, un estudio de caso de 2017 publicado Alternative Therapies in Health and Medicine describió a un paciente con infecciones crónicas por hongos que no respondían a la medicación común. El paciente fue tratado con éxito con la aplicación tópica de vinagre de sidra de manzana. Pero este fue solo un caso y no significa que el mismo enfoque funcione para el resto. 

De hecho, la mayoría de los médicos advierten frente al uso de vinagre de sidra de manzana para tratar de curar una infección persistente por hongos.

5. No uses peróxido de hidrógeno

Si bien el peróxido de hidrógeno tiene propiedades antifúngicas, no se recomienda usarlo para tratar infecciones. 

En un estudio sobre su efecto contra las cepas de cándida, el peróxido de hidrógeno inhibe el crecimiento de algunas pero no de otras. También afecta el equilibrio de bacterias en la flora vaginal. Por lo tanto, una candidiasis puede volver cuando usas peróxido de hidrógeno.

Cómo prevenir una infección vaginal por hongos

Algunas mujeres son naturalmente más propensas a infecciones recurrentes que otras debido a sistemas inmunitarios comprometidos, embarazos o genética.

Pero, hay algunas prácticas que una puede seguir para reducir el riesgo de infección y mantener la salud vaginal, como:

  • Usa ropa holgada y ropa interior de algodón.
  • Límpiate de adelante hacia atrás después de usar el baño.
  • Evita tampones o compresas perfumadas.
  • Cámbiate los tampones y las compresas con frecuencia

Cuándo ver a un médico

Auguste recomienda visitar a un médico cada vez que experimente síntomas similares a los de una infección, incluso si vas a tratarla sin medicamentos. De esta manera, puede hablar con tu médico sobre las mejores opciones para ti y tu cuerpo.

"Si la secreción que está presente es clara, sin olor, sin picazón, la mayoría de las veces es normal", explica Auguste. "Es cuando esa secreción cambia de color, más amarillenta o verde, se vuelve espesa o grumosa, o desprende un olor fuerte, ese es el momento en que debes ir a ver a un ginecólogo".

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