Remotely, la startup con alma española fundada por nómadas digitales para descubrir espacios aptos para el teletrabajo en Mallorca, Grecia, Chipre o hasta en el Caribe

Una mujer teletrabaja en una isla paradisiaca

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  • Remotely evalúa espacios de coliving y garantiza que dispongan de una buena conexión a internet, luz natural o equipo de oficina. 
  • La plataforma, fundada por nómadas digitales, comenzará a funcionar en septiembre y dará servicio tanto a propietarios como a trabajadores a distancia.
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En septiembre verá la luz Remotely, una startup que pretende ser la guía que los nómadas digitales utilicen para poder teletrabajar desde cualquier lugar del mundo y en un entorno adecuado para ello.

La pandemia de coronavirus ha hecho despegar el teletrabajo. Con las necesidades sanitarias, el trabajo en remoto ha sido la fórmula empleada por numerosas empresas para poder seguir desarrollando su actividad de forma segura.

Ante este panorama, han surgido distintos espacios de coliving: establecimientos que además de hospedaje ofrecen un lugar de trabajo. A su vez, se ha expandido el concepto de nómada digital, aquel trabajador que puede desarrollar su trabajo desde cualquier lugar del mundo gracias a las nuevas tecnologías. 

Precisamente, algunos de estos nómadas digitales han sido los encargados de poner en marcha Remotely, después de tener algunas malas experiencias, como explica a Business Insider EspañaAurora Montes, cofundadora de la startup y trabajadora del mundo de la publicidad y el marketing.

"Hace unos meses, llegamos 6 personas a una propiedad en Mallorca para teletrabajar y aprovechar para navegar el fin de semana. Era un sitio precioso, pero no estaba adecuado para teletrabajar. Un amigo de Amazon se tuvo que subir a una hamaca para buscar por internet un coworking y poder hacer desde allí entrevistas", precisa. 

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Al constatar que era muy complicado dar con propiedades o espacios realmente acondicionados para teletrabajar (que tengan internet, una buena conectividad, cobertura móvil o sillas y mesas adecuadas) decidieron crear una comunidad de propiedades específicamente verificadas para el trabajo en remoto. 

"Nosotros empezamos el nomadismo el año pasado y vimos que a través de plataformas como Airbnb tienes que confiar en la palabra del dueño de la propiedad, sin saber si esa persona entiende lo que necesitas para tu trabajo", señala Montes.

Remotely, que actualmente está en fase pre-seed, no servirá solo como referente para el teletrabajador, sino que permitirá a los propietarios y gestores de inmuebles verificar si su propiedad cumple con los estándares de la startup en cuanto a velocidad de conexión, espacio físico y configuración del puesto de trabajo. Una vez verificados, serían incluidos en la guía de Remotely. 

El sistema de verificación se ha diseñado para que cada parámetro tenga una evaluación individual, lo que permitirá al nómada digital establecer qué tipo de lugar de residencia y trabajo le interesa. 

La startup está constituida como sociedad en EEUU y por ahora cuenta con un presupuesto de 10.000 euros, aunque aportados a nivel individual, no societario. 

"Estamos en fase pre-revenue y cuando empecemos a funcionar haremos un equity crowdfunding", explica Montes, que señala que también desarrollarán una app.

En el Mediterráneo y en el Caribe

Por ahora están en contacto con un centenar de propiedades, principalmente en Mallorca, aunque también en otras islas del Mediterráneo, como algunas griegas y Chipre. También en el Caribe, en concreto en las Bahamas y en Aruba. "Tenemos proyección mundial", apostilla la cofundadora de Remotely.

La idea es que el proyecto vea la luz con unas 50 propiedades y colivings verificados. Es entonces cuando comenzará a funcionar la página web definitiva y comenzarán a buscar financiación para crecer. El proceso lleva su tiempo por la documentación requerida y por ahora solo han confirmado medio docena.

"Evaluaremos la empresa y, en base a lo que necesitemos, abriremos una plataforma para que inversores puedan comprar participaciones", añade Montes.

La tipología de los alojamientos será principalmente de dos tipos: espacios de coliving y propiedades que cumplan una serie de requisitos. 

"Lo que queremos es plantear opciones para todos. En grandes directivos hay una oportunidad más grande, porque hay propietarios que buscan un huésped cuidado y estable, pero hay muchas propiedades más baratas que tienen una rotación más grande, pero a veces no sirven para teletrabajar a medio plazo", explica la publicista.

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Los colivings son más baratos, al alojar a varias personas y repartir gastos como internet, por lo que Aurora Montes cree que ahí es donde estará "la masa crítica" de sus usuarios. 

"Hay colivings en los que puedes estar por 500 euros al mes, pero hay propiedades en Aruba donde piden 100.000, o en Mallorca, entre 5.000 y 10.000", detalla sobre el rango de precios de los alojamientos con los que están trabajando.

Sede en EEUU y proyección internacional

La empresa cuenta con 4 socios. Dos de ellos viven en Miami y trabajan para en compañías de Estados Unidos, y los otros dos para entidades británicas, aunque han cambiado el gris del cielo londinense por el azul del de Cádiz.

Desde allí habla ahora Montes, aunque después de su paso por Reino Unido vivió en Portugal, Madrid y Suiza. Ella es la única española entre los socios fundadores, que completan la estadounidense Gabriella Carusone, el italiano Simone Astuni y el británico Darren James.

La española es una consultora de publicidad con 10 años de experiencia que ha trabajado para marcas como Coca-Cola, Nespresso, Philips, Lidl, Adidas o Heineken. Actualmente, trabaja en una startup de tecnología financiera con sede en Londres y más que una nómada digital, podría decirse que es una nómada, a secas.

"Soy de Madrid, pero soy hija de diplomáticos y he viajado mucho. A los 18 me fui a Argentina varios años, luego pase por España brevemente y también he vivido en Bruselas y en Londres, trabajando en publicidad para clientes globales", detalla.

Carusone es diseñadora de interiores freelance nacida en Nueva York y especializada en diseño residencial y de espacios de trabajo. Ha desarrollado parte de su carrera para la multinacional de coworking WeWork

Astuni es gestor de ventas y servicios tecnológicos y James es director de cine y dirige una productora en Londres, con la que ha realizado trabajos para fabricantes de automóviles como Audi, Skoda o BMW.

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