Un mes después, Renault reacciona a la invasión rusa de Ucrania suspendiendo sus actividades en el país y se plantea el futuro de su marca rusa Avtovaz

Empleados en la planta de Avtovaz, la marca rusa propiedad de Renault, en Izhevsk, Rusia.
Empleados en la planta de Avtovaz, la marca rusa propiedad de Renault, en Izhevsk, Rusia.

REUTERS/Gleb Stolyarov

Renault rompe su silencio respecto a Rusia. El grupo de automoción francés, propietario de la enseña rusa Avtovaz, una de las principales del país, se había mantenido en silencio hasta el momento durante la invasión de Ucrania por parte de Rusia, mientras la mayoría de competidores habían cancelado sus operaciones en el país.

Hasta ahora. El consejo de dirección de Renault aprobó este miércoles la suspensión de su actividad industrial en Rusia, incluyendo su fábrica en Moscú y dio un paso más, señalando en un comunicado que se plantea el futuro de su participación en Avtovaz, el fabricante ruso en el que es propietario del 67% de la entidad que controla la compañía.

"Respecto a su participación en Avtovaz, el Grupo Renault está evaluando las opciones disponibles, teniendo en cuenta el entorno actual, y actuando con responsabilidad respecto a sus 45.000 empleados en Rusia", señala el comunicado hecho público por la compañía de automoción francesa.

Los problemas en los suministros de varios componentes provocados por las sanciones de los países occidentales están entre los motivos de esta decisión, según informaron al Financial Times fuentes cercanas a la compañía.

Una decisión tardía y un fuerte golpe para Renault

Esta decisión es un paso muy relevante para Renault, que tiene en Rusia su segundo mercado, solo por detrás de Francia. En 2021 vendió 482.264 coches en el país y controla el 28,8% del mercado, gracias sobre todo a Lada, la principal marca de Avtovaz y una de las enseñas históricas de la automoción en Rusia, que tiene el 21% de las ventas en el país.

Renault obtuvo 2.850 millones de euros en 2021 de las ventas de Avtovaz, un 10,4% más que el año anterior, descontando el impacto negativo del cambio del rublo respecto al euro. Incluyendo las ventas de la propia Renault y de Dacia, el mercado ruso supondría 5.000 millones de euros anuales para la compañía, según estimaciones de Bloomberg.

Un vehículo Lada, la principal marca de Avtovaz, propiedad de Renault, en un concesionario de Moscú, en una foto de archivo.

Por todo ello, la compañía gala ha anticipado que esto tendrá un impacto en sus previsiones de negocio para 2022 de un descuento de un punto porcentual en el margen operativo, que pasa del 4% al 3%, y un impacto en el flujo de caja, que esperaba que fuera de 1.000 millones de euros y que ahora se queda simplemente en "positivo".

Además, Renault tendrá que hacer un ajuste por el valor de las fábricas, el equipamiento y los activos intangibles en sus resultados de la primera mitad de 2022, una cantidad que ha calculado en 2.195 millones de euros con los datos del 31 de diciembre de 2021.

El grupo galo había conseguido en 2021 volver a los beneficios, con un resultado neto de 967 millones de euros respecto a los 8.008 millones que perdió en 2020 por la pandemia, gracias a la recuperación de las ventas, pero sobre todo al aumento de costes, especialmente por la mejora de su socio japonés Nissan.

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