Esta startup quiere ayudar a las personas a controlar su imagen en internet a través de precios asequibles y un código ético firme por el que no prestan servicios a políticos o entidades bancarias

Josep Coll (centro) rodeado por Coque Moreno (izquierda) y Alejandro Castellano (derecha), fundadores de RepScan.
Josep Coll (centro) rodeado por Coque Moreno (izquierda) y Alejandro Castellano (derecha), fundadores de RepScan.

RepScan

  • RepScan es una startup que nació en enero de este año con el objetivo de democratizar el acceso de las personas a ejercer sus derechos en Internet y controlar su imagen en el mundo digital a través de servicios de eliminación de fotos, vídeos, noticias falsas o suplantación de identidad.
  • La empresa tiene un código ético férreo en el que se niegan a prestar sus servicios a políticos, entidades bancarias o personas que atenten contra los derechos humanos.
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RepScan nació, como casi todas las grandes ideas, por una situación personal: un familiar de Josep Coll, CEO de la empresa, tuvo un problema grave con unas fotografías en internet. 

A raíz de este hecho, el directivo se dio cuenta de lo largo, tedioso y, sobre todo, caro que podía suponer iniciar un proceso judicial para reclamar los derechos de un usuario medio en internet.

Tal y como cuenta Coll en una entrevista con Business Insider España, él es abogado especializado en propiedad intelectual, lo que le llevó a fundar RedPoints, una startup especializada en soluciones contra la piratería online. 

"Nuestra pasión siempre ha sido controlar a la bestia, controlar internet", afirma. 

Tras 9 años trabajando en dicha empresa emergente como fundador, CEO y, después, presidente,
se dio cuenta de que no solamente las marcas tenían problemas de contenidos indeseado, sino que  las personas a nivel individual también sufrían problemas de reputación online negativa. 

De ahí nació RepScan, una plataforma SaaS (Software as a Service) que se dedica a detectar, documentar y eliminar contenido en internet, ya sea una foto, un vídeo, una noticia falsa o datos privados que estén publicados en la red. 

"Vimos que aquí había un mercado, una oportunidad... y aquí estamos otra vez navegando", resume.

El objetivo de la entidad, con sede en Barcelona y un equipo de 7 personas, es democratizar el acceso de las personas a ejercer este derecho, así como a controlar su imagen en el mundo digital, aunque Coll precisa que, actualmente, es casi imposible, ya que está en manos de las grandes plataformas. 

"Nosotros entendemos que si una foto no te gusta o hay una noticia falsa que se refiera a ti, tú tienes derecho para que sea eliminada, especialmente si el ordenamiento jurídico te ampara", explica. 

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Tras varios meses de darle vueltas a la idea de formar esta compañía, Coll, junto a otros 2 emprendedores, decidió lanzar la startup en enero de 2021 tras una inversión inicial de 100.000 euros. 

A partir de ese momento han dependido, como dice el directivo, "de la gasolina privada". "Somos una empresa de alto crecimiento y nos financiamos a través de inversores, es el juego que hicimos con nuestra antigua empresa y es el que sabemos hacer". 

Este juego, en palabras del propio Coll se traduce en "crecer muy rápido para atraer inversores que puedan poner gasolina para seguir creciendo". La idea, según explica, es que en 3, 4 o 5 años "sea un empresón (sic)", por lo que necesitan de este tipo de financiación. 

Actualmente, la compañía está cerrando una ronda de financiación por valor de 500.000 euros y tiene previsto abrir una nueva para finales de año por valor de entre un millón y medio y 2 millones. 

"La verdad es que el interés ha sido brutal, los fondos nos están llamando y está siendo increíble las ganas y el hambre que hay por comprar acciones de RepScan", reconoce. "Gasolina para crecer, crecer y crecer".  

Aunque aún no manejan datos de facturación (la empresa se constituyó en enero), reconoce que están obteniendo "buenos resultados cada día". "Nos está yendo muy bien", apunta. 

"Un solo contenido puede destrozar tu vida digital"

El servicio principal que ofrecen es el que consiste en eliminar un contenido presente en Internet. Los precios varían entre 95 euros por foto o vídeo y, si se trata de suplantación de identidad, noticia falta o cualquiera que no sea audiovisual alcanza los 257 euros. 

Coll especifica que, una de las cosas que les diferencia de otras compañías similares, es que no cobran si no son capaces de eliminarlo. 

Por otro lado, ofrecen otro servicio denominado RepScan Alert, una alerta de reputación negativa. El directivo explica que esto funciona de la siguiente forma: los usuarios preocupados por su imagen en la red les contratan, ellos activan su tecnología y recolectan todo lo negativo que haya en internet sobre dicha persona con la posibilidad de eliminarlo. 

Esta última prestación se paga mes a mes y su precio va en función de la cantidad de búsquedas que quiera el cliente: diarias, semanales o mensuales, desde los 126 euros hasta los 650. 

Coll explica que los precios con los que trabajan son "de barraca" frente a lo peligroso que puede ser para la reputación o la vida de una persona. "Un solo contenido puede destrozar tu vida digital", señala.

Los precios se corresponden con el objetivo último de la startup: que cualquier persona del mundo que quiera quitar un contenido lo pueda pagar y tenga el acceso a abogados como el mismo Coll. "Llevamos muchos años en esta guerra de David contra Goliat, de controlar que la gente pueda tener el control de su vida digital". 

Los jóvenes demanda más la eliminación de foto o vídeo y las personas mayores las noticias falsas

El directivo señala que no hay un perfil determinado de usuario que accede a ellos. "Estamos atendiendo a todo tipo de personas y profesionales", señala. 

No obstante, explica que en lo que se refiere al vídeo o a las fotos son sobre todo gente joven, mientras que en lo relativo a las noticias falsas, les solicitan ayuda gente de mayor edad. "Somos el primer servicio de fake news y nos está viniendo mucha gente que entiende que hay piezas que tienen que tienen información falsa y nos contrata para poder eliminar esas noticias", apunta. 

En concreto, el mayor segmento en el que trabajan es el de la reinserción social-digital y, aunque no precisan el número de usuarios atendidos, el responsable afirma que han atendido "a muchísima gente" y "el porcentaje de eliminación está siendo muy alto". 

El directivo de RepScan afirma que mucha de las personas que están solicitando sus servicios son gente que quiere retirar algún contenido pero no sabe cómo hacerlo. "La gente tiene derechos en Internet pero no sabe cómo ejercerlos", reconoce. 

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No obstante, Coll opina que la gente no es consciente de lo que implica su huella digital y denuncia que la gente joven "no para de compartir cosas que les van a impedir trabajar". Según explica el directivo, en China para pedir una hipoteca te solicitan un índice de reputación online, algo que ellos han pensado desarrollar a futuro para medir cómo de negativa es. 

Además, entre sus planes de futuro también entra dar este servicio a las empresas, dado que cree que sus herramientas están directamente relacionadas con los recursos humanos. 

A niveles más prácticos, Coll explica que entre sus objetivos más inmediatos se encuentra multiplicar sus ingresos por 3, "lo que pide el mercado". En el aspecto tecnológico su idea es seguir desarrollando nuevas versiones del programa e ir, poco a poco, mejorando. 

Si se posiciona en un escenario aún más lejano, el directivo señala que la empresa nació con vocación mundial y su batalla se encuentra en Estados Unidos. "Cuando estemos preparados iremos para allá", avanza. 

Ni políticos, ni entidades bancarias ni personas que atenten contra los derechos humanos

Uno de los aspectos que destaca especialmente de la compañía es que tiene un código ético muy férreo en el que se niegan a prestar servicio a políticos ni cargos públicos (tanto en activo como retirados), personas relacionadas con delitos de carácter sexual (sí para las víctimas), clientes con perfil racista, xenófobo o religioso o entidades bancarias. 

En relación a este último grupo, el directivo explica que creen que, actualmente, hay problema grave de empresas que están vendiendo productos financieros engañosos, prometiendo hacerse rico en 2 días. "No vamos a defender a esa gente". 

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Coll explica que estas líneas rojas son algo que ya tenían claro antes de empezar con la startup dado que han creado "una herramienta muy potente" que no quieren que sea utilizada por determinadas personas con fines fatídicos, a pesar de que reconocen que están perdiendo mucha facturación.

Además, apunta que hay aspectos de esta ética que se han ido determinando en función de las demandas que han recibido. "Nos llaman sobre todo gente que tiene cargos políticos locales con problemas con temas de urbanismo, corrupción... pero nosotros ese tema no lo vamos a tocar ni lo vamos a trabajar", afirma. 

El responsable señala que muchas compañías no tienen código ético y trabajan para quien sea, pero ellos son diferentes. "Nuestro fin es mucho más importante que otra cosa", concluye. 

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