Repsol anuncia un giro estratégico en noviembre tras el golpe del coronavirus e irrumpe en el mercado internacional de renovables en Chile

Repsol sufre las consecuencias de la pandemia del coronavirus y el histórico desplome de los precios del petróleo. La compañía energética ha cerrado el primer semestre del año con unas pérdidas de 2.484 millones de euros, frente a las cifras positivas de 1.133 millones de euros de hace un año. 

El beneficio del grupo, sin contar los extraordinarios, se ha desplomado un 83% en términos interanuales, hasta los 189 millones de euros. La petrolera realizó un ajuste del valor de sus inventarios y activos de producción de 2.673 millones de euros, por la caída de la demanda de la energía durante el confinamiento y de los precios del crudo y del gas natural.

La petrolera ha actualizado su estimación de reducción de gastos operativos hasta los 450 millones de euros, frente a los 350 millones iniciales y ha recortado su pronóstico de inversiones entre 1.000 y 1.100 millones  de euros. El grupo se ha comprometido a cerrar el año con una deuda neta inferior a 3,300 millones de euros, tal y como avanzó Josu Jon Imaz, consejero delegado del grupo, en una conferencia con analistas. 

Leer más: La otra cara del hundimiento del petróleo: las navieras convierten sus megabuques en almacenes flotantes alquilados a precios de oro a grandes energéticas

El desplome de precios del crudo impactó en la valoración de los inventarios de la Repsol en 1.088 millones de euros. La petrolera ha revisado sus hipótesis de precios de los futuros del crudo y del gas y ajustado a la baja el valor de los activos de Upstream en 1.585 millones. 

El grupo capitaneado por Imaz, presentó en marzo un plan de choque para capear la crisis del coronavirus y de los precios del petróleo que se apoya en una transición hacia la descarbonización para conseguir cero emisiones netas en 2050. El cualquier caso, Imaz ha informado en la conferencia con analistas que el grupo realizará una revisión de su plan estratégico el próximo noviembre para adaptarse a las nuevas circunstancias. Repsol prevé superar los  2.200 millones de euros de objetivo de cash savings. 

Repsol ha realizado un ajuste de gastos operativos, en más de 450 millones, e inversiones por encima de lo previsto. La compañía ha aprovechado para reducir la deuda y aumentar la liquidez por encima de las previsiones iniciales. 

Leer más: La recuperación de la demanda del petróleo en 2022 a niveles previos a la pandemia dispara el interés en bolsa de compañías energéticas y de infraestructuras, según los expertos

El negocio de Upstream se vio castigado por la caída de los precios del petróleo y del gas y cerró con unas pérdidas de 51 millones de euros. Además contrajo la producción por la pandemia, por lo que la media del semestre fue de 675.000 barriles diarios. 

La caída de la demanda por el parón económico también afectó al negocio industrial, que cerró con una cifra de negocio de 296 millones de euros. El ejecutivo informó de una caída de las ventas en las estaciones de servicio del 48% en términos interanuales porque no hubo movilidad hasta finales de junio.

La demanda de gasolina, señala, ha vuelto a la normalidad y se sitúa ahora entre un 10% y un 15% por debajo de los niveles de hace un año. No repunta, sin embargo, la demanda de queroseno que se mantiene en niveles un 80% inferiores al pasado ejercicio. 

Leer más: Los 20 países con las mayores reservas de petróleo del mundo

Entra en renovables en Chile

Repsol acelera en renovables y ha cerrado un acuerdo con el Grupo Ibereólica Renovables por el que se hace con una cartera en Chile de proyectos de renovables en operación, construcción o desarrollo de más de 1.600 MW hasta 2025 y con la posibilidad de superar los 2.600 MW en 2030. 

La operación se ha cerrado a través de una ampliación de capital de 168 millones de euros y para la que Repsol creará una joint venture al 50% con Ibereólica. De esta forma construirá en Chile cinco proyectos de renovables en los próximos cinco años.