Repsol pierde 2.578 millones de euros hasta septiembre pero supera las previsiones de los analistas

Repsol cierra los nueve primeros meses del año con unos números rojos de 2.578 millones de euros, frente a los 1.466 millones de un año antes. La cifra que responde, en parte, el deterioro de activos realizado al inicio de la pandemia que preveían un impacto de 2.774 millones de euros por la crisis del coronavirus en la valoración de sus inventarios y por la revisión de su previsión de precios futuros de crudo y gas y el ajuste del valor de sus activos de exploración y producción.

En el tercer trimestre, el grupo presidido por Antonio Brufau supera las previsiones de los analistas que pronosticaban unas pérdidas de 31 millones de euros, pero la compañía ha obtenido un beneficio de 7 millones de euros. El resultado neto ajustado del grupo en este periodo fue de 196 millones de euros, según la información presentada hoy por el grupo ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La compañía se apoya en su Plan de Resiliencia para mitigar el impacto de la pandemia. En el tercer trimestre consiguió reducir los gastos operativos en 350 millones de euros y optimizar el capital circulante en 400 millones de euros. Repsol ha facturado hasta septiembre 24.500 millones de euros, un 31% menos en términos interanuales y una caída del 25% en el trimestre.

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La compañía redujo su deuda neta en 882 millones de euros respecto al cierre del pasado ejercicio, hasta los 3.338 millones de euros. La liquidez de Repsol a finales de septiembre alcanza los 9.099 millones de euros y la caja operativa se sitúa en 2.122 millones de euros.

Estos resultados están marcados por la caída del precio del petróleo y el coronavirus, que obligaron a que la compañía lanzara un plan de resiliencia en el que realizó un deterioro de 1.585 millones de activos de explotación y producción en el segundo trimestre. Repsol también realizó una revisión de sus inventarios de hidrocarburos, reduciéndolo en 1.088 millones. 

En términos ajustados y sin extraordinarios, Repsol perdió 258 millones de euros entre abril y junio y 265 millones de euros entre julio y septiembre. El beneficio neto ajustado de este año se sitúa en 196 millones de euros.

Estas cifras responden también a la puesta en marcha del Plan de Resilencia para hacer frente a esta situación que contempla una reducción de gastos de 350 millones y un recorte de las inversiones de 1.000 millones. Como parte de esta estrategia el grupo contiene la deuda neta para mantener el nivel de solvencia financiera. 

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Repsol prevé ahorrar 500 millones de euros en 2020, 150 millones más de lo que sopesaba en la previsión anterior.  Además, ha elevado a 1.200 millones la previsión de reducción de inversiones desde su plan inicial de 1.000 millones y espera cerrar el año con 700 millones de capital circulante.

La compañía continuó avanzando en su compromiso de ser cero emisiones netas en 2050. Como hitos más representativos destacan dos proyectos industriales de descarbonización en Petronor, el comienzo de las obras y la conexión a la red de activos renovables, el avance en la expansión internacional de este negocio y la construcción de la primera planta de biocombustibles avanzados de España.

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, señala en un comunicado: “Estamos mostrando solidez y resiliencia en un escenario sin precedentes, a la vez que ponemos en marcha proyectos innovadores para lograr un mundo más descarbonizado desplegando todas las  tecnologías posibles, ya que todas las fuentes de energía son necesarias para responder a este reto de manera justa y eficaz".