Santander pierde 8.771 millones de euros por el ajuste de las cuentas, las provisiones millonarias para hacer frente al COVID y la reestructuración de España

Ana Botín, presidenta de Banco Santander.
Ana Botín, presidenta de Banco Santander.

Reuters

Santander perdió 8.771 millones de euros en 2020, según las cuentas presentadas a la CNMV. El banco registró unas pérdidas históricas en medio de la pandemia del COVID-19, que junto a los ajustes que está viviendo el banco en España, le llevaron a provisionar 2.378 millones de euros. El año pasado Santander ganó 6.515 millones de euros. 

El banco aparta esta cantidad en sus cuentas para hacer frente a posibles pérdidas futuras por la situación que se está viviendo, como un deterioro del entorno macroeconómico que puede afectar a sus ingresos o al aumento de los impagos de préstamos. 

El resultado de la entidad de 2020 se ve lastrado por la actualización del fondo de comercio por inversiones históricas (-10.100 millones de euros) y de los activos fiscales diferidos, los conocidos en la jerga del sector como DTAs (-2.500 millones de euros) que en total suponen un valor de 12.600 millones de euros, así como nuevos cargos en el cuarto trimestre, concretamente 1.146 millones de euros derivados de los costes de reestructuración en España.

El negocio de Santander se ve resentido en 2020 por los efectos de la pandemia aunque el banco señala que percibe una cierta recuperación en el último trimestre del año. De esta forma, los ingresos totales en 2020 se situaron en 44.279 millones de euros, lo que supone una caída del 10%. El margen de intereses y los ingresos por comisiones representaron en torno al 95% de los ingresos. 

Los tipos de interés en negativo, el fin de las moratorias y la nueva oleada de fusiones marcan el futuro de los bancos en 2021

Las comisiones netas se redujeron un 15%, y se situaron en 10.015 millones de euros. Sin el impacto de los tipos de cambio, el descenso sería del 5% siendo este el indicador más afectado por la crisis derivada de la covid-19, lo que se ha reflejado en una menor transaccionalidad de los clientes. La estrategia sigue enfocada en la mayor vinculación de clientes y el crecimiento en servicios y productos de mayor valor añadido, apuntan desde la entidad. 

Para compensar los menores ingresos, Santander sigue buscando la eficiencia, que señala que vuelve a situarse en un ratio del 47%. La bajada de los costes de explotación ayuda a mantener este nivel. Los costes de explotación se situaron en 21.130 millones de euros, un 9% menos que en 2019. Sin el impacto de los tipos de cambio, el descenso es del 1%.

El dividendo permitido por el BCE 

La entidad presidida por Ana Botín tiene la intención, según apunta en la información remitida a la CNMV, de remunerar al accionista con el máximo dividendo permitido por el Banco Central Europeo (BCE) que ascenderá a 2,75 céntimos de euro. 

La intención del Consejo es restablecer en el medio plazo una remuneración que esté en la horquilla de entre el 40% y el 50% del beneficio ordinario, señala la entidad. 

Respecto del dividendo con cargo a los resultados de 2021, la intención es, en línea con lo anunciado en abril de 2020, mantener la política de dividendos del Banco suspendida mientras la recomendación del BCE citada anteriormente se mantenga, apunta en la información remitida a la CNMV. 

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