Entre 18 y 24 años y aficionado al maratón de series: así es el retrato robot del espectador español de 'El juego del calamar'

142 millones de hogares en todo el mundo vieron El juego del calamaren las cuatro semanas siguientes a su estreno en la plataforma. Netflix hacía pública la cifra definitiva esta semana durante la presentación de los resultados del tercer trimestre de 2021, reafirmando el éxito indiscutible de la serie a nivel global. 

La cifra, sin embargo, aclara poco a muchos niveles. Al margen de la suspicacia que genera el famoso “al menos dos minutos” como umbral de visionado, el dato acumula cuentas (hogares) no consumo individual. Además, se desconoce la cuota que representa cada territorio, lo que impide estimar la cifra por países. Tampoco existe información sobre patrones de consumo que ayuden a comprender las dinámicas de visionado en términos de horarios, preferencias en cuanto a número de episodios o la periodicidad de las sesiones. 

Entre 18-34 años y aficionado al maratón de series. Así se podría resumir el perfil de espectador de El juego del calamar en España. Esta es una de las principales conclusiones del estudio independiente de FLUZO, una compañía dedicada a la medición de audiencias mediante una solución tecnológica propia que emplea en el reconocimiento de audio en múltiples dispositivos. 

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El panel que sirvió como muestra estaba integrado por individuos mayores de 18 años monitorizados de manera constante entre el 18 de septiembre y el 12 de octubre. Los resultados de consumo a escala nacional de este estudio permiten completar los puntos ciegos de la información difundida por Netflix.  

Una serie con mucha cobertura (38% de la población internauta) y poca tasa de abandono (8 capítulos vistos de media)

En términos de cobertura, el impacto de la serie en nuestro país ha sido considerable: un 38% de la población española internauta de más de 18 años ha visto algún capítulo de la serie desde su estreno. Esto supone más de 12 millones de espectadores de los 32 millones de internautas de nuestro país. Además, la tasa de abandono es muy reducida, ya que la media de capítulos vistos fue de 8 (98 millones de horas vistas en total). 

Dos masas de audiencia de espectadores y un fenómeno que eclosiona tras el fin de semana de estreno 

El estudio de FLUZO permite situar en el tiempo el momento en que la serie comienza a ganar tracción de consumo. El despegue tiene lugar después del fin de semana de estreno, con un crecimiento exponencial. 

La monitorización de la pauta de consumo permite, además, distinguir dos grandes tipos de público. La audiencia-objetivo (afín al nicho de la serie) fue de consumo temprano y se concentró con claridad en ese primer fin de semana.

Además, a pesar de ser una masa de público porcentualmente menor (solo un 2% del total) tuvo un índice de consumo de episodios significativamente mayor (la media de capítulos vistos el primer domingo tras el estreno fue de seis). 

El fenómeno viral, no obstante, eclosionó con la llegada de una segunda generación de audiencia que comenzó a verla de diariamente a partir del lunes 20 de septiembre, con picos los fines de semana. 

'El juego del calamar' se maratoneó 

Gran parte de los análisis sobre el fenómeno de El juego del calamar consideran la fascinación por la serie una consecuencia directa de su modo de consumo (el atracón). 

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Los datos de FLUZO así lo confirman. En nuestro país el promedio fue de 3,4 capítulos al día, con repuntes los fines de semana y los festivos. 

Este consumo tan voraz fue, de hecho, el resultado del encadenamiento de ambas masas de audiencia: la temprana, que había terminado la serie y no paraba de hablar de ella, y la audiencia de segunda generación, que se lanzó de cabeza a la serie seducida por la fascinación ajena. 

El contenido en plataformas se ve de forma muy similar a como se veía la televisión. 

El horario preferente para ver la serie se concentró en torno al tradicional prime time televisivo, muy especialmente en fin de semana. Las tardes y las sobremesas fueron otros dos momentos de gran consumo. 

Un público muy joven (aunque no de forma exclusiva) 

Una de las razones que explica el éxito de El juego del calamar ha sido su capacidad para seducir a audiencia que no forma parte del nicho al que se dirige la serie. La edad de los espectadores es el indicador que, de forma más clara, ilustra este fenómeno. 

El núcleo duro de la audiencia de la serie se polarizó en torno a la franja de los 18 a los 24 años (con un alcance del 70%). Fue, además, el colectivo entre el que más rápido se contagió el fenómeno, generando una cobertura que se incrementaba diariamente. 

Pero la serie también logró encontrar su público en demografías más mayores, con una importante cuota de espectadores por encima de los 54 años. 

La falta de transparencia y la negativa a permitir una supervisión por parte de un organismo independiente se ha convertido en una reivindicación constante por parte de la industria audiovisual local. 

La disrupción de los servicios OTT en los hábitos generales de consumo es evidente, de ahí que sea muy necesario una mayor claridad sobre la posición que ocupan todos los agentes que se reparten el tiempo de ocio del espectador. 

Parece que Netflix ya ha tomado nota. El pasado miércoles, durante la presentación de los resultados correspondientes al tercer trimestre de 2021, anunció que ofrecerán más información sobre sus audiencias a partir del año que viene. 

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En concreto, harán público el número de horas de visionado totales que acumule cada programa, lo que ayudará a ponderar ese dato de “al menos dos minutos” y ofrecer un indicador más cercano al consumo real que haya tenido cada programa. 

Es un gran paso. Los datos ayudan a poner en contexto los éxitos, a detectar tendencias y necesidades a satisfacer. Solo falta un poco de voluntad y comprender que la circulación de información es, en realidad, un beneficio colectivo.