Si has pensado "esta reunión podría haber sido un correo", tenías razón: las reuniones cuestan a las empresas más 100 millones de euros al año

Jason Lalljee,
Casi la mitad de los empleados afirma tener demasiadas reuniones en sus agendas y aseguran sentirse 'molestos' y 'frustrados' por ello.
Casi la mitad de los empleados afirma tener demasiadas reuniones en sus agendas y aseguran sentirse 'molestos' y 'frustrados' por ello.

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Estar atrapado en una reunión interminable, es una mala noticia para ti, pero también para tu empresa. 

Así lo constata un nuevo estudio realizado por la compañía de software Otter.ai en colaboración con el profesor de ciencias corporativas de la Universidad de Carolina del Norte, Steven Rogelberg. 

Para elaborar el informe publicado se entrevistaron a más de 600 trabajadores de 20 sectores diferentes: áreas tecnológicas, empresas de servicios profesionales, bufetes de abogados o ingenieros. El estudio concluyó que, además de causar un estrés innecesario en los empleados, las mayoría de reuniones son irrelevantes para la consecución de los resultados económicos de la empresa. 

De hecho, les perjudican. Según el profesor de la Universidad de Carolina del Norte, las compañías con una plantilla de unos 100 trabajadores ahorrarían cerca de 2 millones y medio de dólares (más de 2 millones y medio de euros) al año si prescindiesen de las reuniones. Esa cifra ascendería a más de 100 millones de euros en el caso de las empresas que sobrepasen los 5.000 empleados

Las empresas analizadas por Rogelberg desperdician de media unos 25.800 euros por empleado al año al mantenerle ocupado en reuniones que son innecesarias. El informe define como "innecesarias" aquellas reuniones en las que el empleado afirma que podrían no acudir, siempre y cuando se le mantenga informado de las conclusiones de las mismas. 

 

"Las organizaciones invierten una cantidad significativa de dinero en sus empleados y, por lo tanto, en las reuniones que estos mantienen", detalla Rogelberg. "Existe un potencial de ahorro de costes increíble si se redujese la asistencia a reuniones innecesarias". 

El estudio elaborado por el profesor de la Universidad de Carolina del Norte se da a conocer en un momento en que los trabajadores se cuestionan cómo se sienten con respecto a conceptos como la productividad o el trabajo en sí mismo. Un contexto en el que están surgiendo cuestiones como la Gran Renuncia, el abandono silencioso o la formación de sindicatos en Estados Unidos

Suponiendo un posible ahorro para las empresas de cientos de millones de euros, los directivos también podrían estar interesados en que se acaben los encuentros inútiles. "Disminuir las reuniones innecesarias no sólo reduciría la tensión de los empleados y aumentaría su productividad, sino que ayudaría a las compañías a reducir drásticamente sus costes", recalca Rogelberg. 

"El verdadero triunfo para la productividad y la salud mental no es la semana laboral de 4 días, sino la jornada sin reuniones"

En los últimos meses algunos directivos se han declarado abiertamente en contra de las reuniones. 

Phil Libin, exdirector general de la aplicación Evernote, explicó hace unos meses en su perfil Twitter que la ausencia de reuniones es mejor para la felicidad de los trabajadores que una semana laboral de 4 días. Una cuestión que también ha captado recientemente el interés de los empleados

"El verdadero triunfo para la productividad y la salud no es la semana laboral de 4 días, sino la jornada laboral sin reuniones", escribió Libin. "Las herramientas y las técnicas para eliminar las reuniones están a punto de despegar". 

El exdirector general de Evernote ahora es CEO de la consultora de productos All Turtles y de la aplicación de videoconferencias mmhmm. Cuando Libin fundó Evernote en 2004 prohibió las reuniones en vídeo en la compañía.

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La postura de Libin no quiere decir que los trabajadores y las empresas no estén pendientes de la semana laboral de 4 días. A mitad de una prueba piloto de 6 meses, varias empresas británicas que han experimentado con ella aseguran que sus empleados están más contentos (y son igual de productivos).

Un estudio en el que participaron más de 3 millones de personas reveló que, en abril de 2020, cuando millones de personas se encontraban trabajando desde casa, la jornada laboral era 48 minutos más larga y se tenían más reuniones. De entre los encuestados por Rogelberg, casi la mitad afirmaba tener demasiadas reuniones en sus agendas laborales y decían sentirse "molestos" y "frustrados".

El hecho de que las reuniones sean económicamente perjudiciales para las empresas solo añade un argumento más al tira y afloja existente entre directivos y trabajadores. Un estudio reciente elaborado por Microsoft revela que los jefes no creen que sus empleados sean suficientemente productivos teletrabajando, mientras que estos piensan que sus agendas están llenas de tareas innecesarias. 

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En respuesta a la pregunta de si las empresas podrían acabar poniéndose del lado de sus empleados para rebajar el número de reuniones, muchos de los encuestados por Rogelberg expresaron su incredulidad sobre la capacidad de adaptación de sus actuales directivos.

"Sería necesario un cambio de cultura para dejar de estar siempre disponible", resumió un trabajador.

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