La revolución de las citas sin alcohol ya está aquí y la generación Z la lidera

Para muchos, salir con alguien no solo es sinónimo de beber, sino que es impensable sin ello. Pero los jóvenes están cambiando las reglas del juego. La generación Z se está ganando la reputación de ser la generación que explora la sobriedad y que da prioridad a su salud, bienestar y autenticidad a la hora de encontrar pareja.

Los nacidos entre 1997 y 2012 parecen tener menos interés por la bebida. Un informe de Statista afirma que alrededor del 18% de los estadounidenses menores de 28 años en edad legal de beber consumen alcohol con frecuencia. Para los millennials, es más del 30%.

Ryan Mairs, de 28 años, es un "Zillennial" en la cúspide entre los millennials y la generación Z que ha notado el cambio. Lleva 10 meses sin beber, cuenta a Business Insider. Lo que ha sido "un poco una montaña rusa".

Mairs, locutor y defensor de la salud mental, está diagnosticado de trastorno bipolar. Alejarse de la bebida, las drogas y las fiestas ha sido un cambio positivo en su vida, afirma.

Pero salir sin alcohol ha supuesto una curva de aprendizaje. Uno de los mayores retos fue aprender quién era sin la bebida.

"En las citas, probablemente empezaba bastante lento, tranquilo e introvertido, y luego, a medida que me emborrachaba más, me volvía extrovertido", explica. "Cuando se te pasa el efecto del alcohol, vuelves a ser el tipo tranquilo".

Mairs comenta que se preguntaba si podría ser la persona segura de sí misma que el alcohol le permitía ser, y con el tiempo descubrió que lo era.

Cuanto más sales con personas que no beben más "te acostumbras a ello y adquieres confianza y comodidad", asegura. "Puedo entender por qué algunas personas dudan en probarlo o experimentarlo, pero para mí, ha sido algo positivo".

La generación sobria

Mairs es uno de los muchos jóvenes que están reevaluando su relación con el alcohol y cómo puede haber afectado negativamente a su salud física y mental.

La generación Z bebe con menos frecuencia que los millennials. También son los que menos gastan en alcohol y son el grupo demográfico que más rápido crece en la compra de bebidas sin alcohol.

Una encuesta de DatingNews.com reveló que el 65% de los encuestados de la generación millenail y la generación Z afirmaron preferir una primera cita "sobria". Por lo tanto, incluso si no todos los participantes optan por no beber nunca, sí que aprecian la idea de que el alcohol no forme parte de su vida amorosa desde el principio.

Kate Daly, experta en relaciones y cofundadora de la empresa de servicios de divorcio online Amicable, señala que los miembros de la generación Z son más conscientes de la salud que las generaciones anteriores.

Valoran la transparencia y la honestidad, y reconoce que el alcohol puede tener un impacto social perjudicial en ellos, añade.

"Salir con alguien sin recurrir al alcohol significa que pueden mostrar su verdadero yo", sostiene Daly. "Y pueden participar en una conversación mucho más profunda y significativa en lugar de ser muy superficial y frívola".

Daly considera que los Zoomers también son una generación orientada a los resultados, salir con alguien mientras se está sobrio significa que no hay pretensiones ni mensajes contradictorios.

"Estás más inclinado a ser honesto, abierto, directo", dice. "Y creo que eso es fundamental para establecer una conexión genuina".

Justine Benanty, directora de comunidad de la plataforma de socialización sin alcohol Drybaby, declara que las vidas de los Gen Zers son particularmente caras para la etapa en la que se encuentran.

"Son una generación muy consciente de la salud, pero también están limitados por las finanzas", subraya. "Tanta gente está mandándose bizums después de sus citas porque es muy caro" por las finanzas".

Sacar el alcohol de la ecuación no solo es bueno para el presupuesto, sino también para "actuar con autenticidad", afirma Benanty, lo cual es un pilar de la Generación Z. "Son una generación que realmente se preocupa profundamente por quiénes son".

Generar confianza

En retrospectiva, Mairs piensa que usar el alcohol como un amortiguador durante las citas era un mecanismo de defensa.

Las citas pueden ser estresantes y el alcohol generalmente calma los nervios, aclara. "Pero puede que no seas tú mismo", considera Mairs. "Mientras que estar sobrio te permite demostrar si te sientes cómodo con esa persona de forma natural".

Cuenta que después de unas copas, la gente puede engañarse a sí misma y sentirse atraída por alguien. Pero esto solo prolonga lo inevitable y es una pérdida de tiempo para todos.

En comparación, ahora Mairs sabe cuándo se siente atraído por alguien, lo que realmente le ha ayudado a crear intimidad.

"Me pareció un poco extraño cómo el sexo mejoró en comparación con las aventuras de una noche de borrachera". "Si no bebes en una cita, si llegas a esa etapa con alguien, no es por el alcohol".

Problemas con las aplicaciones de citas

Jessie Urvater, que ahora tiene 25 años, ha estado sin beber desde que tenía 19. Es la fundadora de la plataforma de citas para personas sobrias Club Pillar, lanzada este verano en EEUU.

Urvater vio la necesidad de una aplicación que atendiera a personas que querían mantenerse alejadas del alcohol, sentían curiosidad por la sobriedad o eran bebedoras ocasionales.

"Tuve problemas con las aplicaciones de citas tradicionales del mercado, ya sea por el estigma, o por salir con alguien que no encajaba con mi estilo de vida, o por tener que revelar demasiada información muy al principio de la conversación sobre por qué no bebía", explica Urvater.

Urvater quiere construir una comunidad en la que la gente no quiera necesariamente una pareja completamente sobria, sino que quieran salir con alguien que no centre su vida en torno a cuándo será su próxima copa o fiesta, aclara.

La borrachera puede ser un asco

Urvater cree que la creciente concienciación sobre la salud mental y las repercusiones negativas que puede tener el consumo excesivo de alcohol es uno de los principales factores que impulsan a la Generación Z a adoptar una actitud sobria.

"Muchos reconocen que el alcohol puede exacerbar la ansiedad, la depresión y otros problemas de salud mental", afirma.

Mairs estuvo de acuerdo en que eso ha sido una parte importante de su decisión. Beber, para él, era como "echar gasolina al fuego".

Aunque todavía se siente juzgado de vez en cuando, Mairs cree que las percepciones sobre el consumo de alcohol podrían estar cambiando. "Algunas chicas con las que he hablado me han dicho que a veces, cuando ven a un tipo borracho tropezando y cayéndose, tirándose un kebabencima, les da un poco de asco".

"A veces echo de menos la diversión y las payasadas", añade. "Pero para el próximo capítulo de mi vida, es simplemente lo mejor para mí".

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