El riesgo de sufrir trombos es mucho mayor al contraer el COVID-19 que después de vacunarse

Una chica recibe una vacuna contra el COVID-19.

REUTERS/Juan Medina

  • Un estudio británico sobre casi 30 millones de personas concluye que el riesgo de trombos es mayor por COVID-19 que por las vacunas.
  • La investigación identificó un aumento en las probabilidades de trombos tras recibir la vacuna de AstraZeneca. Sin embargo, los riesgos eran "sustancialmente mayor y más prolongado" tras una infección por COVID-19.
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El riesgo de sufrir un trombo es significativamente mayor al contraer el COVID-19 que por recibir las vacunas de AstraZeneca o Pfizer contra el virus.

Así lo apunta un masivo estudio elaborado en Reino Unido, publicado este viernes en British Medical Journal,elaborado por distintos centros británicos entre los que se encuentran la Universidad de Oxford. —No obstante, los autores remarcaron no tener vínculos de interés con los científicos de Oxford que trabajaron en la vacuna —.

En este los investigadores evaluaron datos de casi 30 millones de personas mayores de 16 años vacunadas en Inglaterra entre el 1 de diciembre de 2020 y el 24 de abril de 2021, ya fuera con la candidata de Oxford/AstraZeneca o de Pfizer/BioNTech. 

Más 1,7 millones de los pacientes dieron positivo en una prueba de detección del SARS-CoV-2 tras recibir las primeras dosis de la vacuna.

Los científicos analizaron después las tasas de eventos vinculados a  trombosis con síndrome de trombocitopeniacomo (coágulos de sangre con recuentos bajos de plaquetas). Se trata de una afección que se ha asociado como un raro efecto secundario en la vacuna Oxford-AstraZeneca.

La evaluación identificó un mayor riesgo de eventos raros de trombosis en el periodo transcurrido entre los 8 a 28 días posteriores a la primera dosis de la vacuna AstraZeneca.

En lo relativo a la candidata de Pfizer/BioNTech, durante el mismo periodo el estudio también rastreó un aumento en la probabilidad de accidentes cerebrovasculares.

Sin embargo, el riesgo de estos efectos era "sustancialmente mayor y más prolongados" tras una infección por COVID-19.

Por cada 10 millones de personas que reciben la primera dosis de AstraZeneca, los investigadores estimaron que unas 66 sufrirán un síndrome de coagulación sanguínea en los 28 días posteriores. Pero esta cifra se eleva hasta las 12.614 incidencias por cada 10 millones de personas tras un positivo por COVID-19.

En lo relativo a un recuento bajo de plaquetas, se encontró que 107 de cada 10 millones de personas padecerían esta afección. En los infectados por el virus la cifra ascendió hasta las 934 personas por cada 10 millones.

Sobre la vacuna de Pfizer el estudio estimó que en torno a 143 personas por cada 10 millones serían hospitalizadas por accidente cerebrovascular isquémico en los 28 días posteriores a la primera dosis, en comparación con las 1.699 que lo harían tras contagiarse.

Si bien, como evidencian los datos, existe un incremento de efectos adversos tras la inoculación contra el virus, el estudio subraya que los beneficios de la vacunación siguen superando a los riesgos. 

“Las personas deben ser conscientes de estos mayores riesgos después de la vacunación COVID-19 y buscar atención médica de inmediato si desarrollan síntomas, pero también deben ser conscientes de que los riesgos son considerablemente mayores y durante periodos de tiempo más largos si se infectan con SARS-CoV-2”, asegura Julia Hippisley-Cox, autora principal del artículo, en un comunicado de prensa.

Asimismo, los datos publicados en julio sobre la vacuna de AstraZeneca mostraron que el riesgo de padecer trombos no aumenta después de la segunda dosis. 

Según estos, la tasa estimada de trombosis con síndrome de trombocitopenia después de la primera dosis fue de 8,1 por millón en los inoculados, dijo AstraZeneca. Después de la segunda dosis de la vacuna, la tasa fue de 2,3 por millón, comparable a la observada en personas no vacunadas.

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