Los inversores se refugian ante el aumento de posibilidades de que se produzca una estanflación global

'Traders' en la bolsa de Nueva York, Wall Street

REUTERS/Brendan McDermid

La situación financiera global no es halagüeña, las consecuencias del COVID-19 todavía colean mientras se ha iniciado una nueva guerra en Europa y el precio de las materias primas y las tensiones geopolíticas es cada vez más alto.

Así, se puede producir un escenario de estanflación (las expectativas de estanflación han aumentado hasta el 66%, la cifra más alta desde 2008) que los expertos tratan de desentrañar en Bloomberg.

James Athey es director de inversiones en Londres de abrdn, y asegura que "los riesgos de estanflación más agudos se dan sin duda en la Europa continental. El equilibrio entre crecimiento e inflación es horrible".

Andrew McCaffery, es el director global de inversiones de Fidelity International. Su caso base es una recesión europea y el inversor se mantiene alejado de la renta variable de la región y de la moneda única: 

"La estanflación supone un reto, pero hay algunas áreas dentro de la renta fija que creemos que estarán mejor protegidas frente a la subida de tipos y la ralentización del crecimiento. Los bonos de inversión deberían seguir comportándose relativamente bien, partiendo de la premisa de que las expectativas de inflación aumentarán, y también somos constructivos con respecto a los bonos de inversión en euros, dadas sus características más defensivas y la mejora de las valoraciones".

La estanflación resulta tremendamente familiar para aquellos que vivieron durante la década de los 70 y se traduce en alta inflación con bajo crecimiento de la economía. 

Últimamente, Wall Street se ha obsesionado con esta posibilidad, después de que el crecimiento se haya desacelerado un poco en comparación con la dinámica previa, mientras que los precios del petróleo y la inflación son más altos de lo que han estado en varios años.

Henrietta Pacquement, directora del equipo de renta fija global de Allspring Global Investments, afirma que la invasión de Rusia cambia el juego para Europa:

"La estanflación es un escenario que hay que contemplar. Siguen existiendo presiones inflacionistas al alza y presiones a la baja sobre el crecimiento. ¿Empuja eso a las economías a la estanflación o incluso a la recesión en una fase posterior? La cuestión sigue abierta".

"Hay mucha volatilidad en el mercado de tipos de interés. Mientras tanto, los mercados de crédito se han comportado razonablemente bien".

El período estanflacionario de los años 70 y 80 resultó ser doloroso para gran parte de Estados Unidos y Europa. Sus efectos se sintieron durante años a medida que resultaba difícil salir del ciclo de alto desempleo, crecimiento débil y repunte constante de precios. 

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Arvind Narayanan, con sede en Malvern, Pensilvania, codirector de crédito de grado de inversión en Vanguard, apunta que "la intención de los bancos centrales es frenar la inflación y la única manera de hacerlo es reduciendo la demanda agregada, pero eso llevará tiempo".

"Conviene infraponderar la duración y las exposiciones crediticias, y apuntalar las carteras con una amplia liquidez, porque esta transición no va a ser suave".

Lynda Schweitzer, gestora de carteras con sede en Boston y codirectora del equipo de renta fija global de Loomis Sayles & Co, no se cree del todo la historia de la estanflación, pero sigue preocupada. 

"Es ciertamente decepcionante que estemos marcando el crecimiento a la vez que subimos la inflación. Acortar la duración en los principales mercados en los que los bancos centrales van a subir y retirar la acomodación tiene ciertamente sentido" explica. 

Akira Takei, gestor de renta fija global de Asset Management One, también ve el mayor riesgo de estanflación en Europa y el Reino Unido: "El aumento del precio del gas ha provocado un incremento de la inflación en Europa".

"Teniendo en cuenta que la parte ultralarga de las curvas de rendimiento ya se ha aplanado considerablemente, los pagarés intermedios tienen potencial para ganar en el Reino Unido y la zona del euro".

Por su parte, Vincent Mortier, director de inversiones del grupo Amundi, es partidario de una postura neutral en la renta variable mundial y de una asignación defensiva en el crédito, ya que Europa se convierte cada vez más en el epicentro de los riesgos de estanflación. 

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