La larga sombra de la pandemia: los contagiados por covid tienen mayor riesgo de niebla mental, demencia o psicosis 24 meses después

La lupa sigue puesta sobre las posibles consecuencias para la salud mental y neurológica causadas por la COVID. La evidencia científica disponible hasta la fecha apunta a que los pacientes que han sufrido la infección por coronavirus experimentan un riesgo más alto de afecciones como niebla mental, deterioro cognitivo o psicosis, incluso 24 meses después de atravesar la enfermedad. 

Una nueva investigación publicada el pasado miércoles en la revista The Lancet Psychiatry apunta a la creciente carga de enfermedades crónicas que la pandemia deja tras de sí: quienes han pasado la COVID-19 siguen teniendo un mayor riesgo de trastornos psicóticos, demencia y niebla mental durante al menos dos años.

Se sabe quela ansiedad y la depresión ocurren con más frecuencia después del covid que en el caso de otras infecciones respiratorias, aunque el riesgo generalmente desaparece en dos meses, según los hallazgos realizados por científicos de la Universidad de Oxford. 

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En contraste, los déficits cognitivos conocidos coloquialmente como niebla mental, la epilepsia, las convulsiones y otros trastornos mentales y de salud cerebral a largo plazo permanecieron elevados 24 meses después de padecer la infección causada por el SARS-CoV-2.

Para llegar a estos datos, el estudio recopiló información sobre 14 diagnósticos neurológicos y psiquiátricos de la red de registros de salud electrónicos TriNetX, que contiene información anónima sobre aproximadamente 89 millones de pacientes de todas las edades. 

Los 1,28 millones de personas con un diagnóstico confirmado de covid durante el período de estudio de dos años se emparejaron con un número igual de pacientes con otra infección respiratoria que actuó como grupo de control, tal y como explican desde Bloomberg. 

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El hecho de que 24 meses después el riesgo de trastornos mentales y neurológicos siga siendo elevado para los pacientes de covid es especialmente preocupante para los casos de deterioro cognitivo. Cabe recordar que los pronósticos apuntan a que las personas con demencia superen los 150 millones para mitad de siglo.

El pasado mes de marzo, los investigadores de Oxford comprobaron que un caso leve de covid puede asociarse con una contracción del cerebro equivalente, en los peores casos, a una década de envejecimiento normal. El daño del virus afecta a la salud del tejido cerebral y puede reducir la cantidad de materia gris.

Otros estudios como este, publicado en Cell, observaron las similitudes entre la niebla mental del COVID-19 y la niebla de quimioterapia. "Incluso una infección respiratoria leve por el SARS-CoV-2 puede provocar cambios neuroinflamatorios persistentes", afirmó el equipo en su artículo. 

Ahora, los nuevos hallazgos apuntan a que quienes han atravesado la infección tienen un peligro más alto de deterioro cognitivo y diversos trastornos mentales, evidenciando el potencial del virus para causar un daño profundo al sistema nervioso central. 

Este estudio es el primero que examina las consecuencias neurológicas y psiquiátricas dispares y persistentes del covid en un gran conjunto de datos.

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“Es probable que ocurran nuevos casos de afecciones neurológicas relacionadas con la infección por covid-19 durante un tiempo considerable después de que la pandemia haya disminuido”, afirma en un comunicado Paul Harrison, profesor de psiquiatría y autor principal del estudio, solicitando más investigación sobre el fenómeno y sobre cómo prevenir y abordar estas enfermedades. 

Según estos recientes datos, la probabilidad de tener un diagnóstico neurológico y psiquiátrico después del coronavirus fue menor en niños que en adultos. La población infantil no experimentó un mayor riesgo de trastornos del estado de ánimo o de ansiedad. En su caso, cualquier déficit cognitivo tendió a ser transitorio.

"Sin embargo, es preocupante que algunas otras condiciones, como la demencia y las convulsiones, sigan siendo diagnosticadas con mayor frecuencia después de la covid, incluso dos años después", recalca el coautor de la investigación, Max Taquet.

Hay varias causas posibles detrás de los mecanismos que impulsan este riesgo elevado, y que duran mucho más allá de la infección aguda. Las células que recubren los vasos sanguíneos podrían dañarse por la enfermedad, provocando que se formen coágulos de sangre y fugas de la barrera hematoencefálica.

Por último, el estudio también observa que la vacunación previa se asocia con riesgos reducidos o sin cambios de la mayoría de los resultados neurológicos o psiquiátricos. Además, las tasas han sido similares con las variantes ómicron y delta, por lo que las enfermedades neuropsiquiátricas también podrían aparecer con las cepas menos graves del SARS-CoV-2.