Los robots se vuelven más humanos: un estudio demuestra que tienen una "empatía" primitiva

La ficción es superada constantemente por la realidad. Tal es el caso de los robots de este experimento, llevado a cabo por la Escuela de Ingeniería de  la Universidad de Columbia (Estados Unidos), que ha demostrado que estas máquinas cuentan con una "empatía" primitiva.

En este sentido, tal y como ha publicado CNET, un robot observador ha sido capaz de prever las acciones futuras de otro robot, denominado actor, con solo algunas imágenes.

Para observar este fenómeno, los investigadores situaron, en un cuadrilátero de 1x0,5 metros al robot actor y lo programaron para encontrar un círculo verde en su radio de visión. 

En ocasiones, el círculo verde se observaría a simple vista; en otras, tendría su visión afectada por la posición intermedia de una caja roja alta. Así, verían si el robot avanzaba hacia el punto verde o, por el contrario, no se movía.

Tras observar este comportamiento, el segundo robot –denominado observador– fue capaz de predecir el camino del robot actor, en diferentes situaciones, con una efectividad del 98%.

"La habilidad de ponerte en la situación del otro, de hablar y comprender sin ser guiado y de saber si hay o no un círculo verde, en este caso, desde el punto de vista del otro, puede que sea una forma primitiva de empatía", ha explicado Boyuan Chen, uno de los autores del estudio, en declaraciones a EurekAlert.

La investigación abre el debate sobre la ética y los robots

Con formas de inteligencia artificial cada vez más avanzadas, es normal que este tipo de investigaciones planteen dudas sobre ciencia y ética. Con robots más conscientes del estilo de vida humana, la moral juega un papel importante en los experimentos.

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Así, esta investigación tiene su punto de partida en la conocida como Teoría de la Mente, que hace referencia a sujetos que comprenden su estado mental en sí mismo, además del de otros sujetos externos.

Según explica Hod Lipson, coautor del estudio y director del laboratorio encargado de la investigación, llegará un momento en que los robots puedan anticipar los pensamientos humanos, algo que puede llevar a que sean capaces de manipular los mismos.

"Sabemos que, dentro de mucho tiempo, los robots no serán máquinas pasivas que se dedican a seguir instrucciones", ha recalcado Lipson. En este sentido, "esperamos que los legisladores sepan gestionar esta tecnología para que nos pueda beneficiar a todos", ha apostillado.

A partir de este punto, todos los planteamientos son elucubraciones: ¿Podrán los robots adquirir conciencia de su propia existencia? ¿Serán capaces de experimentar sentimientos como los humanos? Solo la ciencia tiene la respuesta.