Rusia corta el grifo del gas a EEUU, Reino Unido y la Unión Europea, calificados como "hostiles", si estos se niegan a pagar en rublos

Jake Epstein,
El presidente ruso, Vladímir Putin, en una reunión con miembros del Gobierno por teleconferencia en Moscú, el jueves 10 de marzo de 2022.
El presidente ruso, Vladímir Putin, en una reunión con miembros del Gobierno por teleconferencia en Moscú, el jueves 10 de marzo de 2022.Mikhail Klimentyev, Sputnik, Kremlin Pool Photo via AP, File

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha amenazado este jueves con dejar de enviar gas a Europa si los países designados por Rusia como "hostiles" no pagan en rublos

"Si los países hostiles no pagan en rublos a partir del 1 de abril, lo consideraremos un incumplimiento de los contratos de gas, en cuyo caso se interrumpirán los contratos existentes", ha dicho Putin tras firmar el decreto, según el medio de comunicación estatal ruso RIA Novosti.

La lista de los países calificados como hostiles por Rusia la componen fundamentalmente gobiernos contrarios a la guerra desatada por el Kremlin contra Ucrania. Incluye a EEUU, Reino Unido y toda la Unión Europea.

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Según la Administración de Información Energética de EEUU, Rusia es el mayor país exportador de gas del mundo. Casi la mitad de sus exportaciones se dirigen a países europeos. 

La medida busca responder a las sanciones impuestas a Rusia a raíz de la invasión sobre Ucrania. 

Entre estas destaca, por ejemplo, el anuncio de principios de marzo del presidente de EEUU, Joe Biden, de prohibir las importaciones de energía rusa al país, lo que incluye el petróleo y gas natural.

Además, esta obliga a los países dependientes del suministro de Gazprom, el gigante gasístico ruso, a disponer de cuentas en rublos en bancos rusos, ya que no se considerarán válidos los pagos en dólares o en euros.

En declaraciones recogidas por Europa Press a partir de agencias estatales rusas, Putin ha reivindicado "el derecho a la libertad de Rusia", que en su opinión estaría siendo castigada por no "sacrificar sus intereses y valores tradicionales".

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Según estas mismas informaciones, tanto el presidente como su principal portavoz, Dimitri Peskov, han insistido, por otra parte, en que Moscú sigue dispuesto a cumplir su parte en materia de suministro y precios. "No habrá cambios para los receptores del gas ruso que paguen", ha dicho Peskov.

La noticia no ha cogido por sorpresa a todos los líderes europeos. 

En las últimas horas, Putin ya había hablado de esta reforma con personalidades como Olaf Scholz, un hombre especialmente cercado al Kremlin. 

Antes, el Gobierno alemán ya había declarado el nivel de alerta temprana en su plan de emergencia energética ante el riesgo de un eventual corte del suministro de gas por el rechazo al pago en rublos. 

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Sí ha cogido con el pie cambiado a Mario Draghi, que apenas unas horas antes del anuncio de gobierno ruso había declarado que, de sus conversaciones con el mandatario ruso, extraía que el país seguiría permitiendo el pago en euros o dólares. No ha sido así.

La puerta de la puesta en marcha de esta medida lleva abierta desde principios de marzo, cuando el viceprimer ministro Alexander Novak señaló que Rusia tenía todo el derecho a tomar medidas si se imponían sanciones a sus exportaciones energéticas. 

"Hoy en día, Europa consume alrededor de 500.000 millones de metros cúbicos de gas al año, y el 40% de esto proviene de Rusia. Durante décadas, Rusia ha sido un socio confiable, pasara lo que pasara. E incluso ahora, Gazprom cumple plenamente con sus compromisos contractuales, sus obligaciones de entregar gas a Europa", explicó a la agencia Interfax.

Rusia ingresó en enero casi 10.000 millones de dólares gracias a las exportaciones de gas. 

Según la propia Interfax, casi 6.000 de estos millones correspondieron a una veintena de países catalogados como hostiles: Alemania, Francia, Austria, Bulgaria, República Checa, Suiza, Italia, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Grecia, Croacia, Hungría, Lituania, Letonia, Países Bajos, Macedonia, Polonia, Rumanía y Eslovaquia.

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