Los salarios ganan peso en el reparto de la riqueza y alcanzan el 48,3% del PIB en 2020 mientras los beneficios empresariales retroceden a un 42,8%

En 2020, España fue el país europeo que más PIB y empleo perdió a consecuencia del impacto del coronavirus, cerrando el año con una contracción económica del 10,8%, su mayor desplome desde el final de la Guerra Civil. Los efectos de la pandemia han provocado que el paro alcance a 4 millones de personas, han dejado a varios cientos de miles con su empleo temporalmente suspendido y miles de empresas dependen de fondos y avales públicos para evitar la quiebra.

Sin embargo, las consecuencias negativas de la pandemia no se ha repartido de forma equitativa en la economía española, sino que las medidas de estímulo y de apoyo a las rentas, el empleo y el tejido empresarial puestas en marcha por el Gobierno han ayudado a reducir el impacto que han sufrido los salarios, mientras los beneficios empresariales se han desplomado, al igual que los impuestos ligados a la producción.

España es el país europeo que más PIB y empleo perdió en 2020, pero podría crecer 5 puntos más que los socios europeos en los próximos 3 meses, según los expertos

Esos 3 elementos, sueldos, excedentes de explotación de empresas e impuestos, son los principales componentes de la renta nacional y su peso en la economía ha cambiado de forma significativa debido a la disrupción pandémica, segúnEl Confidencial, que recoge las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística para destacar que los salarios han sufrido menos impacto del coronavirus que los beneficios empresariales.

De este modo, los datos del INE confirman que el peso de la remuneración de los asalariados creció 2,3 puntos porcentuales en 2020 respecto al año anterior, hasta representar el 48,3% del PIB, manteniendo el alza desde 2018, mientras que los excedentes de explotación empresarial han mantenido la tendencia contraria, situándose en el 42,8% del PIB tras perder el año pasado 1,1 puntos respecto a 2019 y 2,6 puntos respecto a 2018.

El mayor peso de los salarios en el PIB se debe a que el nivel de rentas se ha mantenido gracias a los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y las prestaciones extraordinarias para autónomos, que han llegado a cubrir a más de 3,2 millones de asalariados y en torno a medio millón de trabajadores por cuenta propia, mientras que los beneficios empresariales perdieron peso por la caída de la actividad, en especial en actividades recreativas y transporte, según el diario digital.

Así, mientras el PIB se redujo un 10,8% en 2020, las remuneraciones salariales han caído un 4,5% en el mismo periodo, los excedentes brutos de explotación un 11,6% y los impuestos vinculados a la producción un 9,9%. Eso se traduce en que los sueldos han perdido 31.000 millones de euros en 2020, hasta 542.400 millones, los beneficios empresariales se han dejado el doble, unos 66.000 millones, hasta un total de 480.300 millones.

Pese a que el peso de los salarios ha tendido al alza desde 2018, llevaba perdiendo peso en el reparto de la riqueza nacional desde finales de los años 80, cuando los sueldos suponían el 57% de la economía española pero la irrupción de competidores con niveles de remuneración más bajos, como China e India, fue restando peso a los salarios en la economía, un fenómeno que se ha visto reforzado por el incremento del empleo, según El Confidencial.