El Samsung Galaxy Z Flip 4 me ha hecho darme cuenta de que quiero un flexible por su versatilidad, aunque le faltan un par de puntos para convencerme por completo

Hace unas semanas Samsung presentó su nueva generación de plegables: el Galaxy Z Flip 4 y el Galaxy Z Fold 4. 

Un par de dispositivos que parece que vienen con los deberes hechos en todos los campos y que vienen a mejorar lo más criticado: autonomía, cámara y gestión del calor. 

Desde Samsung tienen muy claro que este segmento del mercado es fundamental para su estrategia a medio y largo plazo y además tienen unas expectativas de venta muy positivas. Además, las cifras acompañan. 

En 2021 se vendieron en todo el mundo 7,1 millones de móviles plegables, pero se espera que la cifra se multiplique para llegar hasta los 27,6 millones de unidades en 2025, con un crecimiento estimado del 69,9% cada año, según datos de IDC.

He pasado un par de semanas con el Samsung Galaxy Z Flip 4 poniéndolo a prueba al máximo en todos y cada uno de los apartados y creo que voy a dejarme de misterios: me ha parecido uno de los dispositivos más divertidos, originales y versátiles que he probado este año. 

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Además sale a un precio de partida bastante ajustado, el mismo que un tope de gama premium, y que me parece bastante razonable viendo todo lo que ofrece. 

Ahora bien, tenían que limar algunas cosas. ¿Ha conseguido Samsung evolucionar? ¿Mejora a la anterior generación? ¿Es una buena compra?

Todas estas preguntas te las respondo a continuación.

Un diseño precioso que cabe en cualquier parte y que ofrece muchísima personalización con la Bespoke Edition (aunque sube algo de precio)

Lo primero que llama la atención, como es lógico, es su peculiar diseño que se puede plegar y que cabe en cualquier parte. Sí, es cierto que al tenerlo cerrado el grosor es el doble al de un smartphone de hoy en día, pero lo cierto es que, al ocupar la mitad en altura, se hace mucho más agradable de llevar en el bolsillo, por ejemplo. 

Por lo demás, es un móvil precioso que destaca por esa bisagra plateada donde se lee el nombre de la compañía y que se esconde cuando lo abres, esa pantalla exterior que rompe por completo con el diseño y le da muchísima personalidad y aspecto liso y uniforme —que no deja huellas y es un placer tener en mano— que recubre el resto del terminal. 

Para rematar, una botonera ubicada en la parte superior derecha —que al cerrarse queda perfectamente situada en el pulgar— que hace las veces de lector de huellas, desbloqueo del dispositivo, acceso rápido a determinados parámetros del terminal y subir y bajar el volumen, así como la conexión USB-C en la parte inferior. 

Para elegir hay 4 colores básicos —morado, negro, azul y rosa— que son bastante cool, pero si no te convence también puedes apostar por la Bespoke Edition que, aunque sube algo de precio, te va a permitir personalizar el dispositivo a tu manera para darle un toque mucho más personal. 

Además, se siente robusto y bastante fiable en mano, por lo que no creo que debas preocuparte por el plegado constante durante el día a día. 

Aunque es un móvil muy pensado para tenerlo cerrado por la gran cantidad de opciones que ofrece la pantalla exterior de la que te hablaré un poco más adelante, lo más lógico es que vayas a abrirlo y cerrarlo constantemente. 

En este sentido, al menos durante estas semanas de uso lo he sentido francamente robusto. Da una sensación duradera y muy bien construida, por lo que no creo que vayas a tener problema a largo plazo con el pliegue. 

Los datos del fabricante, además, son bastante buenos. No hay datos exactos sobre cuántas veces podrá doblarse, pero los anteriores modelos, según Samsung, puede plegarse más de 200.000 veces sin ningún probelma. 

También hay que destacar que está fabricado con materiales resistentes como Corning Gorilla Glass Victus+, Armor Aluminum y Cristal ultrafino por lo que la resistencia está más que asegurada.

Una pantalla exterior que es una absoluta delicia (ha logrado que abra mucho menos el dispositivo de lo que pensaba) y con la que puedes hacer de todo: controlar la música, echar un ojo al calendario, hacerte selfies...

Y el motivo principal por el que creo que no vas a tener problemas con su durabilidad es gracias a su pantalla exterior, que te muestra un montón de cosas útiles y desde la que puedes hacer de todo. 

Puedes ver la hora, consultar tu calendario para ver los eventos del día, mirar el tiempo o incluso leer los mensajes que recibes en una pantalla muy lograda que responde genial a las condiciones de luz y que tiene un comportamiento muy bueno gracias a su tecnología Super AMOLED de 1,9 pulgadas. 

Y lo mejor es que también puedes activar la cámara selfie haciendo doble toque en el botón de bloqueo. 

Es cierto que, para usar el móvil durante el día a día para jugar o consultar cualquier cosa, tendrás que abrirlo, pero lo cierto es que gracias a poder controlar la música, a ver los eventos directamente saltando en la pantalla exterior o alguna que otra cosa extra, lo he desplegado mucho menos de lo que pensaba y me ha parecido un tremendo punto a favor.

Panel de gama alta donde vas a disfrutar a lo grande de todos tus contenidos con muy buen nivel de brillo y representación de color...

En cuanto a la pantalla principal es un panel francamente bueno, aunque igual algo alejado de lo que se pude encontrar en un gama alta: Dynamic AMOLED 2X Infinity Flex Display de 6,7 pulgadas Full HD+ (2640 x 1080 puntos) y 120 Hz para asegurar fluidez durante el día a día. 

Además, cuenta con un formato muy peculiar de 22:9 que lo hace francamente alargado y hace que se disfrute mucho con juegos o en contenido en horizontal.

También destaca un nivel de brillo fabuloso y una representación del color sobresaliente que hacen que sea una pasada desplazarse por los menús, navegar por internet o ver cualquier cosa que tengas en mente. 

... aunque puede que su diseño estrecho y su hendidura te eche para atrás.

Eso sí, a pesar de los números y de las sensaciones generales, puede no lograr la experiencia para muchos. 

En mi caso no ha sido nada molesto, ya que le he visto otras grandes virtudes, pero tiene un par de cosas que pueden echar para atrás: la hendidura que se forma en mitad del dispositivo, por el pliegue, y su diseño algo estrecho que hace que manipularlo con el dispositivo abierto sea algo más complicado. 

Respecto al primer punto, 2 cosas a tener en cuenta. 

En primer lugar, cuando estás navegando y quieres hacer scroll, el movimiento natural se hace desde el centro de la pantalla, justo donde está la hendidura, por lo que puede ser algo chocante. Esto, como es lógico, es cuestión de gustos y al final te acostumbras.

En segundo lugar, esa hendidura provoca algún que otro reflejo en determinados escenarios y hace que dependiendo de lo que estés haciendo sea más visible y pueda sacarte un poco de la experiencia. Nada grave, eso sí. 

Respecto al diseño estrecho, todo depende de tu mano. Me explico: al tener un diseño más alargado de lo habitual, acceder a los botones laterales puede hacerse algo aparatoso y dificulta el uso con una mano. 

Excelente nivel de potencia: es un móvil que vuela y con el que no vas a tener problemas en nada y vas a poder jugarlo a todo. ¿Su único fallo? Se calienta más de lo que debería, aunque ha mejorado respecto la anterior generación. 

En cuanto al rendimiento, el Galaxy Z Flip 4 sube de nivel y apuesta por el Snapdragon 8+ Gen 1. Un procesador que no necesita presentación y que te va a dar unas prestaciones de escándalo. 

Todo va a una velocidad de vértigo y es una absoluta delicia moverse por el móvil, abrir aplicaciones o jugar a cualquier juego al máximo. 

Eso sí, es un dispositivo que se siente caliente al cabo de un rato o en tareas exigentes, pero lo cierto es que ha mejorado bastante respecto a la anterior generación. 

El sistema operativo es una maravilla y se nota muchísimo trabajo detrás para adaptarlo a un dispositivo plegable.

Con respecto al sistema operativo, apuesta por Android 12 con One UI 3.2, una capa de personalización pensada específicamente para este dispositivo y se nota. 

Varias aplicaciones como la cámara, por ejemplo, se adapta de manera automática cuando pones el móvil como si fuese un ordenador y tienes el botón del obturador a mano; Google Chrome que te pone la web en la zona superior y en la inferior puede controlarse como si fuese un ratón; o incluso Google Play son solo algunos ejemplos. 

Donde realmente brilla, como es lógico, es con las apps de redes sociales, aunque falta algo de optimización. Por ejemplo, con Instagram al dejarlo semiplegado todo se encuadra en la zona superior, dejando la inferior vacía. 

Cuando le das a la X el obturador se coloca en la parte inferior y puedes ya hacerte fotos con una comodidad y versatilidad total. Aquí un ejemplo de lo que te estoy hablando. Como ves, la parte inferior se queda en negro y debes pulsar en la X que tapa mi dedo índice para que se abra todo correctamente. 

También es cierto que hay muchas apps que no tienen esta función flex, pero esto ya no depende de Samsung, puesto que requiere de alguna actualización por parte de desarrolladores externos. 

Por lo demás, es un sistema operativo muy Samsung por el que es una delicia perderse y que cuenta con un sinfín de atajos y comodidades para personalizarlo a tu gusto. 

Como podrás imaginar no le falta de nada en conectividad: reconocimiento facial, NFC, lector de huellas, resistencia IPX8, 5G, fantástico apartado de audio...

En cuanto a conectividad, como podrás imaginar, no le falta absolutamente de nada: un reconocimiento facial rápido y fiable, lector de huellas en el lateral —no me gusta la disposición por los posibles fantasma, pero en este caso creo que es el lugar perfecto por el hecho de la pantalla exterior— un buen sistema de sonido con Dolby Atmos y NFC para pagos móviles. 

Además, también incorpora resistencia IPX8, por lo que puedes mojarlo sin problemas y 5G para la máxima velocidad de red móvil. 

Mejora clara en la batería que ahora te permitirá llegar al final del día sin problemas, aunque creo que todavía le falta trabajo. 

En cuanto a la autonomía, uno de los principales puntos flojos de la anterior generación, la han mejorado bastante y gracias a sus 3.700 mAh puede entregarte una energía suficiente para llegar al final del día sin ningún tipo de problema. 

Además, admite una carga rápida de 25W que no he podido analizar simplemente porque, desde hace ya un tiempo, no se meten cargadores en las cajas y tienes que comprarlo aparte. 

Un apartado fotográfico que, aunque no está a la altura de un gama alta, es divertidísimo gracias a la versatilidad que ofrece la cámara exterior y el plegado del dispositivo.

En lo que respecta al apartado fotográfico, en cuanto a prestaciones no es lo que esperaba de un gama alta, pero también es cierto que supera a la anterior generación y lo cierto es que no creo que sea el foco. 

La gracia está en la versatilidad que ofrece el poder plegar el dispositivo y dejarlo sentado para poder grabarte vídeos o hacerte selfies sin tener el móvil en la mano o hacer uso de un trípode. 

El poder colocarlo donde quieras y como quieras da muchísimo juego y puede dar lugar a escenas más originales y divertidas que con otro móvil, sencillamente no se te pasan por la cabeza. 

Antes de pasar a la clásica comparativa, aquí tienes las especificaciones de la cámara del Samsung Galaxy Z Flip 4: 

• Principal o gran angular de 12 megapíxeles
• Ultra gran angular de 12 megapíxeles
• Cámara selfie de 10 megapíxeles

Es cierto que se puede hacer algo corto. Al final prescinde de un zoom potente o una lente extra que aporte un modo macro o cualquier otra cosa, pero lo cierto es que para el usuario medio es más que suficiente. 

La cámara principal es muy buena y tiene muy buena representación del color con esa clásica saturación del procesado de las imágenes de Samsung y brilla, especialmente, en el modo selfie. 

La única pega es que se queda atrás respecto a otros gama alta de Samsung, pero claro, ninguno de ellos es plegable u ofrece una manera tan divertida de usar la cámara. 

El gran angular y la cámara principal dejan resultados muy buenos con esa clásica saturación propia de Samsung. Mira el color del verde del árbol, por ejemplo. 

El zoom al máximo no convence y deja escenarios algo borrosos. Aunque también depende de la distancia a la que estés del objeto. Los árboles, por ejemplo, parecen un collage, pero el pájaro está mucho más definido. 

El modo retrato es fantástico y puedes hacerlo tanto desde la selfie habitual como con el móvil plegado. Existen algunas diferencias, pero lo cierto es que deja unos resultados fabulosos tanto en exterior...

... como en interior, aunque con unos colores un poco más apagados que no cogen la luz de la misma forma. 

El modo noche me ha parecido que no está nada mal en el modo selfie y, aunque sale algo borrosa, mejora mucho la calidad.

Donde he notado mucha diferencia es con la cámara principal. Gracias a que al móvil lo puedes "sentar", no te tiembla el pulso y mientras dura el procesado de imagen no tiene ninguna interferencia que pueda estropear los resultados. 

Tristemente no tiene un modo macro dedicado, pero la IA sí que te va a permitir sacar pequeños detalles de algunas cosas.

Aquí tienes una pequeña galería para que veas de lo que es capaz el Samsung Galaxy Z Flip 4:

El Samsung Galaxy Z Flip 4 es un móvil divertidísimo que me ha dejado claro que los plegables tienen mucho que decir, pero que tiene que limar alguna aspereza en autonomía, temperatura y cámara.

La pantalla exterior, por ejemplo, me ha resultado francamente útil gracias a la gran cantidad de información que tienes disponible y durante el día a día.

La pantalla exterior, por ejemplo, me ha resultado francamente útil gracias a la gran cantida de información que tienes disponible y que consigue que no tengas que abrir el dispositivo a menos que lo necesites. 

La cámara, a pesar de que no es de alto nivel, es francamente divertida y puedes hacer cosas menos habituales que se salgan de la norma y me ha parecido fantástica. 

Sí, tiene puntos flacos que deben pulir en la próxima generación, como una mejor gestión del calor o una autonomía más poderosa, pero tengo claro que este plegable va por el buen camino y va a marcar el futuro.

Si quieres un dispositivo de estas características ya te aseguro que no te va a defraudar. No tiene las mismas prestaciones que un gama alta de estos precios —desde 1.059 euros en este caso— en donde se sitúa el iPhone 13 Pro o el Galaxy S22 Ultra, pero está claro que tiene muchas otras virtudes que no se estilan por esta cuantía.

Tengo claro que es un móvil que va a dar mucho de qué hablar en los próximos y está marcando el camino a seguir en este tipo de dispositivos y me ha gustado muchísimo.