9 motivos por los que el Samsung QN900B Neo QLED 8K de 4.000 euros es mejor que tu televisor (y 3 razones por las que no me cambiaría)

Si eres de los que se resiste a pagar un dineral por el televisor de tu casa, no estás solo. Aunque soy usuario frecuente de la TV, siempre he pensado lo mismo y he apostado por modelos de gama de entrada, buscando relación calidad precio por debajo de los 500 euros.

He tenido la oportunidad de probar uno de los últimos lanzamientos de la gama alta de televisores de Samsung, el modelo QN900B Neo QLED 8K de 65 pulgadas, que tiene un precio actual de 4.249 euros en España, rebajado con respecto a su lanzamiento.

Esta experiencia me ha hecho cuestionarme mi planteamiento anterior y darme cuenta de varias cosas en las que pasarse a la gama alta supone una mejora importante, aunque para ello haya que pasar por caja y pagar mucho más.

No obstante, también he advertido otros detalles que no han colmado mis expectativas del cambio y por las que tendría una mayor reticencia a desembolsar más dinero por un televisor de gama alta como el de Samsung.

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A continuación te cuento las conclusiones de mi experiencia usando el QN900B durante varios meses, con mucha más calma de la que suelo tener en una prueba de producto normal.

Puntos a favor por los que que merece la pena rascarse el bolsillo

Primero, los puntos a favor, entre los que destaco 9 razones por las que estaría dispuesto a gastar más por el nuevo Samsung QN900B Neo QLED 8K.

1. Tiene más superficie de imagen de lo habitual: incluso con 65 pulgadas aprovecha cada milímetro y tiene un perfil microscópico de 2 milímetros que casi ni se ve.

En un contexto como el actual en el que los fabricantes de televisores ofrecen modelos de 70, 80 y hasta 100 pulgadas a muchos puede que se les olvide, pero recordemos que 65 pulgadas, incluso a día de hoy, sigue siendo una pantalla muy grande.

Samsung QN900B destaca además por otro aspecto como son sus biseles casi inexistentes, la franja negra de apenas 2 milímetros no se ve a tan solo unos metros de distancia, y ayuda a tener una mayor inmersión en los contenidos sin que el televisor tenga que ocupar más espacio de tu salón.

2. No le falta resolución: las imágenes 8K son tan nítidas que es imposible ver un píxel, y la calidad de imagen de su tecnología Mini LED hace que tenga HDR10+ y unos colores y contraste fantásticos.

Lo que sí que sigue sorprendiendo a todo el mundo que ha visto por primera vez el televisor de Samsung es su resolución de 8K. A pesar de la escasez de contenido nativo en esta calidad, al reproducir vídeos en 8K la reacción de wow ha sido unánime durante el análisis, y es imposible ver un píxel incluso si te acercas a la pantalla.

La calidad de imagen del televisor me ha parecido indudablemente alta, gracias a características como el uso de la tecnología Mini LED o la certificación HDR10+, lo que produce colores vivos y contrastes muy altos que realzan especialmente los contenidos más espectaculares.

3. El escalado de imagen compensa la escasez de contenidos en 8K: verás todas las imágenes Full HD y 4K con más píxeles que nunca gracias a su procesador Neural 8K con IA.

A día de hoy, la mayor parte de los consumidores se encontrarán un problema: apenas existen contenidos disponibles en resolución 8K. La solución de Samsung es uso de un procesador Neural 8K con IA que adapta los contenidos en 4K o Full HD a la mayor cantidad de píxeles del televisor.

Debo reconocer que esta función me ha permitido que, incluso con contenidos por debajo del 4K o FHD+, no he llegado a notar en ningún momento los píxeles ni siquiera acercándome un poco, lo que muestra la efectividad del procesador interno desarrollado por Samsung y compensa en cierta parte la falta de contenidos nativos en 8K.

4. El diseño del panel de Samsung permite unos reflejos menores de lo normal: tendrás que bajar las persianas mucho menos, aunque no los elimine del todo.

Otro aspecto que me ha sorprendido positivamente del panel es que el material elegido por Samsung es bastante efectivo a la hora de no reflejar demasiado la luz cuando está apagado o cuando la imagen es especialmente oscura.

A pesar de que no elimina los destellos de luz completamente, el panel de 65 pulgadas de Samsung QN900B sortea con bastante efectividad el riesgo de obligar a que el usuario tenga que bajar las persianas para verlo mejor, algo que en meses de uso solo he tenido que hacer en contadas ocasiones durante el verano.

5. El sonido es de enorme calidad, tanto por sus graves profundos como por el efecto estéreo magnífico que logra: sus 90W y Dolby Atmos harán que no necesites barra de sonido adicional.

Sin duda, el aspecto que más me ha sorprendido positivamente al probar el nuevo televisor de Samsung no ha sido la imagen sino el sonido. Escondidos en la parte trasera se encuentran 4 altavoces en cada lado de 90 vatios.

El sistema de sonido no solo consigue una calidad notable y unos graves realmente profundos, sino que me ha sorprendido especialmente su facilidad para crear sonidos envolventes que en ocasiones sientes que vienen de detrás de ti o de la parte inferior. 

Te costará usar el QN900B y volver a un televisor con sonido normal, y me parece que además ofrece una calidad tan alta que muchos usuarios dejarán de ver necesario usar home cinemas o una barra de sonido adicionales para complementar a su televisor.

6. El mando está a la altura: incluye comandos de voz y además tiene carga solar para que te olvides de las pilas.

Sencillo pero efectivo. Así es el mando a distancia que ha escogido Samsung para uno de sus buques insignia en su catálogo de televisores inteligentes. Tiene un diseño pequeño y solo los botones justos, ya que por ejemplo suprime los números para cambiar de canal.

Pero más que en su diseño, destaca más por su sistema de alimentación: gracias al uso de una batería de carga solar basta con que dejes el mando a la vista de vez en cuando para que puedas olvidarte de comprar pilas y de llevarte sustos.

7. A la Samsung QN900B Neo 8K no le falta potencia interna: lo demuestra sobre todo en la descarga y apertura rápida de apps.

Hay varios aspectos en los que se nota que estás ante un televisor de gama alta cuando utilizas el nuevo samsung QN900B, y uno de ellos es la potencia interna, que resulta evidente que está muy por encima de las gamas de entrada.

Su procesador y su conectividad permiten que, incluso si estás conectado a Internet por WiFi, puedas descargar e instalar aplicaciones de streaming en un abrir y cerrar de ojos –en algunos casos ha tardado menos de un segundo– y también se nota la potencia en la apertura rápida de apps.

8. Tiene múltiples funciones adicionales, entre las que destacan las de decoración, con fondos dinámicos y personalizables.

Las 65 pulgadas de su pantalla pueden ser un aliado para decorar la casa cuando no estás viendo la televisión ni contenido en streaming. Samsung ha pensado en eso e incluye una sección con fondos de pantalla dinámicos, con docenas de diseños para elegir, además de la opción de añadir tus propias fotos.

Además de los fondos predefinidos me ha gustado especialmente la posibilidad de personalizar las imágenes no solo en brillo sino también en color, para que funcione como un gigantesco marco digital a juego con la decoración de su casa.

9. También puede usarse para jugar a videojuegos gracias a la integración con Xbox Games Pass, incluso si no tienes consola.

Samsung ha querido adelantar a la competencia en otro ámbito como es el gaming, incluso en los casos en que los usuarios de sus televisores no tienen una consola, gracias a la integración con apps de videojuegos en streaming como Stadia, Nvidia GeForce Now y Xbox –esta última como exclusiva temporal.

Para probar estos servicios es necesario un mando inalámbrico que puede conectarse al televisor, por lo que lamentablemente no he podido disfrutar de esta característica, pero creo que su potencia promete.

Puntos en contra por los que puede que no te compense el cambio

A continuación te cuento 3 detalles en los que me esperaba más y que me harían pensármelo otra vez antes de lanzarme a comprar el nuevo televisor de gama alta de Samsung:

1. No es una Android TV y se nota: el sistema operativo Tizen de Samsung tiene más problemas con apps, incluso las habituales, y tiende a quedarse bloqueado y con la pantalla en negro cuando una app falla.

Samsung no suele usar el sistema operativo Android TV para sus televisores y su buque insignia QN900B no es una excepción, ya que opta por el uso del sistema propio de la marca surcoreana: Tizen. Debo reconocer que la experiencia con este sistema no me ha parecido positiva en comparación con el sistema operativo para televisores de Google.

He tenido problemas utilizando aplicaciones frecuentes como HBO Max, YouTube y RTVE Play. Funcionan, sí, pero es frecuente que se cierren cuando se produce un error y que como resultado el usuario tenga que lidiar con una pantalla en negro sin ninguna información.

También sucede a menudo que después de un fallo en una app, al volver a abrirla o incuso al encender el televisor, esta siga bloqueada, lo que obliga a cerrarla manualmente para volver a abrirla de nuevo. En varios meses de uso constante, ha sido un problema recurrente.

Además, el procesamiento de imagen es poco inteligente por momentos: genera movimientos entrecortados viendo cine o deportes, lo que me ha obligado a usar el modo filmmakerla mayor parte del tiempo.

El televisor de Samsung cuenta con una amplia variedad de modos de imagen. Puede activarse el modo inteligente en sus variantes estándar y optimizado, mientras que si se desactiva, son 4 las opciones: estándar, dinámico, película y filmmaker (modo cineasta).

Lo lógico sería pensar que estos 6 modos permiten una gran versatilidad, pero mi percepción es que este no es el caso con la QN900B. Activar el modo inteligente hace que la imagen resultante tenga un brillo y contraste especialmente alto, lo que puede ser bueno en muchas situaciones, pero puede generar fallos en la interpretación del movimiento que hace el chip de imagen.

Incluso los usuarios que no sean puristas de la imagen podrán darse cuenta de que el movimiento de las manos de las personas se ve entrecortado. Y en situaciones concretas, como al ver un partido de tenis, puede que veas mal la pelota en movimiento o incluso que no la veas por la creación de frames adicionales que no estaban en la fuente original.

Me alegro mucho de que se haya incluido el modo cineasta, que de hecho es el que he tenido que utilizar más del 90% del tiempo. Pero me ha sorprendido negativamente que problemas como no ver la pelota sucedan también en los modos en los que en teoría el chip de imagen no debería intervenir tanto, cuando el modo inteligente está desactivado. 

Filmmaker es la única opción que creo que se salva y, por particulares que sean mis hábitos de consumo de contenido, no creo que sea suficiente en un televisor de más de 4.000 euros.

2. La instalación puede ser compleja si no tienes en cuenta detalles como que los bordes del televisor son afilados y cortan al levantarlo: recomiendo usar guantes.

QN900B es un televisor apenas sin biseles, lo que supone un alarde técnico por parte de Samsung. Pero quizá el diseño de los bordes podía haberse hecho reparando en detalle: al instalar el televisor te darás cuenta de que corta al levantarlo.

Al ser tan fino (entre 1,5 centímetros de grosor), pesar bastante (22,6 kilos) y utilizar un material metálico con ángulos de 90 grados sin suavizar, recomiendo instalarlo con al menos 2 personas para levantarlo –algo que la guía de producto advierte– y también con guantes para no hacerse pequeños cortes o rozaduras en las manos.

Además, tiene el consumo energético más alto posible, con una etiqueta G: esperaba más eficiencia en una gama tan alta.

De todos los inconvenientes, el que más me haría dudar sobre si adquirir la nueva QN900B de Samsung no es otro que su consumo energético: G, el más ineficiente de toda la escala.

Aunque es relativamente común que los televisores de gran formato tengan consumos más elevados que los modelos más pequeños, creo que gigantes como Samsung deberían asegurar que sus productos de gamas altas tengan un consumo eléctrico menor para que el resto de gamas sigan el ejemplo.

Si bien la diferencia en la factura de la luz seguramente no sea un problema para quienes decidan desembolsar 4.000 euros en el televisor, creo que Samsung deja escapar con este buque insignia la oportunidad de reforzar aún más su por otra parte sólida apuesta por la sostenibilidad.

3. Se acaba notando que no es OLED: la calidad de los negros no es tan buena en situaciones como alrededor de la barra de tiempos y en el espacio sobrante en los contenidos panorámicos, donde se nota la retroiluminación.

El buque insignia de la familia de televisores de Samsung opta por la tecnología de pantalla Mini LED, que es la más reciente y que junto al OLED es el sistema preferido de las gamas altas. 

Aunque sus buenos resultados en cuanto a color, brillo y alto rango dinámico de imagen son indiscutibles, se aprecia en ciertos aspectos que la pantalla del QN900B se queda algo atrás en la reproducción del negro y las tonalidades más oscuras.

Al ser una tecnología con retroiluminación, cuando estás viendo una película en formato panorámico los bordes no son realmente negros sino grises, con un destello claramente perceptible. Este problema es especialmente visible alrededor de la barra de tiempos de las apps de streaming, y no sucede en pantallas OLED.

En conclusión: el sonido y el diseño sin marcos de este gran televisor convencerán a la mayoría de usuarios, aunque su precio de más de 4.000 euros y los problemas del sistema Tizen son inconvenientes importantes.

Por todo lo anterior, me parece que Samsung QN900B Neo QLED 8K es un televisor que ofrece muchas garantías y sobre todo no decepciona en cuanto a diseño por sus marcos estrechísimos de solo 2 milímetros y su sistema de sonido de 90W, que me ha parecido verdaderamente extraordinario.

No obstante, por el rango de precio de más de 4.000 euros del que parte, creo que Samsung puede mejorar en próximos modelos en aspectos como una reducción del consumo energético y en evitar los errores frecuentes del sistema Tizen como las apps que se quedan colgadas.