La automoción española, pendiente de la electrificación: tras Ford Almussafes, ahora los trabajadores de Seat en Barcelona negocian convenio sin saber si el paso a los eléctricos afectará al empleo

Una trabajadora de Seat en Martorell (Barcelona) en la línea de montaje del Seat Cupra.
Una trabajadora de Seat en Martorell (Barcelona) en la línea de montaje del Seat Cupra.

Reuters

  • Los sindicatos y la dirección de las plantas de Seat en Barcelona comienzan a negociar su nuevo convenio colectivo con la incertidumbre de los planes de Volkswagen.
  • El gigante alemán dueño de la marca española aún no ha confirmado los 500.000 eléctricos que quería producir en Martorell y Pamplona, ni el impacto que tendrán en los empleos.
  • La fábrica de baterías que Volkswagen pretendía instalar en España tampoco ha anunciado su destino definitivo.
  • Comienza el día bien informado con la selección de noticias de Business Insider España: suscríbete gratis aquí.

La transición a la movilidad eléctrica trae de cabeza a las fábricas españolas de automóviles. Si hace semanas era la planta de Ford en Almussafes (Valencia) la que negociaba un convenio colectivo con la espada de Damocles de pelear con una fábrica alemana por los últimos modelos eléctricos de la compañía estadounidense, ahora son las plantas de Seat en Barcelona las que inician conversaciones.

Los representantes sindicales y la dirección de la compañía comenzarán este miércoles las negociaciones del nuevo convenio colectivo sin saber si la alemana Volkswagen, la casa matriz de la marca, mantendrá los 500.000 vehículos eléctricos que pretendía a sus fábricas, algo que hace unos meses parecía asegurado, pero ahora está más en duda.

La distancia en cuanto a las ventas de coches eléctricos en el mercado español respecto al europeo, y la lentitud de la puesta en marcha del PERTE del vehículo eléctrico —como ha denominado el Gobierno a los planes para hacer uso de los fondos europeos en sectores estratégicos— son algunos de los motivos que dificultan que se asignen esos modelos y que se instale en España la planta de baterías que Volkswagen pretende asignar al sur de Europa.

Todo esto, y la duda sobre si esa electrificación permitirá mantener el empleo actual, genera más incertidumbre a los trabajadores justo antes de iniciar la negociación de su convenio para los próximos años. “No es posible plantear un nuevo convenio sin tener clara cuál será la visión estratégica de la compañía y el empleo que podrá ofrecer la nueva etapa”, asegura el presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero, a El País.

El precio de la transición al vehículo eléctrico en España: se perderán 29.000 empleos en 2030 y 165.000 trabajadores necesitarán reciclarse

Según las cuentas del representante de los trabajadores, de 15.000 puestos de trabajo directos (indirectos son 116.000) de Seat en Martorell, la Zona Franca de Barcelona y El Prat de Llobregat, un vehículo eléctrico supone un 30% menos de trabajo que uno de combustión, por lo que las 500.000 unidades al año que promete Volkswagen equivaldrían a la carga de trabajo de 350.000 vehículos tradicionales, y la planta barcelonesa ensambló 500.000 en 2020, con pandemia incluida.

Desde la empresa aseguran que la electrificación de plantas no supondrá una pérdida de empleos, aunque sí la necesidad de formar a trabajadores para que asuman nuevas funciones. Aunque el escenario cambiaría en función de esa planta de baterías que el grupo alemán pretende instalar en España, que según parece no estaría en Barcelona, sino en Extremadura, Aragón o Valencia.

Los sindicatos mayoritarios de Seat, UGT y CCOO, se reunieron a finales de enero con la ministra de Trabajo Yolanda Díaz, a la que trasladaron su preocupación por la situación con Volkswagen. En un comunicado que hicieron público tras ese encuentro dejaron entrever cuál es su principal competidor para la fabricación de motores eléctricos: la planta de Audi en Gyor (Hungría).

"No entendemos ni podemos compartir que al centro de Seat Componentes no se le asigne la fabricación del motor eléctrico del Small BEV (vehículo eléctrico de batería), modelo de coche que se fabricará en exclusiva a partir de 2025 en las plantas de Seat Martorell y Volkswagen Pamplona, adjudicando previsiblemente la producción de dicho motor a la planta de Audi en Hungría", señalaron las organizaciones sindicales hace semanas.

Almussafes, a la espera de Ford

Un paso por delante de Seat va Ford Almussafes, donde el sindicato mayoritario, UGT, ya alcanzó un acuerdo con la dirección europea de Ford y transmitió el resultado a la sede mundial en Detroit (Estados Unidos) a la espera de conocer qué ocurre con los modelos eléctricos que faltan por asignar, y por los que compite con la planta española de Saarlouis.

La representación de UGT ha dado como límite hasta el viernes 11 para que la dirección de la planta dé a conocer el plan de ajustes al resto de sindicatos que están en el Comité de Empresa, para que esos recortes, fundamentales para competir con la planta alemana de Ford, sean conocidos por el resto de los representantes de los trabajadores.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.