El sector de la construcción pone rumbo a su nueva era marcada por el impulso de la innovación y el reto de la sostenibilidad

Carlos Heijnen, director de Producto e Innovación en Habitat Inmobiliaria
Carlos Heijnen, director de Producto e Innovación en Habitat Inmobiliaria

Business Solutions para Habitat y AENOR

  • Los materiales se destacan como el elemento clave para marcar las disrupciones más profundas.
  • La circularidad se aplica ya desde el diseño hasta el desmantelamiento de las construcciones. 
  • La certificación refuerza su posición como garantía de que innovación y cumplimiento de la regulación van de la mano. 

En el sector inmobiliario, durante décadas la innovación avanzó a un ritmo constante. A medida que los proyectos iban ganando en complejidad, la necesidad de mejorar los costes y los tiempos de ejecución fue provocando saltos cuantitativos y cualitativos. 

En los últimos años, a los requerimientos técnicos se ha sumado una nueva capa que lo cubre todo: la sostenibilidad. Los objetivos marcados por los gobiernos comunitarios han convertido a esta cuestión en un elemento crucial. Una prioridad que afecta tanto a las nuevas viviendas como a la reforma y adecuación de las antiguas.

En los últimos años la sostenibilidad se ha convertido en una palanca esencial en todos los sectores, y el inmobiliario no se queda atrás". 

"Especialmente por la importancia que tiene el negocio de la construcción, y el consecuente impacto que genera: los edificios son responsables del 36% de las emisiones de CO2 en Europa, según los últimos datos del Parlamento Europeo”, así lo explica Carlos Heijnen, director de Producto e Innovación en Habitat Inmobiliaria". 

"Una opinión compartida por José García, Mánager de soluciones ESG para construcción AENOR: “Lo que ahora cambia es la concienciación social, cada vez mayor, sobre la importancia de abordar la sostenibilidad desde un enfoque ESG”.

Al ser preguntado por cómo afecta este condicionamiento a la actividad de su compañía, Heijnen se muestra contundente. 

La sostenibilidad está en nuestro ADN. Somos la primera promotora a nivel mundial por nuestro desempeño en ESG en el ranking de Sustainalytics". 

José García, Mánager de soluciones ESG para construcción AENOR
José García, Mánager de soluciones ESG para construcción AENOR

"Además, contamos con nuestro propio sello, Habitat Eco verificado por Aenor, que establece exigentes estándares y requisitos en materia medioambiental para garantizar la sostenibilidad en todas las fases del ciclo de desarrollo de las promociones de la compañía”.

Una de las cuestiones que hay que tener en cuenta es que este condicionante no sólo afecta a la actividad constructiva. Está presente en todo el ciclo logístico y empresarial. 

En la parte operacional y de consumo estamos muy avanzados. Por ejemplo, en nuestras promociones contamos con sistemas de recuperación de aguas grises que se encargan de reciclar el agua de las duchas o los lavabos para que pueda ser utilizada en los inodoros y así ahorrar”. En este sentido, el responsable de Habitat Inmobiliaria destaca el componente energético. 

“Hemos encontrado nuevas fórmulas de ahorro para que las viviendas necesiten menos energía y que la que consuman sea más verde. Es en la parte de los materiales, donde tenemos que avanzar más, por ejemplo, en criterios de economía circular”.

Los materiales como elementos fundamentales

Si un elemento es señalado desde la industria como el principal a la hora de llevar a este sector a otra dimensión ese es el de los materiales. 

Tenemos el objetivo de hacer materiales más sostenibles y duraderos. En este sentido, se están realizando progresos y en Habitat Inmobiliaria somos pioneros en su uso y fabricación, trabajando codo con codo con la cadena de valor, favoreciendo que los residuos que generamos sean parte de otros productos con nuestro objetivo de valorizar, como mínimo, el 80% de los residuos en fase de obra”. 

Por su parte, el responsable de AENOR señala a los materiales estructurales, como los de mayor impacto. 

“Son los que pueden contribuir en mayor medida a la mejora en materia de sostenibilidad. El sector del acero y del hormigón están haciendo importantes esfuerzos por incorporar materias primas más sostenibles. Precisamente, recientemente, AENOR ha concedido el primer certificado de contenido en material reciclado a hormigones de Holcim”. 

A la hora de ser preguntado por ejemplos de estas innovaciones, Heijnen destaca que “un buen ejemplo de la creación de mejores productos es el hormigón. Estamos hablando de la segunda sustancia más utilizada en el mundo después del agua (y el material más utilizado en construcción), que provoca el 8% de las emisiones mundiales de CO2. 

Carlos Heijnen, director de Producto e Innovación en Habitat Inmobiliaria
Carlos Heijnen, director de Producto e Innovación en Habitat Inmobiliaria

Teniendo esto en cuenta, y con el objetivo de avanzar hacia la descarbonización, nuestra promoción Habitat Ronda de Segovia es la primera promoción con una estructura completa de hormigón sostenible en España”.

¿Y el futuro? José García señala una variada receta de opciones a partir de las cuales pueden llegar los mayores avances. 

Seguiremos teniendo materiales tradicionales, pero, eso sí, evolucionados para ser más sostenibles y eficientes, e incorporarán nuevos componentes que tendrán una menor huella de carbono al contener material reciclado. También se incrementará el uso de biomateriales y productos orgánicos, como parte de esa evolución". 

"Por ejemplo, en los hormigones y en los productos cerámicos ya se está incorporando manganeso, por su capacidad como captador de energía fotovoltaica. En definitiva, esta evolución de los materiales nos permitirá disponer de productos más sostenibles y tecnológicos”.

De la conceptualización a la ejecución

Si nos vamos un paso atrás, también hay puntos desde los que el sector está registrando importantes avances. “En la fase de diseño, además de todo lo que ya se hacía, ahora diseñamos pensando en el futuro del edificio." 

"Esto implica pensar en construir mejores viviendas, que consuman menos recursos como la energía o las materias primas, y en esta tarea la medición del desempeño en sostenibilidad del edificio es esencial”, desarrolla el directivo de Habitat Inmobiliaria, que vuelve a señalar a los materiales. 

“Son los que nos ayudarán a alargar el ciclo de vida útil de un edificio, actualmente estimado en 50 años. Pensar en nuevos materiales, y en nuevas formas de fabricarlos, también en nuevos sistemas de producción que nos ayuden a consumir menos y que podamos reutilizar o reconvertir, sin que pierdan su calidad". 

"Esto es economía circular, y es en lo que pensamos cada vez que diseñamos una nueva vivienda”.

En este sentido, muchas veces se olvida que lo construido va a tener una vida útil. Que, en esa conceptualización, también hay que tener en cuenta cómo será el día a día de esa estructura. Algo que resalta Heijnen. 

“Los principales avances vienen de la mano de la digitalización, cuya aplicación en la fase de diseño es fundamental, pues, en esta fase se definen cuestiones que tendrán un importante impacto en la fase de construcción." 

"Utilizamos metodologías como el BIM para avanzar decisiones de la fase de construcción a la fase de diseño, que es en la que podemos tomar las mejores decisiones para el proyecto, evitando cometer errores o asumir malas soluciones en la fase de construcción”. 

Aquí es importante destacar otro de los elementos que suman complejidad a esta industria: la gran cantidad y diversidad de actores que participan en esta actividad. 

“Todo esto repercute en una mayor eficiencia en el uso de los materiales. Además, empezamos a ser más conscientes de todas las decisiones que tomamos tienen un impacto sobre el medioambiente."

"Por ejemplo, estamos buscando proveedores más cercanos para reducir las distancias y los tiempos de transporte, y así generar menos emisiones, para reducir la huella ecológica asociada al transporte y para conseguir que la huella de carbono del edificio en construcción también sea menor”, destaca el directivo de Habitat Inmobiliaria.

Vida útil y desmantelamiento cierran el círculo

Las cuestiones energéticas y los residuos conforman los dos ejes donde más trabajo se está haciendo en el sector según esgrime Heijnen. 

En cuestiones energéticas, cada vez vemos menos consumo. Por poner algunos ejemplos, aislamos más las viviendas, para que no entren filtraciones de aire no deseadas; o en el caso del agua, cada vez gastamos menos gracias a medidas como las limitaciones de caudal de los grifos".

"Esto no ha permitido reducir más de un 40% el gasto de agua de las duchas o grifos de las cocinas; o el uso de paneles solares u otros sistemas la aerotermia o sistemas híbridos, que nos generan la energía que necesitamos consumiendo muy poco". 

"En cuanto a los residuos, afortunadamente cada vez hay una mayor conciencia social sobre la importancia de reciclar para poder darles una segunda vida a los residuos que generamos y que se conviertan en recursos. En los residuos hay mucha materia prima que puede ser utilizada para los materiales del futuro”.

José García, Mánager de soluciones ESG para construcción AENOR
José García, Mánager de soluciones ESG para construcción AENOR

Al igual que en el resto de sectores económicos, el paso del tiempo aparece como elemento que no se puede esquivar. Todo tiene un final, incluido lo construido, y ahí el sector encuentra otro desafío sobre el que el directivo de AENOR pone el foco.

“El hecho de que hoy hablemos de desmantelamiento y no de demolición indica que en los últimos años ya se han dado importantes avances en la reducción del impacto ambiental en esta fase. Porque la demolición ha dejado paso al desmantelamiento permitiendo que partes de los edificios tengan otras utilidades." 

"En cualquier caso, para que en la fase de desmantelamiento se siga reduciendo el impacto ambiental de los edificios es importante que, en las fases previas, especialmente en la inicial de diseño, se hayan tenido en cuenta aspectos de circularidad para que se puedan reutilizar posteriormente los materiales”.

En este punto de la cadena también se están registrando importantes avances. “Como tendencia, está sobre la mesa diseñar pensando en el desmontaje o en la flexibilidad de uso del edificio. De esta manera, el uso del edificio podría ser muy versátil y reutilizarse para otra finalidad diferente a la que fue diseñada." 

"Este tipo de diseños flexibles ahora mismo no es una realidad en promoción residencial que se vende a un usuario final. Aunque veamos cambios de uso de por ejemplo edificios de oficinas a viviendas, no significa que en su momento fueran diseñados pensando en este cambio." 

"Lo que más se está produciendo en la actualidad, es por ejemplo pensar en el cambio de uso de los materiales cuando el edificio vaya a sufrir un cambio en el futuro. Buscamos materiales o sistemas constructivos que favorezcan su reutilización o reciclaje cuando se retiren del edificio."

"Para esto es fundamental que se lleve un correcto inventario de los materiales utilizados y su ubicación dentro del edificio”, describe José García.

El reto de la regulación

Como especialistas en la materia, el responsable de AENOR pone sobre la mesa la guía normativa que afecta a esta parte de la actividad. 

“La Norma UNE-ISO 20887, sobre diseño para el desmontaje y la adaptabilidad, recoge siete principios que deben tenerse en cuenta. Estos son: facilidad de acceso a los componentes y servicios; independencia; evitar tratamientos y acabados innecesarios; apoyo al modelo de economía circular; simplicidad; estandarización y seguridad en el desmontaje”.

Una de las cuestiones para tener en cuenta cuando se aborda la dimensión regulatoria es que estamos ante un elemento vivo. Algo en lo que vamos a ver novedades según nos adelanta José García. 

“En los últimos años ya se han producido muchas novedades en la regulación europea que se han ido trasponiendo, pero lógicamente nos acercamos a 2030 y eso implica impulsar la consecución de objetivos de descarbonización. Este año se espera que se apruebe el nuevo Reglamento de Productos de Construcción y el próximo año la Directiva de ecodiseño”.

Por todo ello, la certificación se presenta, hoy más que nunca, como la actividad garante de que el sector de la construcción alinee sus objetivos económicos con el marco regulatorio. 

La certificación, siempre que es concedida desde el rigor y la independencia, es generadora de confianza. Desde el punto de vista interno, la certificación se obtiene al final de un proceso y detrás tiene una metodología que sirve de guía en todo el proceso de edificación desde la fase de diseño y en la de construcción."

"Por lo que ofrece esa confianza, internamente, de que los trabajos se están realizando bajo Estándares. Externamente, permite comunicar con el respaldo de un tercero independiente, en el caso de AENOR la marca más valorada, el compromiso con la sostenibilidad". 

"La sociedad demanda organizaciones realmente comprometidas con un enfoque 360 º de la sostenibilidad y por ello los usuarios de edificios, tanto residenciales como de oficinas, buscan edificios sostenibles. Y la certificación ayuda a identificarlos”, concluye Jose García.

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