El turismo necesita más tiempo: el sector exige prolongar los ERTE en 2022 ante la lenta recuperación

Desde marzo de 2020, las empresas del sector turístico luchan por sobrevivir y salir de la crisis provocada por la pandemia de la mejor manera posible.

Lo que parecía que iban a ser pocos meses sin viajeros se ha alargado en el tiempo y la recuperación está siendo más lenta de lo esperado, pese a los avances.

Este verano apenas se ha alcanzado la mitad de los viajeros de la temporada estival de 2019 y tan solo se ha recuperado el 55% de los empleados en ERTE desde principios de año, informa Cinco Días.

La mayoría de los 738.969 empleos suspendidos en enero eran por causa de fuerza mayor derivada del COVID-19. El pasado mes de julio, esa cifra se redujo hasta los 331.486 trabajadores. 

Teniendo en cuenta que estamos llegando al fin de la temporada alta en gran parte del país, a excepción de algunos destinos de sol y playa, muchos no retomarán la actividad hasta verano de 2022.

Para evitar otro descalabro, las patronales y lobbies ponen el foco en la prórroga de los ERTE hasta finales de 2022 como la única manera de evitar despidos masivos, asegura dicho medio. 

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Desde Exceltur reclaman que no se suprima la contratación temporal en la futura negociación de la reforma laboral, ya que, afirman, es clave para el sector turístico.

La patronal Hostelería de España exige esta extensión de los ERTE, los cuales considera que son el único mecanismo que en la actualidad garantizan el empleo y la supervivencia de las empresas. 

Gracia a la temporada alta, el sector de la hostelería ha podido recuperar en lo que va de año a un 68% del personal que se encontraba en ERTE. 

Mientras, los hoteles han recuperado a un 50,9% del personal, pero el fin del verano podría devolver al ERTE a muchos trabajadores.

Por su parte, las agencias de viajes han sido las más perjudicadas por la ausencia de viajeros extranjeros y de negocios, habiendo recuperado a un 27% de los trabajadores con empleo suspendido. 

Como señala Cinco Días, otra de las reivindicaciones empresariales se centra en eliminar o suavizar la cláusula de mantenimiento del empleo, que impide el despido hasta 6 meses después del acabar el ERTE.

Según las patronales, esta medida impide ajustar las plantillas y obliga a mantenerlas pese a que los ingresos estén bajo mínimos.