Sin agua, sin leche y sin cerveza: la amenaza de la crisis perpetua a la que se enfrenta España

Una persona nada con dos botellas de cerveza en la mano.

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  • La precipitación media del año hidrológico 2021/2022 fue un 25,3% inferior al valor normal. Eso ha supuesto una sequía meteorológica que ya ha provocado cortes de agua en varias zonas.
  • La cantidad de agua embalsada es mucho más baja de la habitual y las consecuencias pueden llegar a afectar al abastecimiento de leche o cerveza. 

Probablemente, no se llegará a un escenario tan extremo como el que se recrea en la serie de RTVESequía, en la que un pueblo llega a emerger del pantano que un día lo ocultó. Eso es ficción, y, de momento, la realidad no la supera, aunque casi, porque varios monumentos ahora son visibles.

Pero el problema de la sequía en España es preocupante y ya está teniendo consecuencias. Así lo corrobora el informe del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico acerca de la Situación respecto a Sequía Prolongada y Escasez Coyuntural, actualizado a 31 de octubre de 2022.

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En dicho análisis, se afirma que el mes de octubre, primero del año hidrológico 2022/23, ha tenido globalmente en España una precipitación media de 52 mm, inferior al valor medio de los meses de octubre de la serie de referencia 1981-2010 (74,9 mm). 

El mes fue bastante húmedo en el noroeste peninsular (Galicia Costa y Miño-Sil), y normal en general en la cuenca del Duero, pero seco en casi todo el resto del país. Este hecho contribuye a agravar la situación general de sequía, tras un año 2021/22 marcadamente seco, con una precipitación media estatal de 478,5 mm, un 25,3% inferior al valor normal. 

Desde el pasado abril, todos los meses tiene valores globales inferiores a los medios de la serie histórica. 

¿Qué pueden provocar años de sequía en España?

La escasez de precipitaciones y la mala gestión del aguaha provocado queel agua embalsada sea menos de la habitual, y ya ha obligado a tomar medidas en Andalucía, Galicia, Cataluña, Cantabria o Castilla y León: entre ellas, cortes de suministro por las noches, cierre de duchas en las playas, prohibición de llenado de fuentes o limitaciones en el riego de jardines.

Y podría ir a más. El pasado mes de agosto, la Consellería de Infraestructuras de Galicia reconoció que había una "amenaza real" de desabastecimiento de agua en varias zonas de la comunidad. 

Desde el Gobierno central reconocen que, como país, "estamos en una situación de sequía. En algunas zonas, de hecho, sufrimos la sequía desde el año hidrológico 2014/2015". 

 

Aun así, mantienen la calma, aunque no ocultan lo grave de la situación. Aseguran que en el pasado año hidrológico, las elevadas precipitaciones de marzo, que tuvieron cierta continuidad en abril, supusieron un alivio en la situación respecto a la escasez. 

Con posterioridad, resaltan, no se han vuelto a registrar precipitaciones importantes, y la situación es muy preocupante en las demarcaciones intercomunitarias que ya entonces tenían los principales problemas (Guadalquivir y Guadiana), y también en otras cuencas donde se ha agravado la situación, como Duero y algunas zonas del Ebro.

Las demarcaciones del Cantábrico Oriental (en sus 2 ámbitos competenciales), Cantábrico Occidental, Galicia Costa, Tajo, Segura, Júcar, Ceuta y Melilla tienen todas sus UTE en escenario de Normalidad o de Prealerta. 

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Desde el Ministerio recuerdan que la Ley de Aguas da prioridad al abastecimiento de agua para la población frente a otros usos (regadío, industrial, etc.) Es decir: la ley obliga a la administración hidráulica competente a priorizar el consumo humano.

El abastecimiento a la población es competencia última de los Ayuntamientos de más de 20.000 habitantes están obligados a adoptar Planes de Emergencia que permitan atender las necesidades de consumo humano. 

En todo caso, destacan, las Confederaciones Hidrográficas están en permanente comunicación con los Ayuntamientos, para asesorarles sobre las medidas a adoptar en función del agua disponible en cada momento.

Sin agua, leche y cerveza por la sequía

Ya está habiendo cortes de agua por la sequía meteorológica. Pero esta podría no ser la única consecuencia. 

Así lo cree Fernando Valladares, profesor de Investigación en el Departamento de Biogeografía y Cambio Global, Museo Nacional de Ciencias Naturales, que, el pasado mes de septiembre, escribió un artículo al respecto en The Conversation (un medio en el que se publican noticias y análisis escritos por la comunidad académica e investigadora).

En dicho texto, el experto señala que los registros indican que Europa nunca ha estado tan seca como en estas últimas décadas

Esta sequía, señaló, "tiene consecuencias directas sobre nuestra vida, entre otras cosas, porque amenaza productos alimentarios básicos como la leche. Recordemos que una vaca necesita más de 100 litros de agua al día para producir leche, y que últimamente se han cerrado granjas incapaces de competir con las macrogranjas por los precios".

El artículo tiene un horizonte amplio, pero el autor se fija directamente en España: "Tan disparatada es la situación que países como España se ven obligados a importar leche de Europa. Pero como Europa también atraviesa fuertes sequías, es probable que acabemos importando de EE. UU. y China". 

El problema, detalla Valladares, "no es solo la sequía, sino también el mercado y la guerra de precios: se nos olvidó lo del autoconsumo y, desde luego, aquello de la sostenibilidad".

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Para argumentar su vaticinio de que la sequía puede provocar escasez de cerveza, pone la vista en un lugar lejano, pero solo como ejemplo de lo que también podría suceder aquí, habida cuenta de que esta sequía afecta prácticamente a toda la Tierra

Otro caso llamativo de la ubicuidad de los impactos de la sequía meteorológica, sostiene, "lo encontramos en la cerveza. 

Hace poco, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, paralizaba la producción de cerveza en los estados del norte, que sufren una grave sequía, afectando especialmente a la ciudad de Monterrey. Es la segunda más poblada del país y sede de potentes industrias cerveceras".

La producción de cerveza requiere grandes cantidades de agua y en el norte de México está poniendo en compromiso el agua para uso doméstico. Diversos estudios, subraya el experto, "indican que el cambio climático está amenazando la industria cervecera en varios lugares del mundo".

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