No solo son los contenidos: las marcas también están siendo víctimas de la posguerra del 'streaming' y Showtime es la primera baja

'Homeland', una de las grandes series de Showtime.
'Homeland', una de las grandes series de Showtime.

Showtime

  • El canal de televisión por cable dejará de ser independiente 46 años después para integrarse dentro de la oferta de Paramount+.
  • El movimiento responde a la necesidad de aligerar la carga financiera ante la exigencia de rentabilidad de Wall Street. Y puede que no sea el último.

La posguerra del streaming añade una muesca más a su lista de víctimas célebres. El canal de televisión por cable Showtime, con más de 46 años de historia a sus espaldas y varios éxitos de programación a sus espaldas (como Dexter, Shameless o Homeland, entre otros) dejará de ser independiente para integrarse en la oferta de Paramount+, caminando hacia el que parece un retiro permanente. 

Las compañías del sector, en un intento de aligerar la carga financiera de sus mochilas para contentar a Wall Street, comenzaron sacrificando parte de sus contenidos. 

Lo siguiente en la lista parece que son las marcas. 

Crónica de una muerte anunciada 

Viacom CBS, la compañía propietaria de Showtime, anunciaba hace poco más de un año que pasaría a llamarse Paramount, un rebranding que trazaba la nueva hoja de ruta con una sólida apuesta en el streaming. Ahora la compañía anuncia otro cambio sustancial en su oferta de contenidos, del que Showtime se va a llevar la peor parte: acaban sus días como canal y plataforma independiente para integrarse en Paramount+. 

La marca no desaparecerá por completo, al menos todavía. Paramount+ pasará a llamarse Paramount+ con Showtime, al menos hasta que la compañía decida más adelante bajo qué nomenclatura reorganiza todos sus activos. El cambio solo afectará al canal de cable en EEUU y a la opción premium de Paramount+, que actualmente cuesta 9,99 dólares (el precio tras la integración se desconoce).

La desaparición de Showtime es la crónica de una muerte anunciada. Desde agosto del año pasado era posible acceder al contenido de ambos catálogos a través de la misma app, en un bundle de 11,99 dólares. La operación, además, es una alineación del territorio doméstico con internacional, ya que la oferta Paramount+ en otros territorios ya incluye Showtime. 

Según Bob Bakish, presidente y CEO de Paramount Global, con esta decisión aspiran a consolidarse como compañía global de contenidos, multiplataforma e impulsada por las propiedades intelectuales. 

Integrar Showtime en la marca con mayor resonancia (especialmente después del éxito arrollador de Top Gun Maverick) parece una decisión lógica. Permitirá no solo transferir los contenidos de Showtime a Paramount+, el buque insignia del streaming de la compañía, sino también derivar algunos de los éxitos de esta última al canal lineal, como la popular Yellowstone

Su factor diferenciador aspira a ser, precisamente, este modelo único de integración multiplataforma y con una oferta de contenidos transversal. El flujo, no obstante, beneficiará más al canal de televisión por cable que a la inversa, en donde la aportación de Showtime será mucho menor, habida cuenta del plan de austeridad que ya ha comenzado a aplicarse dentro de la compañía. 

Como apunta Matthew Belloni “es básicamente la antítesis de lo que Warner Media hizo con HBO Max, cuando puso un montón de programas en la plataforma que nunca llegaron al canal lineal”. Paramount, por el contrario “está reutilizando sus contenidos en streaming para explotarlos en el lineal”.

Emily en París

Quedarse con lo mejor de la marca (sin quedarse con la marca) 

La nueva estructura, según Chris McCarthy (presidente y director ejecutivo de Showtime y Paramount Media Networks) buscará explotar las fortalezas de Showtime (personajes complejos, mundos con fuerza y cultura urbanita) comenzando con una mayor eficiencia de la inversión, un eufemismo cada vez más frecuente para referirse a la austeridad que, forzosamente, tienen que abrazar estas compañías para satisfacer a Wall Street. A tal efecto ha anunciado que se desviará inversión de áreas de bajo rendimiento y que representen menos del 10% de los visionados.

“Ya hemos empezado a tener conversaciones con nuestros partners productores sobre qué contenido tiene sentido que siga adelante y qué programas tienen potencial para convertirse en franquicias”, aseguraba el ejecutivo en declaraciones a The Hollywood Reporter

De entrada, la purga de contenidos ya ha comenzado. Además de varias cancelaciones (como American Gigolo o el reboot de Déjame entrar) Paramount Global ha decidido seguir el camino que Warner Bros Discovery comenzó a allanar el año pasado, levantando programas de su catálogo para, según parece, explotarlos como contenidos licenciados. Entre la lista de fugas se encuentra Kidding de Jim Carrey y On becoming a God in central Florida, Superpumped y American Rust. 

Con HBOMax a punto de vivir una nueva transición con la fusión de la plataforma con Discovery+ (que podría eliminar el HBO de la marca y renombrar el servicio con un escueto Max) y Showtime a punto de diluirse en el océano de oferta de Paramount+, parece que la mesa de la programación premium está cada vez más vacía y el cementerio de marcas históricas cada vez más concurrido.

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