Sindicatos y empresas alemanas se unen para oponerse al veto europeo del gas ruso

Los europeos siguen pidiendo millones de toneladas de gas a Rusia a pesar de las sanciones.

AP.

Los sindicatos y las empresas alemanas se han unido para anunciar que se oponen a una hipotética prohibición de la Unión Europea a las importaciones de gas natural ruso, justo en un momento en el que los líderes europeos debaten nuevas sanciones contra Rusia por su invasión de Ucrania. 

En una declaración conjunta, los presidentes de la organización sindical alemana DGB y de la  patronal BDA afirmaron que una hipotética prohibición de la UE provocaría la pérdida de puestos de trabajo y el cierre de fábricas, según informa Associated Press.

"Un embargo brusco del gas ruso provocaría pérdidas de producción, cierres, una mayor desindustrialización y la pérdida a largo plazo de puestos de trabajo en Alemania", sostiene la declaración conjunta. 

Algunos países occidentales se han alejado de las importaciones energéticas rusas, y la UE dijo a principios de este mes que prohibiría el carbón ruso, aunque hasta ahora ha evitado sanciones contra el gas natural y el petróleo procedente de Rusia.

Sin embargo, Alemania depende en gran medida de las materias primas rusas, especialmente del gas natural. Una relación de décadas entre Rusia y Alemania ha dejado a esta última en un aprieto, ya que se enfrenta a una creciente presión para deshacerse de las materias primas rusas. Se calcula que las compras de petróleo y gas ruso por parte de Alemania aportan cada día unos 200 millones de euros al Kremlin, financiando de facto la invasión de Ucrania.

Europa no puede dejar de comprar gas ruso: esta es la razón

Rusia suministró casi un tercio de las necesidades energéticas totales de Alemania en 2021. Esto hace que sea difícil romper rápidamente la relación comercial sin sufrir un aumento dramático de los precios de la energía y un probable desastre económico. Las próximas sanciones de Occidente pretenden estrangular la capacidad de Rusia de captar financiación, pero la dependencia de Alemania de las importaciones de energía representa un gran obstáculo para lograrlo.

Mientras tanto, Estados Unidos ya ha asegurado que prohibirá todas las importaciones de energía rusa, y el Reino Unido ha adelantado que dejará de importar petróleo ruso a finales de 2022.

Sin duda, Alemania ha dado algunos pasos importantes para desprenderse de la energía rusa. El país ya ha reducido su consumo de petróleo ruso al 25% desde el 35% y ha reducido a la mitad sus importaciones de carbón ruso, según declaró el ministro de Economía, Robert Habeck, a finales de marzo.

El gas natural es una materia prima más difícil de sustituir. Alemania espera reducir su uso de gas ruso en un 24% para el verano, pero eliminar por completo a Rusia del suministro de gas del país podría llevar hasta el verano de 2024, según Habeck.

Los sindicatos y las empresas alemanas se oponen a esta prohibición, por lo que la eliminación del gas ruso podría requerir aún más tiempo.

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