Síntomas que pueden revelar que estás sufriendo una crisis epiléptica

epilepsia
  • No es convulsionar y echar espuma por la boca. La epilepsia puede manifestarse de formas diferentes desde desconexión del entorno a sensaciones gástricas o alteraciones visuales y de la memoria.
  • Se trata de un problema físico del cerebro que origina una predisposición a sufrir estas crisis. Un tumor cerebral, una infección o un ictus son algunas de las causas que pueden originar su aparición.

Cada año se diagnostican más de 20.000 nuevos casos en España, y es uno de los trastornos neurológicos crónicos más habituales, sin embargo la epilepsia sigue siendo una enfermedad desconocida para la gran mayoría, sobre la que aún persisten muchos estigmas.

Se caracteriza por crisis convulsivas repetidas, las cuales se deben a una actividad anormal del sistema nervioso que ocurre de forma esporádica. Lo que da lugar a las famosas convulsiones, el síntoma más reconocido. También puede manifestarse como períodos de comportamiento y sensaciones inusuales o pérdida de la consciencia.

Sin embargo, experimentar una convulsión no significa tener epilepsia. Se estima que hasta el 10% de las personas de todo el mundo tendrán una lo largo de la vida. Fiebre elevada, diabetes, otras enfermedades, estrés, alcohol o consumo de drogas pueden ser la causa. La epilepsia se diagnostica tras 2 o más crisis convulsivas derivadas de una enfermedad del cerebro.

Aunque cualquier persona puede desarrollar la enfermedad en cualquier momento de su vida, en la mayoría de los casos se manifiesta en la infancia y a partir de los 65 años. El tratamiento incluye medicación, cirugía o cambios en la dieta. Los fármacos logran controlar las crisis en aproximadamente el 70% de las personas.

 

¿Hay síntomas iniciales que puedan revelar la enfermedad?

El único síntoma son las crisis convulsivas que aparecen de forma intermitente y pueden variar en función de la región del cerebro afectada. 

Si bien se han descrito más de 30 tipos, a grandes rasgos se dividen en 2 categorías: epilepsias focales, en las que la descarga comienza en una zona concreta que puede extenderse al resto de la corteza cerebral y generalizadas, cuando se ve afectada toda la superficie del cerebro.

Así, las convulsiones pueden ir desde episodios muy breves de ausencia o de contracciones musculares o ser prolongadas y graves. Como describe la Organizaición Mundial de la Salud,  la pérdida del conocimiento o la conciencia, las alteraciones del movimiento, de los sentidos o del estado de ánimo y otras funciones cognitivas son asimismo síntomas temporales.

Durante la llamada crisis de ausencia, más frecuente en niños, se da una pérdida temporal del conocimiento mientras aparenta mantener fija la mirada en un punto concreto. En la adolescencia es común una crisis caracterizada por sacudidas bruscas y muy rápidas de las extremidades, "que pueden confundirse con torpeza en las manos", aclaran desde la comunidad Vivir con epilepsia.

Convulsiones: tipos, causas y cómo actuar si ves a alguien que sufre una

¿Qué causa la epilepsia?

Desde un cáncer en el cerebro a una infección, la epilepsia puede ser causada por diversas condiciones que afectan al cerebro. Aunque en la mitad de las personas que lo sufren el el origen no es identificable, puntualizan desde la Mayo Clinic.

Entre las causas conocidas se incluyen:

  • Accidentes cerebrovasculares.
  • Tumores cerebrales.
  • Infecciones cerebrales.
  • Lesiones cerebrales traumáticas u otras lesiones en la cabeza.
  • Falta de oxígeno en el cerebro (por ejemplo, durante el nacimiento).
  • Algunos trastornos genéticos.
  • Otras enfermedades neurológicas (como la enfermedad de Alzheimer).

Una vez diagnosticada la enfermedad por un especialista médico, el tratamiento puede mejorar la calidad de vida de las personas. Lo habitual es recurrir a los fármacos antiepilépticos, que restauran el equilibrio químico de las neuronas, suavizando las descargas eléctricas anormales. Estos suele lograr controlar las crisis en aproximadamente el 70% de los pacientes.

Para aquellos que no responden al tratamiento se puede optar por combinar varios fármacos. En ciertos casos se puede recurrir a la cirugía, principalmente cuando el foco de la convulsión proviene de una zona focalizada del cerebro.

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