Para qué sirve que Mark Zuckerberg testifique ante el Congreso

Pavel Ramírez
Mark Zuckerberg.
Robert Galbraith/flickr

Corren tiempos convulsos para el fundador y CEO de Facebook. Después de que un gran accionista pidiese este martes su dimisión, Mark Zuckerberg ha sido citado el próximo 11 de abril ante el Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes de EEUU para dar explicaciones sobre el llamado Facebookgate y detallar el uso y la protección de los datos de los usuarios de su compañía.

"Esta audiencia será una oportunidad importante para arrojar luz sobre problemas críticos acerca de la privacidad de los datos de los usuarios y ayudar a los estadounidenses a comprender mejor qué ocurre con su información personal online", indicaba el comité este miércoles. Una información que, además, ayudaría a explicar el papel de Facebook en el escándalo de Cambridge Analytica.

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Zuckerberg fue contactado e invitado a comparecer ante diversos comités a finales de marzo, según informaba entonces Slate. Sin embargo, lo que nadie sabe con certeza es de qué servirá su testimonio. Algunos consideran que el trago será amargo para el fundador de Facebook: porque "simplemente no es bueno en este tipo de situaciones" y "es incapaz de improvisar", porque "no es la persona más informada de la compañía" y "tendrá que estar bien asesorado por sus abogados", y porque "tendrá que evitar ser condescendiente con los congresistas que le hagan preguntas sin sentido, desde un punto de vista tecnológico", según el citado medio.

Otros, como el Usa Today, especulaban la misma semana que estalló el escándalo de Cambridge Analytica con la posibilidad de que Zuckerberg se viese obligado a testificar ante Congreso. E iba más allá: se cuestionaba si la comparecencia del fundador de Facebook para dar explicaciones sobre el papel de la red social en la trama de la campaña de Trump en 2016 que utilizó datos obtenidos de la plataforma por una red rusa también serviría para llevar a otros CEO ante un comité.

Las implicaciones del testimonio de Zuckerberg

"En 1994, los presidentes y los CEO de las mayores siete compañías de tabaco fueron llamados a declarar al Congreso para hablar acerca de los daños de fumar cigarrillos. En 2001, a raíz de los atentados del 11-S, los CEO de las mayores aerolíneas testificaron ante el Congreso. En mitad de la crisis financiera de 2008, ocho directores ejecutivos de bancos testificaron ante el Congreso. Pero cuando el Congreso llama a Facebook, Twitter o Google para testificar sobre la crisis nacional creada por la injerencia rusa en nuestras elecciones, sus CEO mandan a representantes a hablar por ellos", reflexiona el editorial del 19 de marzo del Usa Today.

Sea como fuere, lo cierto es que las voces que pedían la presencia de Zuckerberg en el Congreso pueden estar satisfechas. Es posible que el fundador de Facebook no entone el mea culpa esta vez, como hizo a principios de año, cuando los mayores problemas de la red social eran posibles contenidos abusivos y la piratería. No, en esta ocasión, asumir la responsabilidad ─siquiera parcial─ del escándalo de Cambridge Analytica sería condenar a la compañía. Y es que la capitalización de Facebook ha caído en unos 70.000 millones de dólares desde que a mediados de marzo, coincidiendo con el escándalo por la filtración de datos de los usuarios de la red social. 

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Pero es precisamente esa imposibilidad de delatar sus pecados propios, lo que convierte a Zuckerberg en carne de cañón ante el comité. En un artículo de opinión publicado el pasado 19 de marzo por la CNN, la experta en relaciones públicas Kara Alaimo exponía que el caso de Cambridge Analytica precisaba de nuevas "leyes que le den a los estadounidenses más información sobre cómo pueden ser usados los datos que compartimos online", al tiempo que instaba a que a las "organizaciones que nos piden compartir datos personales identificables en redes sociales se les requiera identificarse, explicar quiénes son sus inversores y cómo van a usar nuestros datos".

Además, Alaimo reclamaba entonces que el Congreso debía "forzar al CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, a testificar acerca de lo ocurrido" en el escándalo de Cambridge Analytica. "Es evidente que Facebook nunca reveló qué ocurrió en 2015, mientras que ahora la compañía afirma que lo acaba de descubrir. Facebook tenía la obligación legal y moral de hacer público todo esto en aquel momento". Por todo ello, la presencia de Zuckerberg en el Congreso se torna vital para responder a estas preguntas que, seguramente, le harán los congresistas el próximo 11 de abril.

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