Solo el 7% del genoma humano es exclusivo de nuestra especie, compartimos la mayoría de los genes con neandertales y otros ancestros

Solo el 7% del genoma humano es exclusivo de nuestra especie, como mucho; compartimos la mayoría de los genes con neandertales y otros ancestros

Nikola Solic/Reuters

  • Un nuevo estudio sugiere que solo entre el 1,5% y el 7% del genoma humano es exclusivo de nuestra especie.
  • Los neandertales, los denisovanos y otros ancestros comparten la mayoría de los mismos genes que los humanos modernos. 
  • Los genes exclusivos de los humanos intervienen en el desarrollo del cerebro, lo que podría ser el aspecto diferenciador de la especie actual. 
  • Descubre más historias en Business Insider España.

A los humanos les gusta pensar que son especiales, pero los genes sugieren que eso está lejos de ser así. Según un estudio publicado este viernes en la revista Science Advances, no más del 7% del genoma humano es exclusivo del Homo sapiens. 

Compartimos el resto de nuestro material genético con otros ancestros humanos, u homínidos, incluidos los primos neandertales y los denisovanos descubiertos por primera vez en Asia oriental.

"El árbol genealógico evolutivo muestra que hay regiones de nuestro genoma que nos hacen exclusivamente humanos", cuenta a Business Insider Richard Green, director del laboratorio de paleogenómica de la Universidad de California en Santa Cruz y coautor del nuevo estudio. "Ahora tenemos un catálogo de ellas, y es una fracción sorprendentemente pequeña del genoma", añade.

Los antropólogos ya sabían que los antepasados homínidos interactuaban y se cruzaban, intercambiando genes y tecnologías de la piedra que alteraron el curso de la evolución de nuestra especie. Pero estos nuevos descubrimientos ponen de manifiesto la frecuencia con la que se ha producido ese mestizaje en los últimos 300.000 años, aproximadamente, desde que surgió la primera población conocida de humanos modernos. 

"Más o menos dondequiera que miremos, la mezcla no es la excepción en absoluto, sino la regla", explica Green.

Las pruebas genéticas sugieren que nuestros antepasados se cruzaron con misteriosos homínidos

Una exposición muestra la vida de una familia neandertal en una cueva del nuevo Museo del Neandertal en Krapina, Croacia, 2010.
Una exposición muestra la vida de una familia neandertal en una cueva del nuevo Museo del Neandertal en Krapina, Croacia, 2010.

Nikola Solic/Reuters

Para construir un árbol genealógico de los homínidos, el equipo de Green ha secuenciado y comparado los genomas de 279 humanos modernos —muestras de personas de todo el mundo— con los genomas antiguos de un denisovano y 2 neandertales. A continuación, los investigadores han utilizado un algoritmo informático para determinar el parentesco de cada uno de esos individuos.

La herramienta de análisis, que según Green ha tardado años en ser desarrollada, los ha ayudado a distinguir qué partes del genoma humano carecen de mezcla, lo que significa que estos conjuntos de genes no se ven en neandertales o denisovanos. 

El algoritmo también ha mostrado qué genes heredaron los humanos de un ancestro aún más antiguo, que vivió hace unos 500.000 años y que acabó dando lugar a nuestra especie, así como a los neandertales y otros homínidos.

Los resultados del estudio sugieren que misteriosas poblaciones de ancestros humanos que los científicos aún no han descubierto podrían haberse cruzado con neandertales y denisovanos antes de que estas especies se mezclaran con los humanos modernos, explica Green.

Los genes exclusivos de los humanos están relacionados con el desarrollo del cerebro

Un científico trabaja en un laboratorio del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva analizando ADN antiguo.
Un científico trabaja en un laboratorio del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva analizando ADN antiguo.

Max Planck Institute for Evolutionary Anthropology

Los investigadores ya han identificado muchos de los genes humanos resultantes de los encuentros entre especies, pero este es el primer estudio que señala qué regiones de genes estaban completamente desprovistas de mezcla, según Green.

Su grupo ha descubierto que estas regiones exclusivamente humanas de nuestro genoma estaban "increíblemente enriquecidas en genes que tienen que ver con el desarrollo neuronal", comenta este coautor del estudio.

Aunque los neandertales tienen cabezas igual de grandes, si no más, que los humanos, ese tamaño del cráneo dice poco sobre el funcionamiento de sus cerebros en comparación con los actuales.

"Ahora sabemos que las cosas específicas de los humanos tienen que ver con el funcionamiento del cerebro", destaca Green.

Además, la mayor parte de estos genes exclusivamente humanos surgieron durante 2 ráfagas evolutivas distintas: una que tuvo lugar hace 600.000 años y otra hace 200.000 años, según el estudio.

Una de esas oleadas evolutivas podría haber sentado las bases genéticas de la comunicación humana, apunta Richard Green.

"Es extremadamente tentador especular con que una o varias de estas ráfagas tengan algo que ver con el increíble comportamiento social de los humanos, mediado en gran parte por nuestro control experto del habla y el lenguaje", aventura.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.