¿Qué son las cuentas mancomunadas? Todo lo que debes saber

Actualmente, existen muchos tipos de cuentas bancarias. 

Dentro del ámbito financiero hay que saber los productos que se contratan y hay algunas tipologías que no son tan habituales. Es necesario tomar conocimientos de, por ejemplo, cuáles son las comisiones o las condiciones que tienen aparejadas.

En este ámbito surge la cuestión sobre qué son las cuentas mancomunadas y cuál es su utilidad. Es posible que hayas oído hablar de ellas, pero puede que no tengas pleno conocimiento sobre en qué consisten. 

Sin embargo, antes hay que tener en cuenta una serie de principios previos. 

La cuenta corriente es un producto en el que se puede ingresar dinero en la entidad, quedando esta obligada a su devolución en cualquier momento en que se solicite. Su uso puede hacerse tanto para pagos e ingresos: desde dinero en efectivo, recibir transferencias, abonos, domiciliar recibos o pagar cheques bancarios. 

Al disponer de una cuenta con carácter solidario, los titulares aceptan las disposiciones y cargos hechos en la cuenta con independencia del titular que los ordene. 

Dicho de otro modo, cualquiera de los titulares puede ejercitar los derechos de cancelación anticipada, modificación de las órdenes de cargo y abono, el cambio de domicilio, y demás derechos que se deriven del producto bancario.

Por tanto, al contratar una cuenta con este carácter se requiere del consentimiento por parte de todos los titulares para ejercer ciertos derechos sobre la cuenta. Entre ellos, cancelación anticipada, modificación de la cuenta, cambio de domicilio y otros derechos.

Pese a ser cuentas con cotitularidad, no se deben confundir con otro tipo de cuentas. No hay ninguna relación con la cuenta solidaria o indistinta, puesto que en ellas los titulares pueden disponer del saldo con solo su firma. 

Sucede igualmente si se autoriza a una tercera persona en una cuenta corriente. Entretanto, con las cuentas mancomunadas, cada titular decide sobre lo que pueden hacer los demás.

Si contratas una cuenta con carácter mancomunado, necesitas el consentimiento de todos los Titulares para ejercer los derechos de cancelación anticipada, modificación de cargos/abonos, el cambio de domicilio, y demás derechos derivados del producto bancario.

Este tipo de cuentas son relativamente comunes en el ámbito profesional, a la hora de afrontar pagos concretos entre socios de la empresa, por ejemplo, pero también tienen su sitio en el ámbito personal en aquellos casos en los que se desea vincular la realización de cualquier operación de la cuenta a la conformidad de los titulares.

De hecho, es un tipo de cuenta ideal para las parejas que buscan un tipo de cuenta para compartir gastos, de tal forma que puedan ingresar y retirar conforme a las necesidades económicas para el bien común.

La cotitularidad de una cuenta obviamente es una decisión personal o profesional, que, se entiende, que cuando se toma es por un beneficio común.

Eso sí, hay que tener en cuenta que también puede generar algunos problemas; si por ejemplo uno de los titulares sufre un embargo de cuentas, estas cuentas también son embargables y lo harán en proporción al saldo disponible y el número de titulares, no entendiendo en este caso el embargo de otra cuestión que no sea la proporcionalidad.

Cuáles son las ventajas y desventajas que tiene una cuenta mancomunada

Dentro del capítulo de las ventajas de la cuenta mancomunada te puedes encontrar con la facilidad de utilización de la misma. No supone ningún problema operar con este producto bancario. La manera de operar es la misma que una de titularidad individual, lo único es que para determinadas operaciones se requiere consensuarlo con otros titulares. 

Al estar centralizado, es más fácil contabilizar el dinero y también gestionarlo. Especialmente, de cara a compartir cuentas.

Además, permite la unificación de los criterios. Con este tipo de cuenta se puede crear algo más que una cuenta entre varios, incluso un proyecto para un bien conjunto. Por ello, es muy popular entre las parejas.

También la cuenta mancomunada resulta muy cómoda. Los pagos compartidos son más ágiles, debido a que se pueden gestionar directamente dese una sola cuenta en vez de utilizar varias por separado.

En cuanto a las desventajas, únicamente cabría destacar que al ser un tipo de cuenta pensado para compartir gastos entre parejas, puede generar conflictos si se termina la relación. No obstante, es lo que ocurriría con cualquier otro tipo de cuenta pensada para ese uso.