Así son las empresas que están quebrando durante el coronavirus: pymes con pocos ingresos y empleados y más de 20 años de antigüedad

Pese a los malos tiempos que corren en la economía debido al impacto a todos los niveles que ha generado la pandemia de coronavirus, este factor no ha hecho que aumenten las suspensiones de pagos y quiebras entre empresas y particulares en España en los últimos meses, sino más bien todo lo contrario.

Así, como refleja la Estadística de Procedimiento Concursal que el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado este miércoles, los concursos de acreedores de empresas y familias se han reducido en el segundo trimestre un 41,3% respecto al mismo periodo del año anterior. En total, se han contabilizado entre abril y junio 1.111 deudores concursados, de los que más de un 99% han sido voluntarios.

Leer más: Abengoa se da hasta el 14 de junio para cerrar su plan de reestructuración y evitar el concurso de acreedores

Respecto al primer trimestre, que solo se vio afectado por la pandemia durante las últimas semanas de marzo, los procedimientos concursales se han reducido un 26%, lo que supone 13 menos que la diferencia entre los concursos del primer y el segundo trimestre de 2019, como se refleja en el gráfico siguiente, en el que se muestra que en los 3 años anteriores estos procesos habían aumentado hacia la mitad del año.

Entonces, ¿cómo se explica la caída de los concursos de acreedores en 3 meses en los que muchas empresas se han visto obligadas a paralizar su actividad? El INE ha asegurado en su comunicado que el estado de alarma ha reducido la tasa de respuesta de los juzgados al 55%, por lo que el instituto ha recurrido a la información publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) para complementar la estadística.

Quiebran más empresas que particulares

Además, el impacto de las medidas de estímulo a la economía durante la pandemia de coronavirus, como los créditos con avales públicos, las moratorias fiscales o los ERTE, habrían frenado la entrada en concurso de las empresas. No obstante, el INE afirma que "cabría esperar" que los deudores afectados por el coronavirus se vayan incorporando poco a poco a la estadística.

Pese a la caída en el número de concursos, los datos publicados por el INE desvelan cómo son, a qué se dedican y dónde se localizan los deudores que han tenido que pasar por concurso durante el confinamiento por coronavirus. En principio, las empresas son mayoría respecto a las familias, dado que suponen un 64,3% del total de concursos celebrados.

Además de ser mayoría, las empresas a concurso se han reducido menos de lo que lo han hecho las personas sin actividad empresarial, con un 38,2% menos de empresas quebradas que en el segundo trimestre de 2019, mientras que entre las familias se ha reducido un 46,3%, lo que supera 5 puntos la media de reducción de estos procesos durante el segundo trimestres.

Comercios, pymes y empresas longevas, las más afectadas

Analizando el tipo de empresas que ha suspendido pagos o han quebrado, el INE destaca que el 79,4% son sociedades de responsabilidad limitada (SRL), hasta un total de 567 sobre 714, casi 10 veces más que las sociedades anónimas o las personas con actividad empresarial. Por volumen de negocio, más de un tercio de las empresas concursadas contaban con menos de 250.000 euros y eran precisamente SRL.

De hecho, los concursos de acreedores que implican a empresas son menos frecuentes cuanto mayor es su volumen de negocio, con 42 quiebras de sociedades con más de 5 millones de euros de ingresos frente a las 248 que se han registrado entre las que facturan menos de 250.000 euros o los 107 en las que tienen un volumen de negocio de hasta medio millón.

Este fenómeno se repite analizando el tamaño de la plantilla de las empresas implicadas en concurso de acreedores. Las micropymes, que cuentan con hasta 9 asalariados, acumulan 496 empresas en quiebra o suspensión de pagos, lo que supone casi un 70% del total de deudores empresariales concursados entre abril y junio.

Además, el INE destaca que el 55,2% del total de empresas concursadas tiene menos de 6 empleados, mientras que más de 1 de cada 4 de esas compañías cuyas deudas les han llevado a concurso de acreedores no contaban con ningún asalariado a su cargo. Mientras, las que tienen entre 50 y 99 empleados apenas suman 14 concursos y las que superan el centenar de trabajadores son 19.

Por sectores, como refleja el gráfico anterior, el comercio se lleva la palma en el número de empresas concursadas, con 160, superando a industria y energía, con 112, y al resto del sector servicios, que suma 109 concursos. En el lado contrario, las empresas de agricultura y pesca, actividades administrativas o transporte y almacenamiento apenas suman 73 procesos concursales en conjunto.

Otro factor a tener en cuenta para comprobar qué tipo de empresas han seguido quebrando durante el coronavirus es la antigüedad del propio negocio. Así, las empresas con más de 20 años de historia, y en especial las dedicadas al comercio y a industria y energía, son más del 23% del total de afectadas, con 170 casos.

No obstante, las empresas más jóvenes tampoco se quedan atrás, ya que un 21% tienen menos de 4 años de actividad y un 22% cuentan con entre 5 y 8 años, con 151 y 150 empresas afectadas en cada caso, mientras que solo 57 empresas con entre 15 y 19 años han tenido que echar el cierre por acumulación de deudas.

Por último, la Estadística de Procedimiento Concursal también segmenta por comunidades autónomas con mayor número de deudores concursados en el segundo trimestre, aunque sin distinguir a las empresas de los particulares. Cataluña es la autonomía con más concursos, con 297, seguida de la Comunitat Valenciana con 173 y la Comunidad de Madrid con 164 y estas 3 comunidades acumulan más de la mitad de los procesos de todo el país.

Respecto a su evolución anual, los concursos se han reducido especialmente en Andalucía, con un 60% menos, Asturias, con un 58,3%, Murcia, con un 53,8%, Extremadura, con un 51,9%, y Cataluña, con un 48,1% menos que en 2019, todas ellas por encima de la media española. El caso contrario lo muestran Cantabria y Castilla y León, donde los concursos apenas se han reducido un 7%.