Canciones pegadizas, noches inquietas: cuidado con los 'gusanos auditivos', esas canciones que no te puedes quitar de la cabeza pueden lastrar tu sueño

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  • Existen canciones tan pegadizas que infectan tu cerebro como un virus: son los gusanos del oído, término acuñado por el compositor y profesor James Kellaris. Son simples, rítmicas y repetitivas, capaces de hacerte liberar dopamina a raudales.
  • Una nueva investigación de la Universidad de Baylor (EEUU) analiza el impacto de esta música adictiva en el sueño. Su conclusión es que puede lastrarlo y mermar la calidad del descanso. 
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Escuchas en la radio el último hit de reguetón, tu banda sonora preferida o el lanzamiento pop de Lady Gaga y, de repente, al meterte en cama, la canción sigue sonando en tu cabeza. Una y otra vez. ¿Te suena? Este tipo de composiciones pegadizas que se repiten sin descanso en tu mente se conocen como earnworns o gusanos del oído porque funcionan como si tu cerebro hubiese sido infectado por una suerte de lombriz musical. 

El término lo creó y popularizó el compositor y profesor de la Universidad de Cincinnati (EEUU) James Kellaris y de ellas también habló Oliver Sacks en su obra Musicofilia. Son composiciones que activan receptores opiáceos del sistema nervioso que intervienen en el placer y desencadenan la liberación de la dopamina, la misma hormona de la comida o del sexo. No obstante, tienen un pero muy grande: no van a dejarte dormir. 

Un nuevo estudio publicado en la revista Psychological Science y realizado por Michael Scullin, director del Laboratorio de Cognición y Neurociencia del Sueño de la Universidad de Baylor (EEUU), analizó el impacto de los gusanos del oído en el sueño, concluyendo que escuchar música cerca de la hora de acostarte no va a venirte nada bien

Canciones pegadizas, noches inquietas

Insomnio, razones por las que no puedes dormir

En el comunicado explican que los participantes del estudio experimental fueron monitorizados durante el sueño para determinar si los gusanos del oído tenían un impacto en la fisiología del sueño nocturno. Por así decirlo, este fenómeno continúa durante el descanso y puede causar noches inquietas e interrupciones a la hora de dormir. 

El propio investigador se percató de que muchas veces se despertaba de noche con una melodía en la cabeza y decidió estudiar cómo la música —y particularmente estas canciones adictivas— pueden afectar a los patrones de sueño.

El mecanismo de las imágenes musicales involuntarias ha sido raramente explorado, pero estas también se producen cuando una persona intenta dormir. "Nuestros cerebros continúan procesando la música incluso cuando no se reproduce, incluso aparentemente mientras estamos dormidos", dijo Scullin. Por tanto, escuchar música para relajarse antes de caer en brazos de Morfeo podría resultar contraproducente. 

Las personas que experimentan regularmente estosgusanos del oído por la noche, una o más veces por semana, tienen 6 veces más probabilidades de tener una mala calidad del sueño en comparación con las personas que rara vez lo hacen. 

Uno de los datos más sorprendentes de la investigación fue descubrir que la música instrumental tiene más papeletas para generar gusanos auditivos y alterar la calidad del sueño que aquella que tiene letra. 

El estudio involucró una encuesta con 209 participantes que respondieron a cuestiones sobre la calidad del sueño, los hábitos de escuchar música y la frecuencia de estosgusanos auditivos, de forma concreta cuando querían conciliar el sueño, al despertarse en medio de la noche o tras amanecer por la mañana. 

Además, se completó con un experimento realizado a medio centenar de personas, que acudieron al Laboratorio de Cognición y Neurociencia del Sueño en la Universidad de Baylor. La polisomnografía, una prueba completa y la medida estándar de oro para el sueño, se utilizó para registrar las ondas cerebrales, la frecuencia cardíaca, la respiración y otros indicadores de los participantes mientras dormían, después de inducirles gusanos auditivos

Los que escuchaban más música dormían peor

Música

 Ryan Quintal/Unsplash

Antes de dormir, los participantes escucharon Shake It Off de Taylor Swift, Call Me Maybe de Carly Rae Jepsen y Don’t Stop Believin' de Journey, asignando aleatoriamente versiones originales o instrumentales. También se utilizaron lecturas de registros de actividad eléctrica en el cerebro para medir los marcadores fisiológicos de la consolidación de la memoria dependiente del sueño. 

Las principales conclusiones arrojaron que los que se contagiaron de un gusano auditivo tuvieron una mayor dificultad para conciliar el sueño, más despertares nocturnos y que pasaron más tiempo en las etapas más ligeras del sueño. Estas consecuencias se mostraron tanto en la encuesta como en el estudio experimental. 

Los participantes que tenían un gusano del sueño mostraron oscilaciones más lentas durante el sueño, un marcador de reactivación de la memoria. La música experimental produjo aproximadamente el doble de gusanos auditivos que la que tiene letra. 

Se trata de una investigación que contradice recomendaciones anteriores por parte de organizaciones de salud que aconsejan la música relajante antes de dormir. Este pequeño estudio ha medido objetivamente que el cerebro dormido continúa procesando música durante varias horas, incluso cuando la música se ha detenido. 

Cómo solucionar la aparición de 'gusanos del oído'

Scullin recomienda moderar la escucha o hacer descansos ocasionales, así como evitarla antes de acostarse, especialmente a quienes tengan predisposición a engancharse a estas canciones. 

Por otro lado, una de las maneras de liberarse de este molesto fenómeno es completar una actividad cognitiva que exija concentración, como un sudoku o un crucigrama. También puedes hacer una lista de tareas pendientes antes de intentar conciliar el sueño.

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