Vigilancia Aduanera compra por 88.000 euros cuatro drones de vigilancia tan pequeños que caben en la palma de una mano

Nano dron Black Hornet.

Flir Systems

El Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales de la Agencia Tributaria acaba de formalizar un contrato de compra de cuatro drones muy singulares. Se tratan de nanodrones, que caben en la palma de una mano, y con los que los agentes de Vigilancia Aduanera podrán ejercer tareas de vigilancia con mayor discreción en el contexto de la lucha contra el narcotráfico.

La formalización del contrato de compra se ha publicado este lunes en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y el proveedor es una compañía llamada A. Paukner SA. Esta firma es la distribuidora en España de Flir System, una empresa de sistemas de vigilancia y vehículos no tripulados en cuyo catálogo aparecen drones de menos de 35 gramos de peso, como estipulan los pliegos técnicos.

En concreto, Vigilancia Aduanera ha adquirido cuatro de estos helicópteros no tripulados cuyo diámetro no supera la palma de la mano. Este tipo de herramientas, que el fabricante contempla para situaciones de guerra ("detecta sin ser detectados: deja que el Black Hornet PRS sea los ojos del soldado") son las nuevas adquisiciones de Hacienda.

Lo que ha adquirido Vigilancia Aduanera son estos cuatro helicópteros "de menos de 35 gramos", dos de ellos con sensores para uso diurno "y otros dos con sensores para uso diurno y nocturno", además de los respectivos mandos de control, el módulo para cargar sus baterías, cuatro baterías de repuesto y una formación de varios meses para los pilotos que se impartirá en Madrid.

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Todo por casi 88.000 euros. La oferta seleccionada en la licitación asciende, concretamente, a 87.562,34 euros.

En los pliegos técnicos que se publicaron a principios de marzo de este año en la Plataforma de Contratación Pública se detalla que Vigilancia Aduanera desarrolla su actividad "en la lucha contra el contrabando, narcotráfico, blanqueo de capitales y fraude fiscal" mediante "diversas líneas de actuación".

Entre esas líneas "sobresale la vigilancia aeronaval, tanto por los medios materiales y humanos dedicados a ella como por la importancia de los resultados obtenidos". Esos medios ("aviones y helicópteros") se pueden "complementar" con "aeronaves no tripuladas", especifica, por sus costes "mucho más reducidos" y por su "seguridad en caso de accidente".

Una de las actividades en las que estos drones pueden ser utilizados por Vigilancia Aduanera es en la de "vigilancia de corto radio, que tiene lugar con aparatos eléctricos nanodrones que vuelan a distancia visual del piloto, cuyas misiones son, principalmente, para labores de investigación puntuales, protección y cobertura de la fuerza, y realización de vigilancias discretas".

El fabricante asegura que se trata de un dispositivo cuyas señales visuales y audibles son "extremadamente bajas", lo que permite a soldados a pie "llevar a cabo operaciones encubiertas con mayor seguridad". "Pude utilizarse prácticamente en cualquier lugar y momento sin necesidad de coordinación previa del espacio aéreo".

"Con objeto de realizar misiones de vigilancia encubiertas con mayor seguridad, es necesario el uso de estos diminutos sistemas, mejorando la eficacia de las funciones desempeñadas y contribuyendo a la consecución de los objetivos de Vigilancia Aduanera", reconocen los mismos pliegos de prescripciones técnicas del departamento de la AEAT.

No son los primeros nanodrones que se distribuyen en España: la Fuerza de Guerra Naval Especial de la Armada formalizó en marzo del año pasado la renovación de varios modelos Black Hornet que se habían quedado obsoletos, y que emplea "en despliegues extranjeros". Por 40.000 euros, la Intendencia de Cartagena adquirió un modelo diurno y un modelo con capacidad de visión nocturna.

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