Cómo son los planes de pensiones de empleo que quiere incentivar el Gobierno

Pensiones públicas, planes de pensiones empresariales y planes privados son los tres pilares de cualquier sistema de pensiones. El primero es el predominante en España y el tercero está relativamente extendido, pero no pasa lo mismo con el segundo. 

En España apenas hay 1,9 millones de trabajadores con un plan de previsión de empleo según Inverco, una cifra muy inferior a los 7,5 millones de planes individuales de pensiones, que también está por debajo de la media Europea. Con estos datos, solo un 13% de los trabajadores españoles dispone de algún plan complementario de empleo, un porcentaje lejano al 24,% francés o el 39,9% alemán, que ni siquiera son los países punteros de nuestro entorno.

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Esta es una de las razones que han llevado al Ejecutivo a plantear un cambio del sistema a través de los Presupuestos Generales del Estado 2021. El proyecto presentado incluye un cambio en el sistema de pensiones que afectará a los planes de pensiones individuales y a los de empresas. 

De forma muy resumida, se incentivan los planes de pensiones de empleo de las empresas a costa de los planes individuales. En concreto, se reduce de 8.000 a 2.000 euros la cantidad deducible por el plan de pensiones individual, mientras que aumenta de 8.000 a 10.000 euros la cantidad deducible de los planes de empleo entre la suma de las aportaciones del trabajador y la empresa.

Aunque parezca severo, el recorte en los planes individuales acerca la aportación a la realidad de este producto. Tanto es así que un 90% de los partícipes en planes no alcanzan el umbral de los 2.000 euros. 

¿Y con los planes de empleo? No ocurre lo mismo. El aumento del límite no se corresponde con la realidad de los planes de pensiones de las empresas. Solo el 35% de los partícipes aportaron más de 4.500 euros sumando la cantidad que ingresa la empresa. Y si vamos a cantidades más altas, sólo el 1,7% aportó más de 6.000 euros en total. Desde esta perspectiva, parece difícil que el aumento de la cantidades deducible vaya a suponer un incentivo para su uso.

Ahora mismo los planes de pensiones de empleo se limitan a grandes empresas y administraciones. Para las pyme es un producto complejo de implementar y, sobre todo de gestionar. Con un plan de empleo, la empresa destina parte del salario de los trabajadores a invertir en ese plan de forma automática mes a mes. 

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Después el trabajador puede realizar aportaciones por su cuenta si lo estima oportuno. Algunas empresas incluso incentivan estas aportaciones con un sistema por el que la compañía iguala la inversión del trabajador. De esta forma, si el empleado invierte 1.000 euros de su salario, la empresa sumará otros 1.000 de su cuenta.

También las hay que doblan, triplican e incluso cuadriplican estas aportaciones y reciben incentivos fiscales en el Impuesto sobre Sociedades por hacerlo.

Aportaciones automáticas, el último plan del Gobierno

La última propuesta del Ejecutivo para cerrar la brecha de las aportaciones es crear un sistema de adscripción automática a un plan de pensiones de empresas, según desveló el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, en un foro de pensiones organizado por Cinco Días. 

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Este sistema es similar al que se utiliza en el Reino Unido, donde las empresas tienen que ofrecer a sus trabajadores con un salario superior a 10.000 libras un plan de empleo al que luego estos pueden sumarse o solicitar salir de él.