Comprar en un supermercado sin cajeros, la eterna promesa que nunca llega: las razones del fracaso de Amazon y los aspirantes a ganar la guerra por las tiendas autónomas

Amazon Go

REUTERS/Lindsey Wasson

  • El fracaso de las tiendas de Amazon Go genera dudas sobre si estas tiendas autónomas son realmente el futuro. Los expertos consultados por Business Insider España explican que su cierre se debe a su planteamiento.
  • Sin embargo, startups como Ghop o supermercados tradicionales como Carrefour o Aldi están comenzando a experimentar en esta línea de cara a un futuro no muy lejano.

Abrir tú mismo el supermercado. Entrar y coger las cosas. Llegar a la caja. Pagar y volver a salir. Todo eso sin nadie más en la tienda. Eso era el futuro, según Amazon. Un futuro ahora un poco más en duda.

Amazon anunció en 2016 su primer supermercado autónomo en Seattle, cerca de las oficinas que la empresa tenía en esta ciudad. Poco tiempo después abriría 27 tiendas de este tipo más repartidas entre Nueva York, San Francisco y la propia Seattle. 

Lejos de conformarse solo con el mercado estadounidense, Amazon se propuso dar el salto a Europa. Su planteamiento era, hace 2 años, abrir su primera tienda en Londres y, en función de cómo funcionase, ampliar la cifra a 30 tiendas en el país. Después, su intención era expandirse por el resto del continente.

Sin embargo, después de 7 años con Amazon Go solo en EEUU, la compañía fundada por Jeff Bezos ha asumido que este modelo no es rentable y ha decidido cerrar 8 de las 29 tiendas. La empresa ha explicado estos establecimientos forman parte de su plan de reducción de costes, que incluye 18.000 despidos.

Según los expertos consultados por Business Insider España, el motivo por el que las tiendas de Amazon Go no han triunfado es porque parten de un sistema excesivamente caro. A día de hoy la compañía tiene muchas cámaras supervisadas por una persona que debe estar atenta a que el producto que ha cogido el cliente y lo que paga coincide y no hay hurtos. A pesar de la videovigilancia, es común que estas tiendas sufran robos. 

Robo productos supermercado

"Esto terminará el día en que se incorpore un lector de radiofrecuencia a todos los artículos y eso a día de hoy es carísimo", afirma Javier Pérez de Leza, CEO y fundador de Future Retail. "Ni Coca-Cola ni nadie lo aceptaría porque el código por artículo es muy costoso".

Sin embargo, el principal problema de Amazon que ha truncado sus tiendas autónomas es entender la tecnología como un fin, en lugar de como un medio. "Las tiendas de Amazon no son atractivas desde el punto de vista del producto. Son atractivas desde el punto de vista de la tecnología, y la gente no está dispuesta a ir a comprar a un sitio por su tecnología", señala Pérez de Leza.

Una opinión que comparte Lino Monteagudo, CEO y cofundador de Ghop. "Utilizan la tecnología como fin y no como medio porque su filosofía es 'vamos a hacer tiendas autónomas a cualquier coste' y lo que conlleva eso es que al final tienes unos costes superiores incluso a si tuvieras personas". 

Según el fundador de la startup española de tiendas autónomas, aparentemente Amazon han trabajado con la misión de que pueden montar un establecimiento de este estilo en cualquier espacio, lo que es muy complicado. 

"A nivel tecnología, en el caso de las cámaras de computer vision, el problema es que cuando tú tienes una cámara, si siempre tiene el mismo espacio, las estanterías siempre están en el mismo sitio y los usuarios siempre entran por el mismo sitio, y además, son siempre espacio de 15 metros en los que no entran 100 personas, la dificultad tecnológica baja", explica Monteagudo. 

"Sin embargo, en el caso de Amazon, su ambición tecnológica es tal que ahora mismo hace falta una inversión brutal, porque al final no te vale con pocas cámaras, con pocos sensores, sino que tú tienes que tener una cantidad de cámaras brutal para que les dé igual el espacio y dónde tenga las estanterías, que ellos montan la tienda. El reto lo han solventado, pero no lo han hecho rentable", sentencia.

Las tiendas autónomas, ¿son realmente el futuro?

Sin embargo, Amazon no es la única que se ha lanzado a la aventura de las tiendas autónomas. Cadenas de supermercados tradicionales como Carrefour o Aldi también están haciendo pruebas en otros países para tener sus propios establecimientos sin cajeros.

La cadena francesa ha puesto en marcha Carrefour Flash en París y Buenos Aires. El gigante minorista se ha unido con AiFi, un fabricante de tecnología de caja con visión artificial. A diferencia de Amazon Go, no es necesario descarga previamente ninguna aplicación ni tener una cesta de compras inteligentes o un registro biométrico. 

En la tienda del distrito XI de París, que se inauguró en 2021, se instalaron 60 cámaras instaladas en los 50 metros cuadrados de establecimiento. Por su parte, en la recién inaugurada tienda argentina, que también es un local de 50 metros cuadrados, tan solo se han colocado 20 cámaras HD y aproximadamente 200 sensores integrados en los estantes.

Por su parte, Aldi también ha querido empezar a experimentar con estas tiendas autónomas. La cadena de supermercados alemana abrió su primer local de este tipo en enero de 2022 en Londres. Su funcionamiento es similar al de Amazon. Los clientes descargarán la aplicación Aldi Shop&Go y se les cobrará sus compras una vez hayan abandonado el local.

"Van probando a diferentes proveedores en diferentes países, pero hay pocos que tengan 10 tiendas autónomas porque ellos prueban, pero ven que aún no es rentable. Están un poco a la expectativa. Quieren meter la cabeza, empezar a familiarizarse, tener también la materialidad que ello conlleva. Cuando vean que es una cosa rentable será cuando empiecen a invertir en ello", explica Lino Monteagudo.

Aunque todavía es a modo experimental, los supermercados tradicionales ya están dando el salto a este modelo, lo que invita a pensar a que es el futuro. 

Una mujer mirando la lista de la compra.

"Es indudable que la tecnología va en esa dirección", señala Javier Pérez de Leza. Pero surge la duda de quién ganará la batalla, si los supermercados tradicionales "a base de su capacidad de seguir desarrollando tecnología y copiando a los tecnológicos o los tecnológicos tratando de aprender a ser tenderos, a la vez que son muy buenos en tecnología". 

Sin embargo, aún no se sabe si se trata de un futuro próximo o lejano. "Es complicado. Es el futuro y el presente, es decir, cada vez salen más tiendas y cada vez se abren más y más gente apuesta por esta tecnología, pero no en todos los formatos", explica el CEO de Ghop. 

"Seguirá habiendo supermercados como hasta ahora, cambiarán o subirán o bajarán cuota de mercado de unos u otros en función de lo que vaya pidiendo el consumidor, pero creo que sí que es cierto que tiendas autónomas va a haber. Serán tiendas de hiperconveniencia de entre 15 y 50 metros cuadrados, pero por ejemplo un Mercadona difícilmente va a ser autónomo", añade Monteagudo.

Otros, como Laureano Turienzo, presidente y fundador de la Asociación Española del Retail, tiene claro que es algo que llegará, pero a largo plazo y que convivirán ambas como ahora lo hacen las cajas tradicionales con las de autopago

"Estamos en una fase de que los grandes retailers están teniendo esas tiendas porque tienen que probar, ya que si esto va a más ellos también tienen que estar. Evidentemente, esta tecnología es muy interesante, pero al final esto va a ser un híbrido, vamos a tener cajas normales de pago y luego seguramente tendremos algunos carriles dentro de los supermercados donde esté implantada esta tecnología". 

Y qué pasa con España

Por el momento ninguna de las grandes cadenas de supermercados tradicionales están haciendo pruebas en España. De hecho, estas tiendas ni siquiera son una realidad para la mayoría de los consumidores. Pero ya existen algunas de ellas en suelo español.

Ni Carrefour, ni Aldi ni mucho menos Mercadona son las que están liderando la carrera de las tiendas autónomas en nuestro país. Si alguien puede colgarse esa medalla a día de hoy es Ghop. Esta startup nació en diciembre de 2020 y en julio de agosto abrieron su primera tienda en Moraleja Green. Este espacio se convirtió en una prueba piloto con la que buscaban conocer funcionalidades básicas para ver cómo el usuario respondía a este tipo de tiendas y a partir de ahí aprender. 

"Nosotros llevamos más de año y medio aprendiendo y mejorando. En este tiempo hemos estado en Moraleja Green, en el centro comercial, después estuvimos un largo tiempo mejorando un poco la tecnología y cosas que habíamos aprendido y entonces pasamos a un espacio empresarial en La Nave en Madrid para testear también otro tipo de emplazamiento y otro tipo de público", explica Lino Monteagudo a Business Insider España.

También han pasado por varios eventos, como el South Summit, para conocer otro tipo de público y pensar dónde podía funcionar mejor este tipo de tiendas. "Ahora, esa misma tienda que hemos ido moviendo, la hemos abierto en la avenida Bruselas, en Alcobendas, porque hemos visto que un espacio empresarial es donde mejor encajaba".

 

Para España, según cuenta el fundador de Ghop, se debe apostar por canales de ventas pequeños con mucha capilaridad. Están enfocadas a un público recurrente que no necesite hacer una gran compra, sino hacerse con algún producto para consumir en el momento. Además de alimentos listos para comer o productos no perecederos, estas tiendas también tienen piezas de fruta. 

"En mayo abriremos la segunda tienda y a partir de ahí queremos ir abriendo establecimientos de una manera mucho más que mucho más rápida. No tenemos un número exacto, calculamos que entre 8 y 10 tiendas, y ya el año que viene que ese crecimiento sea mucho más a lo bestia", afirma el CEO de Ghop.

Sin embargo, los expertos no ven tan claro que, de momento, estas tiendas autónomas vayan a tener tanta acogida entre el público. "En el corto plazo, no", sentencia Laureano Turienzo. "En España lo veo puntualmente. Sí que pueden abrir alguna tienda, pero a modo simbólico".

"Pero no porque no tengan hueco, sino por otras razones. Primero que no es escalable porque la tecnología es tan cara que no lo va a tener la tienda de mi barrio ni la van a tener todos los Carrefour. Hay otro dilema, y es que se piensan que porque la tecnología sea fantástica va a ser adoptada por la población, y no. A la gente no le gustan que le estén observando constantemente. Y luego, que la gente sigue utilizando los medios de pago", añade.

"En la guerra entre los supermercados tecnológicos y los tradicionales, ahora mismo la ventaja la tienen los tradicionales", señala Javier Pérez de Leza. A día de hoy, los frescos siguen jugando un rol muy importante para captar a los visitantes. La copia que se hacen entre ambos modelos lo que buscan es cerrar el círculo, "porque hay que hacerlo para darle un fenomenal servicio al cliente". 

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.